La edición genética y su potencial para curar enfermedades
El proyecto genoma humano nos ha dado mucho
Nuestro conocimiento sobre la función de los genes ha ido en aumento desde que aquel ya lejano año 2000 donde se publicó el primer borrador del genoma humano. Esto ha supuesto un gran avance a diferentes niveles y sobre todo en relación con la influencia de los genes en la presencia y progresión de determinadas enfermedades.
Se sabe que muchas enfermedades están condicionadas por la presencia de variantes en determinados genes, es decir, que existe una predisposición genética. Si bien en la expresión de muchos genes intervienen también factores epigenéticos, cuando la enfermedad se está manifestando, ya no hay vuelta atrás… ¿O sí?
Las herramientas de la edición genética
Aquí entraría en juego la terapia génica. La terapia génica se vale de diversas herramientas, entre ellas la edición genética. La edición génica permite actuar directamente a nivel de la secuencia de ADN genómico con el fin de alterar o modificar una secuencia nucleotídica de forma dirigida.
Existen diversas técnicas de biología molecular que se pueden utilizar para editar el genoma de células somáticas, pero una de las más populares sería la CRISPR-Cas9. Esta técnica se deriva de un sistema inmune primitivo de procariotas. Las células, mediante este sistema, reconocen secuencias procedentes del genoma de virus cuando son infectadas. Estas secuencias se almacenan en el ADN genómico como ADN espaciadores. En el curso de una nueva infección por el mismo virus, estos ADN espaciadores se transcriben a ARN y mediante la ayuda de una caspasa (en este caso la caspasa 9) se reconocen las secuencias por homología y el ADN de los viriones es inactivado por roturas de doble cadena.
Este sistema ha sido adaptado de forma que se pueda utilizar para mutagénesis dirigida. Teniendo en cuenta la acción de las caspasas, se puede cortar en una región específica y se puede eliminar el fragmento donde se encuentra la mutación. Por recombinación homóloga podemos insertar un ADN sintético de interés. De esta forma, se puede corregir la versión mutada de un gen y sustituirla por una secuencia funcional que codifique una versión de la proteína que no se relacione con la enfermedad.
Enfermedades que ahora pueden ser curadas mediante edición genética
Ahora vamos a hablar de aquellas enfermedades que a día de hoy podrían curarse utilizando edición genética. Los cánceres relacionados con las células sanguíneas (la leucemia, el linfoma, el mieloma, el síndrome mielodisplásico, las enfermedades mieloproliferativas…) son los más frecuentemente tratados mediante terapia génica, obteniendo por lo general muy buenos resultados.
Existen varias formas para atajar el problema. La primera sería eliminar todas las células hematopoyéticas del paciente mediante radioterapia o quimioterapia. En este punto el paciente es vulnerable a infecciones, puesto que su sistema inmune se encuentra comprometido. Una vez hecho efectivo este proceso, se sustituyen las células cancerosas por células sanas, que han sido sometidas previamente a edición genética. Esto es en definitiva un trasplante de médula ósea. Al efectuar el trasplante de médula con células autólogas, la posibilidad de rechazo es prácticamente nula o inexistente.
Otra forma de combatir este tipo de afecciones es mediante la denominada terapia de células T con receptores quiméricos de antígeno (también denominada terapia CAR-T). En este caso se extraen las células T del paciente y se reprograman mediante ingeniería genética para reconocer específicamente a las células del cáncer. Algunas de las enfermedades que pueden tratarse mediante este procedimiento son la leucemia linfoblástica aguda de células B, el linfoma difuso de células B grandes, el linfoma mediastínico primario de células B y mielomas múltiples.
Existen otras muchas enfermedades sanguíneas que pueden tratarse mediante este tipo de terapias, como por ejemplo la anemia falciforme o la beta-talasemia. De un modo similar al descrito en el apartado anterior, se transfieren al paciente las células madre modificadas mediante edición genética.
En definitiva, se pueden poner muchos ejemplos de enfermedades para las que la edición genética se pone en práctica como maniobra curativa, pero la conclusión sigue siendo la misma; El genoma humano se puede manipular para superar diversas enfermedades. Todavía queda mucho que investigar al respecto, y se requieren de más ensayos clínicos que respalden la utilidad y sobre todo, la seguridad de estos tratamientos. En un futuro, posiblemente muchas de las enfermedades que a día de hoy se consideran mortales, podrían tener cura. Incluso algunas enfermedades crónicas, como el VIH podrían encontrar una cura definitiva.
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