Tratamiento de la gastroenteritis desde un enfoque nutricional
Los brotes de enfermedades gastrointestinales, como la gastroenteritis, son relativamente comunes y pueden deberse a diversas causas, como virus, bacterias o parásitos. Estos brotes a menudo se asocian con la contaminación de alimentos o agua, falta de higiene adecuada o contacto cercano con personas infectadas.
Escrito por Cristina García Serrano, nutricionista y docente del área de nutrición de INESALUD.
Gastroenteritis aguda
Se define como la inflamación de la mucosa gástrica e intestinal, de causa infecciosa, que cursa con un aumento de deposiciones líquidas, vómitos, fiebre y dolor abdominal.
La gastroenteritis aguda tiene una duración de 14 días aproximadamente, a diferencia de gastroenteritis persistente, que dura entre 14 y 30 días, y la gastroenteritis crónica, que dura más de 30 días.
La incidencia real de la gastroenteritis, es difícil calcularla, puesto que hay casos en los cuales los síntomas no se comunican de forma precisa a los servicios médicos o hay pacientes que directamente no buscan atención médica.
Esta alteración del sistema digestivo puede estar producida por bacterias, virus o parásitos. Y cabe destacar, que lo agentes que se ven más involucrados en el desarrollo, presentan una gran variabilidad debido a factores socioeconómicos y sanitarios de la población.
Las causas infecciosas de la gastroenteritis aguda pueden clasificarse en tres categorías principales: viral, bacteriana y parasitaria.
Las gastroenteritis de origen vírico son las más frecuentes, ya que representan el 50-70% de los casos diagnosticados, y dentro de los virus, los más comunes son los norovirus y los rotavirus.
El siguiente microorganismo más frecuente, serían las bacterias, con un 15-20% de los casos, contando con Shigella, Salmonella, Campylobacter o E, coli como agentes responsables.
En cuanto a las de origen parasitario, apenas causan el 10-15% de los casos, dentro de las cuales se puede diferenciar Cryptosporidium, Microsporodium o giardia.
Pero sin duda, uno de los aspectos fundamentales en el tratamiento de la gastroenteritis es el manejo nutricional, ya que una alimentación adecuada desempeña un papel crucial en la recuperación del paciente. En este artículo, exploraremos estrategias nutricionales efectivas para abordar la gastroenteritis y promover una recuperación más rápida.
Tratamiento nutricional de la gastroenteritis
El objetivo primordial de la terapia, incluso antes de identificar la causa subyacente del cuadro clínico, consiste en prevenir o, en su defecto, compensar la deshidratación. En este sentido, se enfatiza la importancia de centrar los esfuerzos en restablecer las pérdidas de agua y electrolitos que tienen lugar a través del tracto intestinal, en lugar de enfocarse en la administración de agentes antimicrobianos.
Por ello, en primer lugar, hay que destacar la hidratación. Para ello, lo primero es valorar el estado de deshidratación y la tolerancia oral del paciente.
En los casos en los que la deshidratación es leve y la tolerancia oral es buena, puede administrarse una solución de 60 Eq/L de sodio, puesto que el aporte de electrolitos de esta solución es similar a las pérdidas por deposiciones.
Y aunque la rehidratación oral es lo más recomendable, la hidratación intravenosa puede ser necesaria en algunos casos más extremos. Por ejemplo, en pacientes que presentan un estado de deshidratación severa con vómitos persistentes, se debe requiere hospitalización, para reponer los líquidos por vía enteral o endovenosa.
Dieta para el tratamiento de la gastroenteritis
Se ha demostrado que seguir una dieta restrictiva no ayuda en el tratamiento de la gastroenteritis viral, incluso puede llegar a empeorarla.
Al igual que en la hidratación, hay que valorar la tolerancia de alimentos. En el caso de que se presente deshidratación, solo se debe suspender la alimentación durante las primeras horas de rehidratación, y reiniciarse tan pronto como se haya recuperado.
Y en cuanto a la elección de alimentos, de forma tradicional se ha pensado, que una dieta blanda era la mejor opción. Esta dieta era basada en sopas claras, tortilla francesa, jamón cocido y yogur. Pues bien, se ha comprobado que la mejor opción de dieta cuando se está pasando por un cuadro de gastroenteritis aguda, es una dieta de fácil digestión, en la que se favorezca la absorción de macronutrientes y micronutrientes y además reduzca la irritación de la mucosa.
¿Qué alimentos se pueden comer?
Una dieta de fácil digestión es una dieta completa que se compone de alimentos con texturas variadas y que son suaves para el sistema digestivo, por lo que son menos propensos a causar irritación o malestar.
Su propósito es aportar suficiente energía y proteínas, por lo que los alimentos de elección son los cereales, derivados y tubérculos, es decir, pan blanco, arroz, pasta, patata o boniato.
Y en cuanto a los alimentos proteicos, elegir huevos, carne de aves como pollo o pavo y pescados blancos como merluza o bacalao.
Los lácteos se pueden seguir consumiendo en esta dieta, pero elegir opciones semidesnatadas o desnatadas.
Para las frutas y verduras, es preciso consumirlas sin cáscara ni semillas y limitar el consumo de verduras crudas, mejor si se consumen bien cocidas.
A la hora de elegir una grasa, siempre priorizar por el aceite de oliva virgen extra y otras grasas saludables como el aguacate. En esta dieta quedan desaconsejados los frutos secos, por su alto contenido en fibra.
Y de forma general, se recomienda hacer comidas pequeñas, pero espaciadas en el día. Además, se sugiere comer despacio, evitar temperaturas muy extremas a la hora de la ingestión y mantener un buen estado de hidratación, como ya se ha comentado.
En el caso de los alimentos no recomendados para este tratamiento nutricional, se encuentran las legumbres, pescados azules y evitar técnicas culinarias como la fritura.
Es decir, el tratamiento nutricional desempeña un papel crucial en el tratamiento de la gastroenteritis aguda. Durante esta afección, es esencial seguir una buena pauta de hidratación y una dieta de fácil digestión, en la cual se priorizan alimentos que aporten un adecuado aporte energético y sean bajos en fibra, con la finalidad de aliviar los síntomas y promover una pronta recuperación.
Y en casos más graves, consultar con un profesional de la salud para adoptar el tratamiento más adecuado y prevenir deficiencias.
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Referencias
Carnero, E. (2023, 10 octubre). Qué comer para recuperarte de una gastroenteritis. Nutriendo. https://www.academianutricionydietetica.org/dietas/comer-gastroenteritis/
Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. https://www.seen.es/portal
Lucero, Y. (2014). Etiología y manejo de la gastroenteritis aguda infecciosa en niños y adultos. Revista Médica Clínica Las Condes, 25(3), 463-472. https://doi.org/10.1016/s0716-8640(14)70063-x