Embarazo ectópico: una guía completa para comprenderlo

El embarazo es una etapa emocionante y llena de expectativas para muchas mujeres. Sin embargo, no todos los embarazos siguen el camino esperado. Uno de los escenarios menos comunes, pero importante conocer, es el embarazo ectópico. 

En este artículo, te explicaremos qué es un embarazo ectópico y por qué se produce.  

Escrito por Marina Ródenas Espinosa, enfermera y docente del área de enfermería de INESALUD.

¿Qué es el embarazo ectópico y cuáles son sus síntomas? 

Un embarazo ectópico ocurre cuando el óvulo fecundado se implanta en un lugar fuera del útero, también conocido como matriz, generalmente en una de las trompas de Falopio. No obstante, también puede ocurrir en los ovarios, abdomen o cuello uterino. Así pues, estaremos ante un embarazo extrauterino.  

A medida que el óvulo se desarrolla, puede causar problemas graves debido a la limitada capacidad de expansión de las trompas. Los síntomas comunes incluyen dolor abdominal en la parte inferior y en la zona de la pelvis, sangrado vaginal (leve o intenso), dolor de lumbago, y palidez y tensión baja.  

A menudo, los síntomas se confunden con los de un embarazo normal, como náuseas y senos sensibles, lo que puede retrasar el diagnóstico. 

¿Cuáles son los factores de riesgo? 

Varios factores pueden aumentar el riesgo de un embarazo ectópico. Entre los principales se incluyen: 

• Antecedentes de embarazo ectópico previo.  

• Endometriosis. 

• Defecto congénito en las trompas de Falopio. 

Aun así, existen más factores que pueden incrementar el riesgo, entre ellos encontramos: 

• Edad mayor a 35 años.  

• Uso del dispositivo intrauterino (DIU) como método anticonceptivo. 

• Ligadura de trompas. 

• Infecciones de transmisión sexual (ITS). 

¿Cómo se diagnostica? 

El diagnóstico temprano es esencial para prevenir complicaciones graves. Los dos principales métodos utilizados para diagnosticar un embarazo ectópico son la evaluación de la hormona gonadotropina coriónica humana (GCH) en sangre y la realización de una ecografía transvaginal. 

La medición cuantitativa de la hormona GCH en la sangre es una prueba que proporciona información sobre la posible gestación y su duración en semanas. Los valores de esta hormona crecen de manera exponencial a lo largo del embarazo.  

En un embarazo ectópico, los niveles de esta hormona no aumentan tan rápido como lo harían en un embarazo normal, lo que da como resultado niveles más bajos a los esperados.  

Si el resultado del análisis de sangre para embarazo es positivo, se realiza una ecografía transvaginal aproximadamente dos semanas después para determinar la presencia del saco embrionario. 

En el caso de que no se observe ningún saco embrionario dentro del útero, a pesar de tener un resultado positivo en el análisis de la GCH, es necesario considerar la posibilidad de un embarazo ectópico. Para confirmar esta situación, se deben ejecutar análisis adicionales de los niveles de GCH y otros marcadores bioquímicos, como la progesterona, la proteína placentaria 14, Ca-125 y creatina fosfoquinasa, entre otros. 

¿Qué consecuencias y complicaciones puede tener un embarazo ectópico? 

Cuando se ha verificado el embarazo ectópico es de crucial importancia recibir atención médica de inmediato.  De no tratarse, pueden existir una gran variedad de complicaciones.  

En primer lugar, el crecimiento del embrión en las trompas de Falopio u otras zonas puede causar una ruptura del tejido, puesto a carecer de espacio. Esto causará una hemorragia interna que puede desencadenar en shock y en fallecimiento de la paciente.  

Además, si las trompas de Falopio u ovarios se dañan, pueden generar complicaciones en embarazos futuros.  Así pues, el embarazo ectópico es fatal para el embrión, pero si el tratamiento se inicia antes de la rotura, la muerte materna es rara. 

¿Qué tratamiento tiene? 

El tratamiento depende de la gravedad de la situación. En la mayoría de los casos se suele resolver solo mediante un aborto espontáneo. Si esto no se produce de manera natural, será necesario realizar una interrupción médica del embarazo.  

Este procedimiento se efectúa mediante un tratamiento quirúrgico o tratamiento médico mediante fármacos, generalmente con metotrexato.  Aunque si se sospecha una rotura o no se cumplen los criterios para el tratamiento con metotrexato, se ejecutará una resección quirúrgica como primera opción.  

Los criterios para el tratamiento con metotrexato son, en primer lugar, una paciente previamente sana, hemodinámicamente estable y que ofrezca garantías de que cumplirá el tratamiento. En segundo punto, que no haya signos de rotura y, finalmente, que el diámetro del óvulo fecundado (cigoto) no sea superior a 4 cm.  

En conclusión, el embarazo ectópico es una condición médica que, aunque menos común, requiere atención inmediata y cuidado. Un diagnóstico y tratamiento oportunos son esenciales para garantizar la salud de la paciente y minimizar las complicaciones. Por lo tanto, la conciencia y la atención médica temprana son cruciales.