¿Cómo identificar y tratar la Hipocondría?
"¿Te encuentras preocupándote constantemente por tu salud, buscando síntomas en Internet y convenciéndote de que podrías tener cada enfermedad imaginable?" Si es así, es posible que estés cayendo en la trampa de la hipocondría.
En este artículo, exploraremos en profundidad este fenómeno que puede convertir a cualquiera en un “Dr. Google”, y te proporcionaremos información esencial sobre cómo identificar y manejar estos temores de salud excesivos.
Artículo escrito por María Belén del Río, docente de INESALUD especializada en el ámbito de la hipocondría.
¿Qué siente una persona hipocondríaca?
La hipocondría, conocida también como trastorno de ansiedad por enfermedad, puede sumergir a las personas en un mar de preocupaciones y miedos constantes relacionados con su salud. Quienes la padecen, a menudo se sienten atrapados en una espiral de síntomas imaginarios, consultas médicas frecuentes y búsquedas incansables en línea, todo con el objetivo de confirmar o descartar sus temores más profundos.
La ansiedad se apodera de sus pensamientos, generando una inquietud constante sobre cualquier sensación corporal, por mínima que sea. Un simple dolor de cabeza puede transformarse en la convicción de padecer una grave enfermedad cerebral.
La hipocondría no solo afecta la mente, sino también el cuerpo, desencadenando reacciones físicas como sudoración, palpitaciones y tensión muscular ante la mera sospecha de un problema de salud.
En este sentido, la hipocondría puede causar un impacto profundo en la calidad de vida y en las relaciones interpersonales de quienes la experimentan, generando una lucha constante por encontrar respuestas y alivio en medio de la angustia.
Síntomas de la Hipocondría
Los síntomas característicos de la hipocondría abarcan un espectro emocional y cognitivo que puede impactar profundamente la calidad de vida de quienes la experimentan. Las preocupaciones excesivas por la salud, acompañadas de la constante búsqueda de información médica y el monitoreo minucioso de las sensaciones corporales, son rasgos distintivos.
Las personas hipocondríacas a menudo interpretan incluso los síntomas más leves como señales de enfermedades graves, lo que desencadena ansiedad intensa. La inquietud persistente puede generar tensión muscular, palpitaciones y otros síntomas físicos.
La hipocondría puede generar un círculo vicioso de preocupación y malestar emocional, afectando las relaciones personales y la capacidad para disfrutar de la vida cotidiana.
Test para la Hipocondría
Si tienes sospechas de que podrías estar experimentando hipocondría, existen pruebas o cuestionarios diseñados para evaluar tu nivel de preocupación por la salud y la ansiedad asociada: Whiteley Index, Illness Attitude Scales, Hypochondriasis Questionnaire…
Estas pruebas pueden proporcionar una idea más clara de tus patrones de pensamiento y emociones, y pueden ser útiles para determinar si es necesario buscar ayuda profesional.
Ejercicios para la Hipocondría
Incorporar ejercicios y técnicas específicas en tu rutina diaria puede ayudarte a manejar la hipocondría de manera efectiva. La práctica regular de la atención plena o mindfulness puede ayudarte a enfocarte en el presente y a disminuir la preocupación constante por la salud.
El registro de tus pensamientos y emociones relacionados con la hipocondría en un diario puede proporcionar una perspectiva más objetiva y ayudarte a identificar patrones negativos.
La realización de actividades que disfrutes y que te permitan desconectar de los pensamientos obsesivos también puede ser beneficioso para tu bienestar mental.
Tratamiento de la Hipocondría
El tratamiento para la hipocondría, generalmente implica una combinación de terapia cognitivo-conductual (TCC), terapia de exposición y respuesta, y en algunos casos, medicamentos para tratar la ansiedad.
La TCC puede ayudarte a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos, mientras que la terapia de exposición puede ayudarte a enfrentar gradualmente tus temores y a desensibilizarte a las situaciones que desencadenan la ansiedad.
Los medicamentos, como los antidepresivos o ansiolíticos, pueden ser recetados por un profesional de la salud mental si los síntomas son severos. Un enfoque integral y personalizado es esencial para abordar la hipocondría y recuperar una vida libre de preocupaciones excesivas por la salud.
Tratamiento Psicológico de la Hipocondría y de la Ansiedad Generalizada
El enfoque terapéutico para abordar la hipocondría y la ansiedad generalizada se centra en ayudar a los individuos a comprender y manejar sus temores de salud y preocupaciones constantes de manera efectiva. La terapia cognitivo-conductual (TCC) se erige como un pilar fundamental, permitiendo a los pacientes identificar y desafiar los patrones de pensamiento negativos y catastróficos asociados con sus síntomas y temores.
Además, la TCC también brinda herramientas para manejar la ansiedad y mejorar las habilidades de afrontamiento. La terapia de exposición, en la que se enfrentan gradualmente las situaciones que generan ansiedad, puede ayudar a disminuir la sensibilidad excesiva ante los síntomas físicos.
El tratamiento psicológico se adapta a las necesidades individuales, ofreciendo un espacio seguro para explorar las raíces emocionales de la hipocondría y la ansiedad generalizada, y proporcionando las habilidades necesarias para reconstruir una relación más saludable con la salud y el bienestar.
¿Qué debo hacer si soy hipocondriaco?
Si sientes que la hipocondría está ejerciendo un control excesivo sobre tu vida y emociones, es importante tomar medidas para recuperar la serenidad. Reconoce tus patrones de pensamiento, reduce la búsqueda constante de síntomas y busca apoyo de un profesional de la salud mental.
Aprender sobre la ansiedad, practicar la atención plena, establecer límites para las preocupaciones y abrirte con personas de confianza también son pasos esenciales para enfrentar la hipocondría. Con determinación y apoyo, puedes liberarte de la ansiedad constante y retomar el control de tu bienestar emocional y mental.
Para aprender más sobre esta infame enfermedad, te recomendamos que realices el curso de Psicología: Obsesiones y Compulsiones o el Master en Enfermería Psiquiátrica y Salud Mental.