80 millones de personas sufren de adicción al juego ¿Cuáles son sus consecuencias?
Si piensas en la adicción al juego y las apuestas, ¿qué viene a tu cabeza? Si piensas en personas en un casino, apostando grandes cantidades de dinero, probablemente imagines a un hombre de mediana edad, con traje y corbata, fumando un cigarro y bebiendo whisky. Alguien que ha perdido el control de su vida y que está dispuesto a arriesgarlo todo por una gran ganancia. Esta imagen, aunque común en el cine y la televisión, es una simplificación excesiva de la realidad.
Por suerte, existen análisis científicos que han estudiado el fenómeno de la ludopatía para entender sus consecuencias para la salud pública.
La industria mundial del juego está en plena expansión y, según el último análisis publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet, las pérdidas netas de los consumidores podrían alcanzar los 700.000 millones de dólares para 2028.
Este crecimiento explosivo se atribuye al auge del juego en línea, a la fácil accesibilidad desde dispositivos móviles y a la expansión de la legalización en todo el mundo, especialmente en países de ingresos bajos y medios. No obstante, este fenómeno plantea una serie de riesgos y efectos adversos, tanto para los jugadores como para la sociedad en general.
La digitalización ha revolucionado el sector de los juegos de azar, integrándolo con tecnologías de la información, redes sociales y servicios de tecnología financiera. Esta red interconectada permite a las compañías de juego atraer a millones de usuarios, promocionando sus productos en plataformas de medios y redes sociales, además de su presencia en eventos deportivos y otros espacios públicos.
Sin embargo, como señala The Lancet, la facilidad de acceso y la rapidez con la que se puede apostar en línea se han convertido en factores de alto riesgo. Las y los expertos advierten que, aunque el juego es legal en más del 80 % de los países, las regulaciones en muchos de ellos son débiles o inexistentes, lo que facilita que la industria se expanda sin mayores limitaciones.
Estrategias de marketing y su impacto en el comportamiento de los consumidores
Una de las principales tácticas que utiliza la industria del juego es la alianza con organizaciones deportivas y redes sociales para atraer audiencias masivas. Los productos de apuestas en línea son diseñados para ser rápidos e intensivos, con opciones como las apuestas en vivo, lo que ha aumentado la frecuencia y la prevalencia del juego, particularmente entre los jóvenes y usuarios de plataformas digitales.
Además, el informe de The Lancet destaca que estas empresas utilizan datos en línea para adaptar sus estrategias de marketing, logrando captar la atención de los consumidores y prolongando su tiempo de juego mediante campañas segmentadas y venta cruzada de productos.
Los expertos señalan que estas tácticas, similares a las empleadas por industrias de productos potencialmente adictivos, como el tabaco o el alcohol, buscan mantener al consumidor comprometido a través de la interacción constante en sus plataformas.
Efectos en la salud y el bienestar: Un problema de salud pública
La investigación muestra que los efectos nocivos del juego van más allá del trastorno de juego patológico, porque impacta en el bienestar de las familias y las comunidades de quienes participan en este tipo de actividades. Las apuestas constantes y el fácil acceso han multiplicado las consecuencias negativas, como el endeudamiento, la ansiedad y el estrés.
En países con regulaciones limitadas, el impacto social es aún mayor, debido a la falta de protección para las y los consumidores más vulnerables.
The Lancet hace un llamado de atención, pues destaca que la actual falta de regulaciones efectivas y de programas de prevención está dejando a las personas en situación de riesgo. Según el estudio, las políticas existentes, en su mayoría, responsabilizan al individuo, mientras que se presta poca atención al rol de la industria y sus prácticas de promoción agresivas.
Trastorno del juego
En la actualidad, el trastorno del juego está formalmente reconocido como un problema de salud mental, clasificado como una adicción tanto en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud, como en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. Estos diagnósticos consideran el trastorno del juego como una condición debido a conductas adictivas, comparándola con otros tipos de adicciones comportamentales y sus efectos en la salud física y mental.
Aunque los estudios epidemiológicos se han centrado en medir el juego desordenado—el patrón de juego que podría conducir a un diagnóstico clínico de trastorno del juego—este solo representa una pequeña fracción de los individuos afectados. Las estimaciones de juego desordenado varían entre regiones y pueden oscilar entre el 0,1% y el 5,8% de la población general, incluidos aquellos que no participan activamente en el juego. Sin embargo, las consecuencias negativas del juego no se limitan a este grupo clínico, ya que afectan a un rango más amplio de consumidores, incluyendo a quienes no cumplen los criterios diagnósticos de un trastorno pero que desarrollan patrones de comportamiento que los ponen en riesgo.
La CIE-11, en particular, reconoce una categoría intermedia denominada juego peligroso, caracterizada por un patrón de juego que, sin cumplir los requisitos para ser clasificado como trastorno, sí implica un riesgo elevado de consecuencias perjudiciales para la salud. Estos patrones de juego de riesgo pueden desencadenar daños no solo en el jugador, sino también en su entorno social, afectando a familiares, amigos y comunidades.
Este juego de riesgo plantea desafíos significativos para los sistemas de salud, ya que las personas afectadas requieren apoyo y asesoramiento profesional, incluso si su condición no llega a un diagnóstico formal de trastorno del juego. Los efectos incluyen un espectro de daños psicológicos, como la ansiedad y la depresión, además de problemas financieros, sociales y familiares que pueden empeorar con el tiempo.
La necesidad de una regulación global
Dada la naturaleza transfronteriza del juego en línea, The Lancet propone una regulación internacional coordinada que aborde esta problemática desde la salud pública. La comisión multidisciplinaria que trabajó en el informe enfatiza la urgencia de establecer políticas centradas en la prevención de daños y en la protección de la salud, independientemente de los intereses comerciales de la industria.
La falta de atención al tema por parte de los gobiernos se ha traducido en un vacío regulatorio que la industria ha sabido aprovechar en su beneficio, y la situación exige ahora acciones rápidas y coordinadas a nivel mundial.
Recomendaciones: Una acción global para un problema global
Para enfrentar la creciente amenaza del juego en línea, la Comisión de Salud Pública de The Lancet insta a la implementación de medidas restrictivas y controles mucho más estrictos sobre la industria. Las recomendaciones van desde un mayor control publicitario hasta políticas específicas de intervención y prevención del daño, apoyadas por programas de tratamiento para aquellos afectados.
El informe concluye que abordar el problema del juego es un esfuerzo colectivo que requiere la colaboración de los gobiernos, los reguladores y la sociedad en general. Solo a través de un marco regulatorio fortalecido y coordinado se podrán mitigar los efectos negativos del juego en la población global.
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Máster en Evidencias y Publicaciones Científicas en Salud + 60 Créditos ECTS
Referencias
Wardle, H., Degenhardt, L., Marionneau, V., Reith, G., Livingstone, C., Sparrow, M., Tran, L. T., Biggar, B., Bunn, C., Farrell, M., Kesaite, V., Poznyak, V., Quan, J., Rehm, J., Rintoul, A., Sharma, M., Shiffman, J., Siste, K., Ukhova, D., … Saxena, S. (2024). The Lancet Public Health Commission on gambling. The Lancet. Public Health. https://doi.org/10.1016/s2468-2667(24)00167-1