SIDA

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es una enfermedad crónica grave causada por la infección del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Este virus ataca y debilita el sistema inmunitario, haciéndolo más vulnerable a una amplia gama de infecciones y enfermedades, conocidas como infecciones oportunistas. El SIDA es la fase más avanzada de la enfermedad, producida por el ataque al sistema inmunitario (glóbulos blancos) del virus. 

El SIDA es considerado una epidemia mundial. De acuerdo con las cifras de ONU SIDA, se estima que para 2023 había entre 39,9 millones de personas con SIDA en todo el mundo y que 1,3 millones contrajeron la infección por VIH. A su vez, se estima que el 53% de las personas que viven con SIDA son mujeres y niñas. Finalmente, desde el inicio de la epidemia se cree que cerca de 42,3 millones de personas han fallecido por causas relacionadas con la enfermedad. 

¿Cómo se contagia el VIH-SIDA?

El VIH se transmite principalmente a través de:

  • Relaciones sexuales: sin el uso de preservativo con una persona infectada. Esto incluye relaciones vaginales, anales u orales.
  • Contacto con sangre infectada: al compartir agujas para inyectarse drogas, recibir transfusiones de sangre contaminada o a través de instrumentos de tatuaje o piercing no esterilizados.
  • De madre a hijo: durante el embarazo, el parto o la lactancia materna, si no se siguen los protocolos adecuados. 

Síntomas del VIH

En las primeras semanas, después de la infección, algunas personas pueden experimentar síntomas similares a los de una gripe leve, como fiebre, dolor de garganta y fatiga. Sin embargo, muchas personas no presentan síntomas en las primeras etapas de la infección.

A medida que el VIH progresa y el sistema inmunitario se debilita, pueden aparecer síntomas más graves, como:

  • Pérdida de peso involuntaria
  • Fiebre persistente
  • Sudoración nocturna
  • Fatiga extrema
  • Ganglios linfáticos inflamados
  • Infecciones recurrentes

Diagnóstico del VIH

El diagnóstico del VIH se realiza a través de un análisis de sangre. Existen pruebas rápidas que pueden proporcionar resultados en minutos y pruebas más detalladas que confirman el diagnóstico. Es importante recordar que la única forma de saber si estás infectado es haciéndote la prueba.

Tratamientos y avances en curas

Afortunadamente, gracias a los avances en la medicina, la infección con VIH se ha convertido en una enfermedad crónica manejable, especialmente si se detecta a tiempo. La terapia antirretroviral (TAR) es el tratamiento estándar para la infección por el VIH. Esta combinación de medicamentos puede suprimir la replicación del virus, reducir la carga viral (la cantidad de VIH en la sangre) y fortalecer el sistema inmunitario.

Las personas que reciben tratamiento antirretroviral con una carga viral indetectable pueden vivir vidas largas y saludables y no transmiten el virus a sus parejas sexuales.

Rompiendo barreras y estigmas

A pesar de los avances en el tratamiento y la prevención del VIH, el estigma y la discriminación siguen siendo grandes obstáculos para muchas personas que viven con el virus. Los prejuicios y la falta de información pueden llevar al aislamiento social, la discriminación laboral y el acceso limitado a servicios de salud.

Es fundamental trabajar para romper estos estigmas y promover la comprensión y la aceptación de las personas que viven con el VIH. La educación, la sensibilización y el apoyo comunitario son claves para crear un entorno más inclusivo y respetuoso. Por esta razón, los planes de las organizaciones como ONU SIDA incluyen un fuerte componente de trabajo en protección social y Derechos Humanos. 

La importancia de la prevención en el SIDA

La prevención del VIH sigue siendo una prioridad. Algunas de las estrategias más efectivas incluyen:

  • Uso consistente de preservativos: durante las relaciones sexuales.
  • No compartir agujas: para inyectarse drogas.
  • Pruebas regulares del VIH: especialmente para personas con factores de riesgo.
  • PrEP: profilaxis pre-exposición, un medicamento que puede prevenir la infección por el VIH en personas que están en riesgo.
  • PEP: profilaxis post-exposición, un tratamiento que puede prevenir la infección por el VIH después de una posible exposición.

Investigación y futuro

La investigación en el campo del VIH continúa avanzando a un ritmo acelerado. Los equipos científicos están trabajando en el desarrollo de nuevas terapias, vacunas y estrategias de prevención. El objetivo final es lograr una cura para el VIH. En la actualidad, diversas vacunas y tratamientos de inmunoterapia se encuentran en ensayos clínicos para probar su efectividad y viabilidad.