Nevus

Los nevus, más conocidos como lunares, son lesiones benignas que aparecen en la piel de muchas personas desde su nacimiento. Es habitual que se desarrollen diferentes tipos de nevus a lo largo de la vida de una persona por factores como la genética y la exposición solar. Pero, ¿sabes cómo identificar los que podrían presentar riesgos para la salud, como el cáncer de piel?

Nevus, ¿Por qué aparecen?

Los nevus son lesiones pigmentadas en la piel, causadas por la acumulación de melanocitos, las células responsables de la pigmentación. Aunque la mayoría de estos lunares son benignos, algunos pueden evolucionar y volverse peligrosos.

Nevus

 

Tipos de nevus

Existen diferentes tipos de nevus, cada uno con unas características particulares. Los principales tipos son:

  • Nevus melanocíticos: Son los más comunes y se desarrollan debido a la acumulación de melanocitos en la piel. Estos lunares suelen ser de forma redonda u ovalada, con bordes bien definidos y un color uniforme.
  • Nevus congénitos: Estos lunares están presentes desde el nacimiento y pueden variar en tamaño y forma. A menudo son más grandes que los nevus adquiridos con el tiempo, y algunas veces pueden ser más propensos a desarrollar cambios malignos con la edad.
  • Nevus displásico: Este tipo de nevus es clínicamente atípico, lo que significa que no sigue las características típicas de los lunares comunes. Los nevus displásicos pueden tener bordes irregulares y colores variados. Son los que más riesgo tienen, ya que podrían derivar en melanoma, un tipo de cáncer de piel.

Riesgos relacionados con la exposición solar intensa

La exposición solar intensa y recurrente es uno de los factores que más influye en el desarrollo de lesiones pigmentadas en la piel. Las personas que se exponen al sol sin protección durante años tienen un mayor riesgo de desarrollar nevus atípicos o incluso melanoma.

La radiación ultravioleta (UV) daña el ADN de las células de la piel, lo que puede alterar la estructura de los melanocitos y dar lugar a la aparición de nuevos lunares, o a cambios en los nevus preexistentes. En especial, la exposición solar durante la niñez y adolescencia puede aumentar el riesgo de desarrollar tipos de nevus displásicos o con características preocupantes.

¿Cómo saber si los nevus de riesgo?

Es importante aprender a reconocer las características de los nevus que podrían ser peligrosos. Algunos signos de alerta incluyen:

  • Forma irregular: Si el nevus tiene una forma asimétrica o irregular, esto podría ser un indicio de que está cambiando.
  • Bordes irregulares: Un nevus con bordes difusos o irregulares puede ser un signo de que está evolucionando.
  • Cambios en el color: Si el color del nevus se vuelve desigual o aparecen áreas de colores más oscuros o más claros, esto podría ser un síntoma de que se está transformando.
  • Tamaño y crecimiento rápido: Los nevus que crecen rápidamente o tienen un tamaño significativamente mayor que el promedio deben ser evaluados por un dermatólogo.
  • Lesión pigmentada: Cualquier lesión pigmentada que cambie de apariencia con el tiempo debería ser analizada por un profesional.

Nevus y Cáncer de Piel

La mayoría de los nevus son benignos y no representan un riesgo para la salud. Sin embargo, los nevus displásicos o atípicos pueden ser más propensos a convertirse en melanoma, un tipo agresivo de cáncer de piel. Si un nevus presenta características como forma irregular, bordes irregulares o cambios de color, debe ser evaluado por un dermatólogo para determinar si es necesario realizar una biopsia o tratamiento.

El melanoma es el tipo de cáncer de piel más peligroso, ya que puede diseminarse a otras partes del cuerpo si no se detecta y trata a tiempo. Realizar revisiones periódicas o consultar a un dermatólogo ante cualquier cambio sospechoso en un nevus es fundamental para prevenir complicaciones.

¿Cuándo consultar a un dermatólogo?

Aunque la mayoría de los nevus no requieren tratamiento, cualquier cambio en su apariencia debe ser motivo de consulta médica. Los nevus con bordes irregulares, forma irregular o que cambian de color pueden ser más peligrosos. Además, si experimentas dolor, sangrado o picor en un nevus, es importante que un profesional lo valore.