Todo lo que debes saber sobre la retención de líquidos
Nuestro cuerpo realiza un sinfín de funciones que nos ayudan a mantener un correcto equilibrio y un estado de salud óptimo.
Sin embargo, hay ocasiones en las que este equilibrio se rompe y comienzan a desarrollarse determinados estados patológicos, como la retención de líquidos o edema, cuyas manifestaciones clínicas pueden ser hinchazón de piernas o tobillos, ganar peso de forma repentina o la aparición de celulitis.
Estamos compuestos por un 50-60 % de agua, la cual se encuentra dentro de nuestras células, en el compartimento intracelular y en el espacio que queda entre las células, llamado compartimento extracelular.
Escrito por Cristina García Serrano, docente de INESALUD especializada en Nutrición.
Vamos a verlos con mayor profundidad:
Compartimento extracelular
Los líquidos que se encuentran fuera de las células se encuentran alojados en este compartimento. El total de estos líquidos suele suponer el 20% del peso corporal. Los dos mayores compartimentos de son:
- El líquido intersticial, que es el líquido en el que se encuentran las células
- Y el plasma, que es el agua contenida en los vasos y cavidades cardíacas
Compartimento intracelular
El líquido intracelular constituye aproximadamente el 40 % del peso total. Y es aquel que se encuentra en el interior de las células y que está separado del líquido extracelular por la membrana celular, que es la que va a controlar el paso de distintas sustancias disueltas en ambos líquidos.
Y en el momento que se desequilibra el funcionamiento de estos dos compartimentos, se puede producir un aumento del líquido intersticial, lo que se traduce en una retención de líquidos e incluso desarrollo de edemas.
¿Cuáles son sus síntomas?
Como ya hemos visto, un edema es la acumulación excesiva de líquido en la piel, la cual adquiere un aspecto hinchado, y se acompaña de una excesiva retención de sodio (sal) y agua en los riñones
Los principales síntomas de que estamos sufriendo una retención de líquidos son los siguientes:
- Inflamación localizada en las extremidades, como por ejemplo en tobillos, piernas, manos, pero también pueden aparecer en párpados.
- Inflamación generalizada
- Ganancia de peso repentino o rápido
- Presión arterial elevada
- Menor flexibilidad de las articulaciones
- Menor cantidad de orina que lo habitual
- Aparición de celulitis edematosa.
- Presencia de fóvea, que es una depresión en la piel que se mantiene durante algún tiempo después de presionar con un dedo sobre la zona que presenta el edema
¿Cuáles son las causas que lo provocan?
Esta retención no se trata en sí de una enfermedad, sino de un síntoma de una gran variedad de patologías, que van desde situaciones totalmente benignas hasta otras más graves. Y para saber cómo tratarlas, debe consultar a su médico en primer lugar.
Entre las causas menos graves que producen esta acumulación excesiva de líquido podemos encontrar la toma de determinados medicamentos como antihipertensivos y antiinflamatorios no esteroideos, junto con corticoides y fármacos con estrógenos.
Otro motivo muy común es que se produzca por alteraciones hormonales y en la circulación sanguínea, como ocurre en el embarazo y en la fase premenstrual.
Y también, por un consumo excesivo de sal, tanto la sal de mesa como alimentos con un alto contenido de sodio, como el caso de alimentos procesados.
Y, por otro lado, podemos encontrar los edemas que se producen como consecuencia de patologías más graves como la insuficiencia cardíaca, la cirrosis hepática, el hipertiroidismo, el síndrome nefrótico o la insuficiencia renal.
Relación entre la retención de líquidos y la celulitis
Ambos términos están relacionados, pero es importante resaltar que no es lo mismo ni necesariamente una causa directa de la otra.
El problema de la retención de líquidos es que el sistema linfático presenta dificultades para drenar el líquido y esto conduce a la hinchazón. Y está localizada en piernas, manos, cuello o párpados.
Y la celulitis es un trastorno local del metabolismo del tejido subcutáneo que provoca una alteración en la estética de la superficie de la piel en zonas de la región pélvica, muslos y abdomen.
Y sus similitudes residen en varios aspectos como son:
- Inflamación: ambas cursan con infamación. Y la retención de líquidos puede causar hinchazón y presión en los tejidos, lo que puede agravar la apariencia de la celulitis.
- Estética: Cuando los tejidos están inflamados, estos pueden presionar a las células de grasa, lo que hace que la piel luzca un aspecto irregular y con hoyuelos
- Causas subyacentes similares: pueden estar relacionadas con problemas circulatorios, hormonales, factores genéticos o factores ambientales como estrés, dietas poco saludables o la falta de ejercicio físico.
Alimentación para la retención de líquidos
Como hemos visto anteriormente, uno de los principales motivos de esta retención es el consumo alto de sal en nuestra alimentación diaria.
El sodio aparece en nuestra alimentación a través de los alimentos (en los procesados es especialmente alto su contenido) y de la sal de mesa, pero además hay alimentos que naturalmente tienen, es decir, es un mineral presente en los alimentos de forma natural.
Por ello, si ingerimos alimentos frescos y naturales, evitaremos sobrepasar los límites recomendados a día por la OMS fijados en 5 g.
Además, la sal favorece la distorsión del sabor de los alimentos, lo que modifica el paladar, y genera la sensación de que los alimentos frescos están sosos y queremos añadir más sal.
Es fundamental seguir una dieta sana y equilibrada, para evitar la retención de líquidos y seguir estos consejos:
- Eliminar alimentos ultraprocesados, tanto dulces como salados
- No abusar de condimentos y salsa de soja
- Aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio como frutas, verduras, legumbres, frutos secos y hortalizas, ya que son considerados “alimentos diuréticos”, es decir, que ayudan a eliminar el líquido retenido
- Asegurar un buen estado de hidratación mediante la ingesta frecuente de agua.
- Realizar ejercicio de forma diaria, mantener las piernas en alto cuando se esté sentado y evitar pasar muchas horas sentado o tumbado.
- Evitar la toma de pastillas diuréticas sin prescripción médica
En resumen, la retención de líquidos puede aparecer como consecuencia de una mala dieta, y hacer un cambio en tus cambios alimentarios puede ayudarte a prevenir este problema. Sin embargo, si la retención persiste a pesar de estos consejos, es importante acudir a tu médico para hacer un correcto diagnóstico y tratamiento.
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