Foliculitis
La foliculitis es una afección cutánea común caracterizada por la inflamación de los folículos pilosos. Puede darse en cualquier parte del cuerpo donde crezca vello, pudiendo aparecer pequeñas espinillas o protuberancias rojas, picor o prurito y a veces dolor.
Causas de la foliculitis
La foliculitis puede originarse como consecuencia de infecciones bacterianas. Particularmente, la ocasionada por Staphylococcus aureus, es la más habitual, ya que esta bacteria se puede encontrar en la piel. Así mismo, Staphylococcus epidermidis y Pseudomonas aeruginosa pueden producir también inflamación del folículo. Por otra parte, también pueden estar involucrados hongos, como Malassezia, resultando en una foliculitis de carácter fúngica.
Además, esta afección cutánea puede ser causada por otros factores como la irritación física, vellos encarnados o por el bloqueo de los folículos pilosos.
Factores de riesgo
La foliculitis puede afectar a cualquiera, si bien es cierto que algunos factores pueden incrementar el riesgo de desarrollar este problema. Estas variables incluyen:
- Uso habitual de ropa ajustada y de tela que favorezca la retención de calor y la humedad.
- Baños en jacuzzis, bañeras de hidromasaje o piscinas públicas que no están bien cuidadas o mantenidas.
- Afeitado, depilación con cera, empleo de aceites, peinados que ejercen presión, o uso de pelucas que pueden dañar los folículos pilosos.
- Utilización de algunos medicamentos por vía tópica como las cremas con corticoides tipo prednisona. Los antibióticos para el acné utilizados por largos períodos de tiempo y algunos principios activos usados en quimioterapia también son factores que pueden predisponer a la aparición de foliculitis.
- Condiciones médicas como la dermatitis, la hiperhidrosis o sudoración excesiva, la diabetes, VIH/SIDA u otras enfermedades que comprometen el sistema inmunológico, lo que disminuye la resistencia a las infecciones.
Prevención de la foliculitis
Para intentar evitar la aparición de la foliculitis se recomendará tener en cuenta las siguientes acciones:
- Lavar la piel con regularidad, evitando compartir los paños o toallas utilizados para ello. Así mismo, éstos deben estar limpios.
- Lavar la ropa regularmente, para eliminar la grasa que pueda estar adherida y que puede bloquear los folículos pilosos.
- Evitar la fricción o la presión de la ropa ajustada sobre la piel. Respecto al modo de secarse, se recomienda hacerlo con suaves toques sobre la piel, evitando la fricción de las toallas.
- En la medida de lo posible, se recomienda evitar rasurar la piel y en caso de hacerlo hay que guardar sumo cuidado, intentando ablandar el pelo con agua tibia previamente.
Tratamiento de la foliculitis
Por tanto, en caso de presentar esta afección, el tratamiento variará según la gravedad y la causa subyacente. Para casos leves, medidas como compresas tibias y evitar el afeitado pueden ser suficientes.
En casos más severos y recurrentes, puede ser necesario consultar a un dermatólogo para una evaluación y tratamiento adicional. En este contexto, puede ser necesario la aplicación de medicamentos tópicos o antibióticos orales para combatir la infección.
Además, en situaciones crónicas, se pueden considerar opciones como la terapia con láser o la IPL, ya que puede ayudar a destruir las bacterias o los hongos responsables de la infección, reduciendo así la inflamación y mejorando la apariencia de la piel afectada.