Genitales de la mujer: Nomenclatura y estimulación según su anatomía
Los genitales femeninos son una parte integral del cuerpo, que forman parte tanto de la reproducción como de la sexualidad. Comprender su anatomía no solo ayuda a tener una mejor salud sexual, sino que también mejora la calidad de vida en términos de placer y autoconocimiento.
Escrito por Alba Gastón Guerrero, enfermera especialista en sexología y docente de INESALUD.
Nomenclatura según su anatomía
De forma común, se denomina vulva a los genitales de la mujer. Constan de una estructura compuesta por varias partes que protegen las aberturas del aparato reproductor y cumplen una función importante en la sexualidad femenina.
En la parte superior encontramos el monte de Venus que comprende un área acolchada situada justa sobre el hueso púbico y cubierta de vello después de la pubertad. Este tejido adiposo sirve como una especie de amortiguador que protege el hueso durante las relaciones sexuales coitales y, además, es una zona erógena que responde al contacto físico. Este placer que se siente tiene relación con la erotización de la zona.
Los labios externos son dos pliegues de piel que rodean la vulva, cubiertos de vello en su parte externa y con una textura más suave en el interior. Su función principal es proteger las estructuras internas de la vulva de posibles traumatismos o infecciones.
Por otro lado, los labios internos, situados dentro de los labios externos, son mucho más delgados y sensibles. A diferencia de los labios externos, los internos no suelen tener vello, y su color y tamaño pueden variar significativamente entre mujeres. Durante la estimulación sexual, los labios internos pueden hincharse debido al aumento del flujo sanguíneo, lo que es una señal clara de excitación.
El clítoris es, sin duda, el órgano más importante en cuanto al placer sexual femenino. Aunque aparentemente es pequeño y en su mayor parte no visible externamente, el clítoris está formado por una red de tejido eréctil que se extiende hacia el interior del cuerpo. La parte visible del clítoris, conocida como glande del clítoris, es extremadamente sensible, con miles de terminaciones nerviosas concentradas en una pequeña superficie.
El clítoris responde al contacto directo o indirecto, y su estimulación es fundamental para muchas mujeres durante las relaciones sexuales. De hecho, la mayoría de los orgasmos femeninos están relacionados con la estimulación del clítoris, ya sea mediante el roce durante el coito, la estimulación manual o el uso de juguetes sexuales.
La abertura vaginal, también conocida como introito vaginal, es la entrada a la vagina, que conecta con el aparato reproductor interno. La vagina es un conducto muscular y elástico que cumple múltiples funciones, entre ellas facilitar el paso del flujo menstrual, la penetración y permitir el nacimiento de un bebé.
Durante la excitación sexual, la vagina se lubrica de manera natural, lo que facilita el coito y reduce la fricción. La lubricación vaginal también puede aumentar con el uso de lubricantes artificiales si es necesario.
El meato uretral es la pequeña abertura situada justo encima de la vagina por donde sale la orina. Aunque no tiene una función sexual directa, su proximidad a la vagina y al clítoris hace que a veces también se estimule durante las relaciones sexuales, lo que puede generar sensaciones placenteras en algunas mujeres.
A pesar de que los genitales femeninos se refieren específicamente a las estructuras externas de la vulva, es importante reconocer el papel de los órganos internos en la salud y el bienestar sexual. Los órganos del aparato reproductor interno, como el útero, las trompas de Falopio y los ovarios, no solo son fundamentales para la reproducción, sino que también influyen en la sexualidad femenina a través de las hormonas sexuales.
El útero es donde se desarrollará el embarazo en caso de fecundación, y está conectado a las trompas de Falopio, que son los conductos por los que viaja el óvulo desde los ovarios al útero.
Los ovarios producen tanto los óvulos como las hormonas sexuales (estrógenos y progesterona), las cuales regulan el ciclo menstrual y tienen un papel fundamental en el deseo y la respuesta sexual.
Estimulación según su anatomía
Cada parte de los genitales femeninos tiene un potencial erógeno, pero la respuesta al estímulo puede variar significativamente entre mujeres. El clítoris, como hemos mencionado, es la fuente principal de placer, pero hay otras áreas que también pueden generar una respuesta sexual placentera erótica.
El clítoris puede estimularse de manera directa (con el contacto manual o mediante la fricción durante las relaciones sexuales) o indirecta (por presión en los labios o movimientos de fricción). Dado que se trata de una estructura con una gran cantidad de terminaciones nerviosas, cada persona debe encontrar el tipo de estimulación que resulte más placentera, ya que un estímulo excesivo puede generar incomodidad.
El “punto G” es una región de la pared anterior de la vagina, cuya estimulación puede ser placentera para algunas mujeres. Este placer se debe a que con la estimulación de esta zona se accede a la estimulación de cara posterior del clítoris, que se encuentra de forma interna como hemos mencionado anteriormente. Es decir, la mayoría de la estimulación en los genitales, ya sea de forma externa o de forma interna, se debe a que se tiene un contacto directo con el clítoris.
La anatomía de los genitales femeninos es diversa, ya que cada mujer va a tener una sensación subjetiva según la zona estimulada. Pero esto no quiere decir que no se conozcan las zonas más sensibles y el porqué de esta sensibilidad. Para ello, se recomienda una autoexploración continua que haga conocer a cada mujer las respuestas sexuales de su propio cuerpo.
Formaciones sugeridas
Curso de Sexología Clínica y Terapia de Pareja (Titulación Universitaria + 8 Créditos ECTS)
Curso en Fisiología de la Mujer y Salud Hormonal
Referencias
Salamanca-Ospina, G., & González, E. F. (2019). Salud Sexual y Reproductiva en Mujeres Adolescentes. Revista de Salud Pública, 21(3), 349-359. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-03192019000300027&lang=es
Alarcón-Peña, V., & Ramos, M. (2021). Función reproductiva y sexual en el ciclo vital femenino. Revista Médica de Bolivia, 46(1), 79-88. http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1012-29662021000100016&lang=es
Velásquez, C., & Ruiz, F. (2019). Factores determinantes del bienestar sexual en la mujer. Revista de Psicología, 15(1), 123-133. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-71072019000100038&lang=es