Explorando el mundo de la hematología, la especialidad del hematólogo
¿Sabías que más de la mitad del cuerpo es plasma? Esta es la parte líquida de la sangre que contiene los glóbulos rojos, los blancos o leucocitos y las plaquetas. Y es que cada minuto, los glóbulos rojos recorren el cuerpo llevando nutrientes y oxígeno a cada parte.
La hematología es la rama de la medicina que se dedica al estudio de la sangre y sus diversos componentes. Entonces, un/a hematólogo/a es un/a especialista que se dedica al análisis de la sangre y al estudio del sistema hematológico. Así, estudia, diagnostica y trata las enfermedades relacionadas con los ganglios linfáticos, la médula ósea, el bazo y las células de la sangre.
¿Qué enfermedades trata un hematólogo?
La principal función de un hematólogo es el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades hematológicas. En términos sencillos, se puede decir que su labor se centra en comprender las enfermedades de la sangre y los órganos que intervienen en su producción.
Esta sustancia vital no solo transporta el oxígeno a través de los glóbulos rojos, sino que cumple una función fundamental en la nutrición y la eliminación de desechos.
Los análisis clínicos enviados por estos profesionales, les permiten encontrar información sobre los glóbulos blancos, células sanguíneas y otros componentes de la sangre. De esta forma, pueden diagnosticar anormalidades y enfermedades. Algunas de las enfermedades que trata un/a médico hematólogo son:
Leucemia
Una forma de cáncer que afecta a la médula ósea y provoca la producción descontrolada de glóbulos blancos anormales.
Linfomas
Cánceres que se originan en el sistema linfático, específicamente en los ganglios linfáticos. Afectan la producción y función de los linfocitos.
Anemia
Condición caracterizada por una disminución en el número de glóbulos rojos o en la cantidad de hemoglobina. Esto resulta en una capacidad reducida para transportar oxígeno a los tejidos.
Trombocitopenia
Una enfermedad en la que hay una disminución anormal de plaquetas en la sangre. Entre sus consecuencias, pueden presentarse hematomas, sangrado excesivo y problemas de coagulación.
Hemofilia y otros trastornos hemorrágicos
Un trastorno genético que afecta la capacidad de coagulación de la sangre. Esto puede causar sangrados excesivos y prolongados ante alguna lesión, herida o cirugía.
Mieloma múltiple
Un tipo de cáncer que afecta las células plasmáticas en la médula ósea y le hace producir un exceso de `proteínas anormales.
Trombosis
Es una condición en la que se forman coágulos sanguíneos inapropiados. Dichos coágulos pueden bloquear los vasos sanguíneos y, en consecuencia, producirse ataques cerebrovasculares, flebitis y un aumento el riesgo de ataques cardíacos.
Policitemia vera
Es un tipo raro de cáncer en el cual la médula ósea produce un exceso de eritrocitos (patognomónico), de leucocitos y de plaquetas. Así, el volumen de sangre se expande y a su vez, puede llevar a una insuficiencias en la médula ósea
Talasemia
Una enfermedad genética que afecta la producción de hemoglobina, causando anemia y, en casos graves, daño en órganos debido a una acumulación de hierro.
Asimismo, un/a hematólogo/a es quien realiza los trasplantes de médula ósea y trasfusiones sanguíneas. Su trabajo es esencial en el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades.
A su vez, en el servicio de hematología existen subespecialidades que se enfocan en áreas específicas y requieren conocimientos más profundos. Por ejemplo, hay especialistas en hematología pediátrica o en oncología. Es preciso recordar que la leucemia, por ejemplo, es el tipo más común de cáncer en niñas, niños y adolescentes.
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Herramientas diagnósticas de los/as hematólogos
Los/as hematólogos/as utiliza diversas herramientas para diagnosticar y tratar las enfermedades de la sangre. Algunas de las técnicas más comunes incluyen:
- Análisis de sangre: Se evalúan los componentes sanguíneos para detectar anomalías.
- Citometría de flujo: Permite analizar las características de las células de la sangre a nivel individual.
- Biopsias: Se extraen muestras de médula ósea o ganglios linfáticos para un estudio diagnóstico.
- Estudios de coagulación: Se evalúa la capacidad de la sangre para coagular.
- Imagenología: Se utilizan técnicas como la resonancia magnética y la tomografía computarizada para visualizar los órganos hematopoyéticos.
Realizarse los controles médicos y exámenes de sangre de laboratorio es fundamental. Los análisis de sangre son herramientas fundamentales para detectar posibles problemas hematológicos. Estos procedimientos permiten evaluar la cantidad y calidad de las células sanguíneas, identificar posibles anomalías y rastrear la progresión de enfermedades hematológicas.
¿Cuándo hay que ir a un hematólogo?
La visita a un hematólogo o hematólogo pediatra se vuelve imperativa cuando surgen inquietudes sobre posibles trastornos hematológicos.
Si experimentas síntomas inexplicables, como fatiga persistente, moretones frecuentes e inexplicables, ganglios inflamados, pérdidas de peso repentinas o trastornos hemorrágicos, es hora de considerar una consulta con este especialista. Muchas enfermedades relacionadas con la sangre no tienen unos síntomas tan evidentes en sus primeras etapas, por lo que seguir chequeos médicos recurrentes es crucial para prevenir e identificar a tiempo cualquier anormalidad.
Formaciones que te recomendamos
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