Impotencia
La impotencia, también conocida como disfunción eréctil, es más común en hombres mayores de 40 años. Entre los 40 y 70 años, se estima que 30 de cada 100 hombres experimentan algún grado de disfunción eréctil, con diferentes niveles de severidad.
En los últimos años, también se ha observado un aumento de casos en hombres más jóvenes. Aunque los hombres jóvenes suelen tener una respuesta sexual más fuerte que los de mayor edad, factores como el estrés, la falta de educación sexual, problemas personales en el ámbito psicológico y sexual, falsas expectativas sobre el sexo impulsadas por los medios o redes sociales, o incluso antecedentes de abuso, pueden contribuir al desarrollo de disfunción eréctil.
Qué es la disfunción erectil
Desde el punto de vista sexual, la impotencia, también conocida como disfunción eréctil, se refiere a la incapacidad persistente o recurrente de un hombre para lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual satisfactoria. Este problema puede tener causas tanto físicas (problemas cardiovasculares, hormonales, neurológicos, etc.) como psicológicas (estrés, ansiedad, depresión, entre otras).
La impotencia sexual puede afectar significativamente la autoestima, las relaciones de pareja y el bienestar emocional, generando sentimientos de frustración, vergüenza o inseguridad. Es una condición tratable que puede abordarse desde enfoques médicos y terapéuticos, dependiendo de sus causas.
Además de los factores físicos y psicológicos que pueden causar impotencia, también es importante considerar que la disfunción eréctil puede estar influenciada por aspectos sociales y relacionales. Las expectativas culturales, las presiones relacionadas con el rendimiento sexual o los problemas en la dinámica de pareja pueden contribuir a la aparición o mantenimiento del problema.
Tratamiento para la disfunción erectil
La ayuda psicológica es recomendable en hombres de menos de 40 años, ya que en estos casos la causa de la enfermedad suele ser psicológica. Incluso en casos de impotencia/disfunción eréctil por problemas físicos, muchos hombres necesitan ayuda psicológica para poder superar problemas de autoestima derivados de esta enfermedad.
El tratamiento de la impotencia suele ser multidisciplinario, combinando enfoques médicos (medicación, cambios en el estilo de vida) con terapia psicológica o terapia de pareja para abordar los factores emocionales y relacionales. Es fundamental desestigmatizar el tema y promover la búsqueda de ayuda profesional, ya que muchas veces los hombres evitan hablar del problema por vergüenza, lo que puede empeorar la situación.
Tipos de disfución erectil
Se distinguen diferentes tipos de disfunción eréctil:
Impotencia coeundi: incapacidad para mantener un coito.
Impotencia erigerandi: incapacidad para lograr la erección del pene.
Impotencia generandi: incapacidad para procrear, aunque se produzca la penetración.
Impotencia psíquica: cuando el problema de erección se debe a problemas mentales.
Y para finalizar, clasificamos para distinguir los distintos tipos de disfunción eréctil:
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Leve
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Moderada.
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Grave.