¿Cuál es el rol del farmacéutico en la gestión de enfermedades crónicas?
La figura del farmacéutico de atención primaria es aquella a la que se recurre cuando se requiere acceso inmediato a una atención especializada y cualificada de ámbito sanitario, siendo, por tanto, el farmacéutico el profesional sanitario de referencia en estos casos. Por esta razón, el rol del farmacéutico en las enfermedades crónicas es clave.
Escrito por Marianela Segura Flores, farmacéutica y docente de INESALUD.
El farmacéutico, tu profesional de la salud más cercano
El acceso al sistema sanitario normalmente se realiza a través de una cita previa, siempre y cuando no sea una situación de emergencia. Dicho sistema en muchas situaciones se encuentra saturado y limitado en el tiempo a la atención que puede prestarle al paciente. Por ello, es el farmacéutico esa figura que tenemos de manera más cercana y a disposición del paciente para resolución de dudas acerca de su medicación o cualquier consulta relacionada con su salud y bienestar. Estos, se mantienen siempre actualizado sobre las últimas investigaciones y avances en tratamiento para la enfermedad de tipo crónica o aguda. El dolor crónico, generalmente asociado a alguna patología, se convierte en una de las consultas más habituales en los servicios de farmacia.
Un profesional siempre velando por tu salud
Cuando un paciente padece un dolor crónico, las visitas a la farmacia suelen ser varias al mes, ya que necesita retirar su tratamiento. En ellas, el farmacéutico les recuerda cuándo podrán retirar su próxima medicación para así evitar olvidos y pérdida de tratamientos y realizar de paso un seguimiento farmacoterapéutico del paciente.
La gran mayoría de las veces es el farmacéutico quien indica al paciente el mecanismo de acción, cómo debe ser administrado, cuáles son los efectos secundarios y la importancia de seguir una correcta dosificación del medicamento.
Por lo general, es el primero en detectar cualquier problema relacionado con la medicación, bien sea por una mala dosificación, intoxicación, reacción adversa, duplicidades de tratamiento o posología. Sucede porque es el que está más en contacto directo con el paciente gracias a las visitas que realiza para la dispensación de su medicación y las dudas o consultas que le expone el paciente en dichas visitas. En el caso de que se detecte alguna reacción adversa a algún medicamento, también va a ser el encargado de notificarlo a las autoridades competentes.
En muchos casos, el farmacéutico colabora estrechamente con otros profesionales de la salud, como médicos y enfermeras. De esta forma busca trabajar de manera coordinada en el cuidado de la salud de los pacientes. Esta colaboración incluye el seguimiento de la adherencia al tratamiento y la optimización de regímenes terapéuticos. Va a ser el propio farmacéutico el encargado de colaborar con el médico para ajustar la dosis según sea necesario, basándose en el estado de salud del paciente tras su observación diaria.
El rol del farmacéutico en el manejo de enfermedades crónicas y promoción de la salud
Hay enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión que requieren de continuas pruebas analíticas o físicas, muchas veces de manera diaria, las cuales tienen lugar en la farmacia. Así, se evitan la visitas a los centros de salud y hospitales, lo que conlleva una mejora en la calidad de vida del paciente. Mediante estas pruebas simples y accesibles, se puede incluso identificar a personas en riesgo y orientarlas hacia una atención médica más específica. En este punto, el rol del farmacéutico en el manejo de las enfermedades crónicas es muy importante.
El farmacéutico es el personal sanitario que va a llevar a cabo promoción de salud desde la farmacia asesorando sobre estilos de vida saludable, dieta, realizando campañas de vacunación, campañas de salud dirigidas a diferentes grupos de población.
Todo ello repercute en una mejora del estado de salud de la población a la cual presta su servicio. También promueven la importancia de la actividad física regular y la hidratación adecuada, adaptando las recomendaciones a las necesidades y condiciones de salud individuales de los pacientes. A través del servicio de farmacia se ofrecen programas antitabaco, que pueden incluir asesoramiento individualizado, la recomendación de tratamientos de sustitución de nicotina, y el seguimiento del progreso del paciente. Estas intervenciones son fundamentales para reducir la incidencia de enfermedades relacionadas con el tabaco.
Atención farmacéutica especializada en el ámbito hospitalario, cuidado integral para pacientes con necesidades complejas
La atención farmacéutica especializada es un servicio clínico proporcionado por farmacéuticos que se enfoca en el cuidado integral de pacientes con enfermedades crónicas, complejas o de alto riesgo. Esta desarrolla su función en el ámbito hospitalario, ya que existen medicamentos cuya dispensación debe realizarse obligatoriamente a través del servicio de farmacia del hospital debido a las características especiales derivadas del tipo de tratamiento de uso especial.
Estas características pueden incluir la necesidad de monitoreo cercano, la administración por personal capacitado, condiciones de almacenamiento específicas o el potencial de efectos adversos graves. Nos referimos a medicamentos biológicos, quimioterapéuticos, medicamentos de alto costo o de uso restringido, terapias de infusión intravenosa de larga duración y medicamentos con alto potencial de toxicidad que pueden provocar efectos secundarios graves y requieren un entorno hospitalario para su manejo seguro.
La dispensación hospitalaria de estos medicamentos asegura que se cumplan los protocolos de seguridad y eficacia, optimizando los resultados terapéuticos y minimizando riesgos para los pacientes.
El apoyo emocional del farmacéutico en enfermedades crónicas.
No podemos olvidar el papel tan importante que desarrolla el farmacéutico en lo referente al apoyo emocional. A través de la escucha activa, el farmacéutico da lugar a que los pacientes expresen sus preocupaciones y miedos, aportando orientación y motivación para enfrentar el impacto emocional de las enfermedades crónicas, muchas de ellas muy graves y con grandes complicaciones.
Además, proporciona educación clara sobre el tratamiento, lo que puede reducir la ansiedad y aumentar la confianza en el manejo de la enfermedad. El farmacéutico también ayuda a superar problemas en la adherencia al tratamiento y está disponible para intervenir en momentos de crisis emocional, asegurando un seguimiento continuo para el bienestar del paciente o derivando al paciente a profesionales especializados en salud mental.
El rol del farmacéutico va más allá de la simple dispensación de medicamentos; actúa como un asesor de salud. Por eso, un farmacéutico desempeña un papel muy importante en la gestión de enfermedades crónicas.
Su intervención incluye no solo la dispensación de la medicación adecuada, sino también un seguimiento personalizado del tratamiento, asegurando que el paciente comprenda cómo usar correctamente sus medicamentos y cómo gestionar su condición de manera efectiva. Además, el farmacéutico proporciona orientación sobre aspectos clave del manejo de enfermedades crónicas, como la adaptación de la dieta, el ejercicio físico y el monitoreo de signos vitales.
Ofrece apoyo emocional y educativo, ayudando a los pacientes a afrontar la problemática relacionada con su enfermedad y a adoptar hábitos saludables. Mediante esta orientación y el seguimiento continuo, el farmacéutico contribuye a mejorar la adherencia al tratamiento y a la calidad de vida del paciente, asegurando un enfoque íntegro y personalizado en el cuidado de la salud.
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