El síndrome del opositor: entre la autoexigencia y el agobio
Conozcamos a David, un joven decidido y ambicioso, quien decidió preparar unas oposiciones para alcanzar sus metas profesionales. Pese a la motivación y entusiasmo que tenía por cumplir sus sueños, empezó a sentir una serie de síntomas físicos y emocionales que empezaron a hacer mella en su vida. La idea de no alcanzar sus objetivos lo mantenía despierto por las noches y el miedo a fallar comenzó a asediarlo. David estaba teniendo el síndrome del opositor.
Escrito por María Fernanda Ramírez Ramos, periodista especializada en salud y redactora de INESALUD.
El "síndrome del opositor" es como popularmente se le llama a una serie de síntomas que manifiestan las personas que se encuentran preparando unas oposiciones. Está relacionado con la frustración, el estrés académico, la ansiedad, el miedo, el agobio, la autoestima y la autoexigencia.
Aunque la literatura académica no recoge el término "síndrome del opositor" o se encuentra en los manuales de psicología clínica, se trata de un fenómeno que no se puede desconocer. Y es que en un mundo altamente exigente y competitivo, quienes preparan unas oposiciones pueden enfrentarse a diversas situaciones que deterioran su bienestar.
Si estás opositando, alguna vez lo hiciste o conoces a alguien que está pasando por el proceso, sabrás que no se trata de un periodo fácil. Una persona se dedica a preparar sus oposiciones entre 6 y 24 meses, dependiendo del grado de dificultad. Asimismo, desde el momento en que se toma la decisión de presentarse a unas oposiciones hasta el momento que se consigue una plaza, puede pasar mucho tiempo y varios “fracasos” con un puntaje no esperado.
Por esta razón, es usual que existan momentos de incertidumbre, en los cuales te preguntes sobre si estás en el camino correcto. Aparecen dudas acerca de si esto es realmente lo que deseas hacer, o si eres lo suficientemente válido para lograrlo. Estas preguntas dando vueltas en tu cabeza pueden ser abrumadoras.
Has trazado un plan para tu futuro y, de repente, la posibilidad de no alcanzarlo amenaza con desmoronar tus aspiraciones. Como consecuencia, tienes que lidiar con una profunda frustración. Y sí, una nota o calificación puede ejercer una influencia poderosa en nuestro bienestar emocional y autoestima. Sin embargo, es importante tener estrategias de regulación emocional. Durante las oposiciones, no solo es importante trabajar en lo académico, sino también en lo emocional.
Síntomas físicos del síndrome del opositor
La aparición de síntomas físicos es una de las señales más evidentes del síndrome del opositor. Los dolores de cabeza se convierten en compañeros frecuentes de aquellos que dedican horas interminables a estudiar y prepararse para los exámenes.
Asimismo, los problemas digestivos, como la gastritis, el estreñimiento o la diarrea, también son comunes, ya que el estrés y la ansiedad pueden afectar el sistema gastrointestinal. Además, puede presentarse dolor muscular y tensión, así como una sensación de agotamiento.
Por otra parte, es común que en el síndrome del opositor se presente insomnio o problemas para dormir. Esto se acompaña de pensamientos constantes e invasivos sobre el futuro. Incluso, en algunas ocasiones, se pueden presentar condiciones dermatológicas, como dermatitis, resultado del estrés prolongado.
El aislamiento social: un sentimiento de soledad
El aislamiento social es otro aspecto destacado de la vida de un opositor. La dedicación requerida para preparar las oposiciones a menudo significa sacrificar tiempo con amigos y familiares. Se requiere de mucha disciplina que hace que se recorten espacios de ocio y entretenimiento.
Por esta razón, la sensación de soledad puede intensificarse a medida que el opositor se sumerge en su mundo de libros y apuntes. La incapacidad de desconectar de la oposición puede llevar a un sentimiento abrumador de aislamiento. Por esta razón, es fundamental mantener un balance entre la preparación académica y los momentos de descanso y esparcimiento.
¿Cómo ayudar a una persona que oposita?
Si conoces a alguien que está lidiando con el síndrome del opositor, hay varias formas en las que puedes brindar apoyo:
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Escucha activa: a veces, todo lo que alguien necesita es alguien con quien hablar. Escucha con empatía y muestra interés genuino en su progreso y sus preocupaciones.
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Anima el autocuidado: anima al opositor/a a cuidar de su bienestar físico y mental. Esto puede incluir hacer ejercicio regularmente, meditar o buscar apoyo profesional si es necesario.
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Proporciona distracciones saludables: ayuda a la persona a encontrar momentos para desconectar y relajarse. Actividades como caminar al aire libre, practicar un hobby o simplemente ver una película pueden ser beneficiosas.
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Comparte recursos de apoyo: investiga y comparte recursos y grupos de apoyo relacionados con las oposiciones. La comunidad puede ofrecer un valioso sentido de pertenencia y comprensión mutua.
Si identificas que te encuentras pasando un mal momento y que puedes tener el síndrome del opositor, recuerda que lo más adecuado es buscar ayuda profesional. Visitar a un/a psicólogo/a es una excelente idea. Asimismo, si eres profesional sanitario, un especialista en coaching sanitario puede responder a tus necesidades de forma más adecuada, ya que conoce la situación del sector y las necesidades específicas.
Asimismo, recuerda que en INESALUD, encontrarás una serie de artículos que pretenden brindar información útil sobre las oposiciones. Por otra parte, también contamos con una amplia oferta de cursos baremables que te ayudarán a sumar puntos en tus oposiciones.