Procedimiento de la fecundación in vitro: ¿Cuáles han sido sus últimos avances?
La medicina reproductiva ha tenido grandes avances en las últimas décadas. Mediante diversos procedimientos, cada vez es más sencillo ofrecer soluciones a personas que tienen problemas para concebir un bebé. En este contexto, el procedimiento de la fecundación in vitro (FIV) permite la unión de óvulos y espermatozoides fuera del útero, en un entorno controlado de laboratorio.
Este proceso, también conocido como fertilización in vitro, ha cambiado la manera en que abordamos la infertilidad. A lo largo de este artículo, exploraremos en detalle el proceso de la fecundación in vitro, desde sus fundamentos científicos hasta los avances tecnológicos que han permitido convertir este procedimiento en una esperanza tangible para muchas parejas en todo el mundo.
Escrito por María Fernanda Ramírez Ramos, periodista especializada en salud y redactora de INESALUD.
Fertilización In Vitro, un viaje esperanzador hacia la maternidad
La fertilización in vitro (FIV) es una técnica de reproducción asistida que ha brindado esperanza a muchas parejas que luchan contra la infertilidad. Se trata de conseguir unir un óvulo y un espermatozoide, por fuera del cuerpo femenino. La fecundación o fertilización se refiere al momento en que el espermatozoide se une y penetra en el óvulo. Este proceso meticuloso involucra varias etapas, desde la estimulación ovárica hasta la transferencia embrionaria.
¿Cómo se hace una Fertilización In Vitro?
El tratamiento de fecundación in vitro comienza con la estimulación ovárica, donde se administran medicamentos para aumentar la producción de óvulos. Por lo general, una mujer produce un óvulo al mes, pero en este proceso se busca que se produzcan más.
Este paso es esencial para garantizar una cantidad óptima de óvulos maduros para el proceso. Además, se realiza un seguimiento del proceso, con ecografías y exámenes de sangre.
Después, se retira el óvulo en un procedimiento conocido como aspiración folicular o punción ovárica. Los óvulos son extraídos del interior de los ovarios mediante una intervención quirúrgica mínimamente invasiva. Se administran medicamentos para evitar el dolor, no obstante, puede generar cólicos después.
Los óvulos extraídos se combinan con los espermatozoides en un entorno controlado, utilizando la técnica de la FIV. Este proceso de fertilización in vitro permite la creación de embriones saludables fuera del cuerpo. Posteriormente, los embriones se someten a un período de observación antes de seleccionar los más viables para la transferencia.
La transferencia embrionaria, un hito en el proceso, también llamado inseminación y fecundación, implica colocar cuidadosamente uno o más embriones en el interior del útero. Este paso crítico tiene como objetivo lograr una implantación exitosa y, con suerte, un embarazo saludable.
En EE.UU se desarrolla un enfoque no invasivo para predecir mejor la calidad de los embriones
Un equipo de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de California ha desarrollado una técnica que pretende mejorar la identificación de los mejores embriones para implantarlos. Este proceso es clave, pues muchas veces la mujer a quien se le implanta el óvulo, debe someterse a varios intentos y repetir el procedimiento.
El innovador método opera identificando diminutas partículas de material genético denominadas exARN, presentes en los medios líquidos donde se desarrollan los embriones en sus etapas tempranas. El proceso sería como hacer un "examen de sangre" al embrión, para buscar información a través del exARN. Así, sería mínimamente invasivo y no exigiría que las personas se sometieran a algún procedimiento en su cuerpo. No obstante, si podría mejorar la efectividad de este método de fecundación.
Beneficios y riesgos de la fecundación In Vitro
La FIV ha demostrado ser una técnica de reproducción asistida eficaz para muchas parejas. Las tasas de éxito varían, pero muchos profesionales consideran que la FIV es una opción viable para aquellos que no han logrado concebir de manera natural. El éxito depende de factores como la edad, la calidad del óvulo y el semen, las razones de la infertilidad, entre otras.
Por otra parte, la crio preservación o la capacidad de guardar embriones congelados también ha mejorado las posibilidades de éxito al permitir un tiempo adecuado para la preparación del útero y permite a las parejas realizar varios intentos de embarazo con los embriones previamente generados.
Sin embargo, como cualquier procedimiento médico, la FIV conlleva riesgos. El síndrome de hiperestimulación ovárica es un posible efecto secundario de la estimulación ovárica, que puede causar molestias y, en casos severos, requerir atención médica.
Asimismo, la congelación de óvulos, ofrece la posibilidad a muchas mujeres de guardar óvulos joven, posiblemente con mayor calidad, para posteriormente, cuando tenga más edad, hacer el procedimiento de fecundación in vitro.