Osteoporosis

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 1710 millones de personas tienen trastornos músculo-esqueléticos en el mundo. Además, estoy constituyen la principal causa de discapacidad. En este grupo, encontramos la osteoporosis, una enfermedad que ataca a los huesos. 

La osteoporosis es una enfermedad que afecta a los huesos, haciéndolos más débiles y propensos a fracturas. Si imaginamos los huesos como esponjas, en la osteoporosis, estas esponjas pierden densidad y se vuelven más frágiles.

Con el tiempo, esta pérdida de masa ósea, que suelen padecerla las personas mayores de 60 años, puede llevar a fracturas, incluso con golpes leves o caídas. Por tal razón, puede causar dificultades en la movilidad, la autonomía y el funcionamiento general. 

Síntomas de la osteoporosis

A lo largo de la vida, en los huesos se produce un proceso de constante renovación. No obstante, con la edad, u otros factores, se puede generar un desequilibrio entre la formación ósea y la reabsorción ósea.

Lo más desafiante de la osteoporosis es que, en sus primeras etapas, suele no presentar síntomas. En sí misma, no causa dolor o malestar. Por esta razón, muchas personas no saben que la padecen hasta que sufren una fractura, a menudo en la muñeca, columna vertebral o cadera. Las fracturas vertebrales, por ejemplo, pueden causar dolor de espalda y pérdida de altura.

Así, con el avance de la osteoporosis y las posibles facturas, las personas (en su mayoría mujeres) pueden manifestar fuertes dolores de espalda o cadera. A su vez, cuando las vértebras sufren de hundimiento, la columna puede empezar a encorvarse y generar más dolor. 

Causas de la osteoporosis

Esta enfermedad se desarrolla cuando los procesos de formación y reabsorción ósea se descompensan, ya sea por una disminución en la producción de hueso nuevo, un aumento en la destrucción del hueso existente, o una combinación de ambos.

Suele estar relacionada con los niveles hormonales, de vitamina D y de calcio. Diversos factores pueden aumentar el riesgo de padecer osteoporosis:

  • Edad: A medida que envejecemos, es natural perder cierta cantidad de masa ósea. Sin embargo, este proceso se acelera en algunas personas.
  • Sexo: Las mujeres, especialmente después de la menopausia, tienen un mayor riesgo debido a la disminución de los niveles de estrógeno, una hormona que ayuda a mantener los huesos fuertes.
  • Antecedentes familiares: Si tienes familiares cercanos que han sufrido fracturas por osteoporosis, es más probable que tú también la desarrolles.
  • Estilo de vida: El consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo y una dieta baja en calcio y vitamina D pueden debilitar los huesos.
  • Medicamentos: Algunos medicamentos, como los corticosteroides, pueden aumentar el riesgo de osteoporosis.
  • Extrema delgadez: las personas muy delgadas corren un mayor riesgo de sufrir de osteoporosis

Diagnóstico de la osteoporosis

Por lo general, las mujeres mayores de 65 años o menores de esta edad que ya hayan pasado la menopausia son incluidas en planes de revisión y prevención de la osteoporosis.

La herramienta de diagnóstico más común y confiable para la osteoporosis es la densitometría ósea. Este examen utiliza rayos X de baja dosis para medir la densidad mineral ósea (DMO) en diferentes partes del cuerpo, generalmente en la columna vertebral y la cadera.

  • ¿Cómo funciona? Durante la prueba, te acuestas sobre una mesa acolchada mientras un escáner pasa por encima de tu cuerpo. La cantidad de radiación utilizada es muy baja y el procedimiento es indoloro.
  • ¿Qué significa el resultado? Los resultados se comparan con unos de referencia establecidos. Si la DMO es significativamente menor, puede indicar osteoporosis.

Aunque la densitometría ósea es la prueba principal, en algunos casos, los médicos pueden solicitar otros exámenes para confirmar el diagnóstico o evaluar el riesgo de fracturas:

  • Radiografías: Si ya has sufrido una fractura, las radiografías pueden ayudar a evaluar el daño óseo y confirmar la osteoporosis.
  • Análisis de sangre: Se pueden realizar análisis de sangre para evaluar los niveles de calcio, vitamina D y otras sustancias relacionadas con la salud ósea.
  • Resonancia magnética (RMN): En algunos casos, la resonancia magnética puede proporcionar imágenes más detalladas de los huesos, especialmente de la columna vertebral.

Tratamiento y prevención de la osteoporosis

El tratamiento de la osteoporosis se centra en prevenir nuevas fracturas y fortalecer los huesos. Algunas opciones incluyen:

  • Medicamentos y suplementos: Existen diversos medicamentos que pueden ayudar a aumentar la densidad mineral ósea y reducir el riesgo de fracturas. Algunas mujeres puedes recibir recomendaciones por parte de sus médicos/as de tomar suplementos de vitaminas y calcio para fortalecer su sistema óseo durante la menopausia. 
  • Cambios en el estilo de vida: Adoptar una dieta rica en calcio y vitamina D, realizar ejercicio regularmente, dejar de fumar y controlar la cantidad de consumo de alcohol son medidas fundamentales.
  • Realizar ejercicio y terapia física: Ejercitarse es crucial para mantener una buena salud músculo-esquelética. En consecuencia, el acompañamiento de un fisioterapeuta para realizar ejercicios adecuados para la edad y estado de la osteoporosis, así como en la prevención, es fundamental. Los ejercicios de sobrecarga, como subir escaleras, son claves. Además, puede ser necesario un entrenamiento para mejorar la postura y aprender a hacer actividades del día a día con mayor seguridad para evitar fracturas. 
  • Reducción del riesgo de caídas: Evaluar el entorno del hogar y utilizar dispositivos de asistencia pueden ayudar a prevenir caídas.