Zoonosis
La zoonosis hace referencia a un grupo de enfermedades que se transmiten de animales a humanos. Estos patógenos, que pueden ser bacterias, virus, parásitos u otros microorganismos, aprovechan diversas vías para saltar de una especie a otra. Desde un simple contacto hasta la ingesta de alimentos contaminados, las posibilidades son múltiples.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se conoce de la existencia de más de 200 tipos de zoonosis. No obstante, pueden ser muy diversas entre ellas. Algunas son totalmente prevenibles con vacunación como la rabia, mientras otras tienen el potencial de causar pandemias, como sucedió con la COVID-19, y otras son altamente mortales como el ébola. A su vez, algunas zoonosis pueden empezar transmitiéndose desde animales, pero luego mutar hasta desarrollar cepas exclusivas de humanos, como ha sucedido con el VIH.
Causas de la zoonosis
Las causas de la zoonosis son variadas y complejas. Entre los factores más comunes encontramos:
- Contacto directo con animales: Ya sea acariciando a un animal, trabajando en una granja o explorando un entorno natural, el contacto directo con animales infectados es una vía común de transmisión.
- Contacto con el entorno contaminado: El agua contaminada, el suelo o los objetos contaminados con heces o sangre de animales también pueden transmitir enfermedades zoonóticas.
- Transmisión a través de vectores: Insectos como mosquitos, garrapatas y pulgas actúan como intermediarios picando a animales infectados y luego a humanos. De esta forma, transmiten el patógeno. La enfermedad de Lyme, por ejemplo, se transmite a través de la picadura de garrapatas infectadas.
- Consumo de alimentos contaminados: La carne de animales infectados, la leche cruda o los productos agrícolas contaminados con heces de animales pueden ser fuentes de infección.
Prevención de la zoonosis
La prevención de la zoonosis es fundamental para proteger la salud pública. Algunas medidas preventivas clave incluyen:
- Evitar el contacto directo con animales salvajes: Especialmente en zonas donde se sabe que existen enfermedades zoonóticas.
- Mantener una buena higiene: Lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de manipular animales o alimentos, es esencial.
- Consumir alimentos seguros: Optar por carnes bien cocidas y evitar alimentos crudos o poco cocidos, especialmente aquellos provenientes de animales de caza o donde se sospecha de poco control sanitario.
- Vacunarse: Algunas enfermedades zoonóticas, como la rabia, cuentan con vacunas efectivas.
- Control de vectores: Utilizar repelentes de insectos, protegerse con ropa adecuada y eliminar criaderos de mosquitos son medidas importantes.
- Hacer un uso racional de antibióticos en entornos agrícolas: El uso irresponsable de antibióticos en animales puede ocasionar resistencia a los antibióticos, lo que aumenta el riesgo de que las bacterias resistentes se transmitan a los humanos.