Paracentesis
Qué es una paracentesis
La paracentesis es un procedimiento médico invasivo que consiste en la punción de la cavidad peritoneal mediante una aguja o catéter para extraer líquido acumulado, conocido como ascitis. Este procedimiento tiene múltiples aplicaciones diagnósticas y terapéuticas, siendo comúnmente utilizado en pacientes con enfermedades hepáticas avanzadas, infecciones abdominales o sospecha de malignidad.
Cuándo se usa la paracentesis
La paracentesis puede utilizarse para realizar un diagnóstico de la causa de la ascitis, detectar infecciones como la peritonitis bacteriana espontánea, evaluar la presencia de células cancerígenas en el líquido ascítico o diferenciar entre ascitis de origen transudativo y exudativo.
Por otro lado, también podemos utilizar la paracentesis de forma terapéutica para aliviar síntomas como disnea, distensión abdominal y dolor asociados con ascitis masiva o recurrente, especialmente en pacientes con cirrosis descompensada o malignidad peritoneal.
¿Es la paracentesis un método seguro?
Aunque generalmente es un procedimiento seguro, existen contraindicaciones como alteraciones de la coagulación, infección en el sitio de punción, embarazos avanzados o masas abdominales grandes o en obstrucciones intestinales graves.
Para realizar el procedimiento, habrá que explicárselo antes de nada al paciente y obtener su consentimiento informado. Debemos posicionar al paciente en decúbito supino semiincorporado (la cabeza elevada a 30-45º), identificar el sitio de punción, que suele tratarse del cuadrante inferior izquierdo o derecho del abdomen.
Qué se necesita para realizar una paracentesis
El material que se necesita para llevar a cabo la paracentesis es una aguja o catéter del calibre adecuado según para qué se realice la técnica, guantes estériles, antiséptico, apósitos y tubos de recolección para muestras de líquido ascítico.
El procedimiento que se sigue para realizar la técnica consiste en, antes de nada, realizar una antisepsia en el área seleccionada y aplicar anestesia local. Después, insertar la aguja perpendicularmente a la piel hasta alcanzar la cavidad peritoneal y aspirar el líquido ascítico con una jeringa o recolectarlo mediante un sistema de drenaje según el objetivo de la técnica.
A veces, el objetivo es extraer muestras para análisis químico, citológico, microbiológico o recuento celular o calcular el gradiente de albúmina entre suero y líquido ascítico para determinar si la ascitis es de origen portal.
Finalmente, se retira la aguja, se cubre el sitio de punción con un apósito estéril y se monitoriza al paciente.
Posibles complicaciones durante una paracentesis
Aunque es un procedimiento seguro, la paracentesis puede asociarse con algunas complicaciones como hematomas o sangrado en el sitio de punción, infecciones, perforaciones de órganos abdominales, fugas de líquido por el sitio de punción e, incluso, hipotensión o desequilibrio hidroelectrolítico tras drenajes.
Si esto ocurriese porque se extraen más de 5 litros de líquido ascítico, se recomienda administrar albúmina intravenosa (6-8 g por litro extraído) para prevenir complicaciones como el síndrome hepatorrenal o hipotensión.
Una de las aplicaciones clínicas más comunes es para evaluar la ascitis en pacientes con cirrosis hepática, determinar el riesgo de peritonitis bacteriana espontánea y aliviar síntomas relacionados con la ascitis tensional. Otra aplicación habitual es detectar un posible cáncer peritoneal o metastásico. También se usa para diagnosticar infecciones como tuberculosis peritoneal.
La paracentesis es un procedimiento de gran utilidad en la práctica clínica tanto para el diagnóstico como para el manejo de la ascitis.