Efectos de los pellets y otros microplásticos en la salud
La crisis ambiental de los pellets que enfrenta Galicia ha reavivado el interés por un tema que no es nuevo: los peligros del uso de plásticos. Y es que a pesar de que desde hace años se vienen señalando los graves daños de los plásticos para el medio ambiente, no parece haber una gran consciencia sobre los efectos nocivos de los plásticos y microplásticos en la salud.
Escrito por María Fernanda Ramírez Ramos, periodista especializada en salud y redactora de INESALUD.
Con miles de pellets llegando a las costas de Galicia y Asturias, las alarmas se han encendido. Organizaciones como Green Peace han llamado un "desastre ecológico" a lo que está sucediendo. El derrame ha causado una contaminación marina enorme, que se suma al problema de los cerca de 160.000 millones de toneladas de pellets plásticos que se vierten en la Unión Europea al año, de acuerdo con esta organización.
Los pellets son pequeñas bolas de plástico, de menos de 5 milímetros, que se utilizan como materia prima para la fabricación de otros productos plásticos.
Una de las mayores preocupaciones que surge con el vertido en el mar de estos pequeños plásticos es que son susceptibles de ser confundidos con alimento por los animales. Esto, además de alterar los ecosistemas y causar problemas de salud a las especies marinas (incluso mortales), lleva a una integración de estos plásticos en la cadena trófica con el consumo humano.
Así, surgen dudas sobre la seguridad de consumir peces y mariscos o de si se pueden tocar estos pequeños plásticos, pues hay voluntarios limpiando las playas. ¿Son peligrosos los pellets para los humanos? ¿Puede ser tóxico el contacto con los pellets? ¿Qué efectos tienen los microplásticos en la salud?
Para empezar, es preciso señalar que solamente el daño medioambiental que causa la contaminación por plásticos ya es un gran problema para la salud global, especialmente si consideramos el término One Health o "Una sola salud". Este indica que los problemas de salud de animales, medio ambiente y humanos están interconectados. La crisis por la contaminación por plásticos es una de las razones de la enorme pérdida de biodiversidad, que repercute en la seguridad alimentaria y el cambio climático.
Sin embargo, si nos acotamos a los efectos directos de los pellets en la salud humana, hay incertidumbre. Por una parte, la Xunta de Galicia emitió un primer informe donde señala que los pellets no son peligrosos y que, incluso, son aptos para uso alimentario, de acuerdo con las declaraciones de fabricación.
Asimismo, la Xunta contrató un centro privado de investigación tecnológica que analizó el etiquetado del producto y las conclusiones preliminares señalan que no tienes sustancias peligrosas. No obstante, el informe recomendaría no inhalar polvo y manipularlos con guantes y gafas.
Sin embargo, hay diferentes expertos y expertas en nutrición, biología, medicina y química, y otras áreas de la ciencia, que han manifestado su preocupación a diversos medios de comunicación. Lo cierto es que los pellets tienen un origen opaco y, hasta el momento, no parece haber un informe de laboratorio exhaustivo que evalúe su toxicidad y posibles efectos posteriores si se llegasen a consumir peces que han sido contaminados con estos plásticos.
¿Qué dice la ciencia sobre los efectos nocivos de los microplásticos en la salud?
La comunidad científica lleva décadas estudiando cuáles son los efectos de los plásticos en la salud. Pese a que no hay un consenso sobre su impacto, sí existen múltiples investigaciones que exponen motivos para preocuparse, especialmente por los microplásticos.
Los microplásticos son partículas de plástico muy pequeñas, de menos de 5 centímetros de diámetro, que incluso pueden llegar a tener un nanómetro de tamaño y resultar imperceptibles al ojo humano. Están compuestos de polímeros, que pueden contener aditivos tóxicos o liberarlos bajo ciertas circunstancias como la exposición al calor.
Estas diminutas partículas, provenientes de productos o desechos plásticos, que se descomponen en fragmentos cada vez más pequeños, han infiltrado no solo nuestros océanos y cuerpos de agua, sino también la cadena alimentaria. De allí el motivo de la creciente inquietud científica.
Respecto al agua, en 2019, la Organización Mundial de la Salud llevó a cabo una investigación sobre la contaminación de las fuentes hídricas. Los resultados mostraron que los microplásticos "que miden más de 150 micras no suelen ser absorbidos por nuestro organismo, y se cree que las partículas más pequeñas se absorben poco". Sin embargo, esta autoridad sanitaria señaló la escasez de estudios sobre el tema y la necesidad de aumentar los esfuerzos para investigar los efectos en la salud de los microplásticos, especialmente de las nanopartículas.
Una de las vías más comunes de ingesta de plásticos es mediante el consumo de productos de origen animal.
Un equipo científico, liderado por investigadoras de la Universidad Libre de Ámsterdam (Vrije Universiteit en neerlandés), publicó en 2022 los resultados de investigaciones en las cuales se indentificó la presencia de microplásticos en la sangre, carne y leche de ganado vacuno y porcino. A su vez, encontró presencia de microplásticos en el torrente sanguíneo humano.
Asimismo, en 2020, se publicaron en la Revista Environment International los primeros hallazgos de microplásticos en una placenta humana. Además, se ha encontrado su presencia en el pulmón, el hígado, el cerebro, la piel, el estómago y en la leche materna.
Estas investigaciones plantean interrogantes sobre qué tan peligrosa resulta la presencia de estas micropartículas en los diferentes tejidos y órganos humanos. Sin embargo, es importante señalar que la comprensión completa del impacto de los microplásticos en la salud humana aún está en sus primeras etapas, y se necesitan más estudios para confirmar y entender completamente las posibles conexiones con enfermedades.
Los microplásticos se forman a partir de la descomposición de objetos más grandes de plástico, la fragmentación mecánica o la liberación directa de partículas diminutas durante la fabricación y uso de productos plásticos.
¿Problemas gastrointestinales, endocrinos, inmunológicos, cerebrales....?
Uno de los mayores focos de atención está en el potencial efecto de los microplásticos en la salud del sistema gastrointestinal humano. La ingestión involuntaria de estas diminutas partículas a través de alimentos de origen animal (como peces) y agua contaminada podría tener consecuencias para la salud, ya que algunas partículas podrían acumularse en los tejidos y órganos, generando efectos aún desconocidos.
Al respecto, un grupo de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) publicó un estudio en Scientific Reports, en el cual se asegura que el consumo de microplásticos disminuye la diversidad bacteriana en la microbiota del colon, provocando también una alteración en el equilibrio de los microorganismos del intestino. Si se tiene en cuenta la conexión del sistema digestivo con la respuesta inmunológica y con el desarrollo de la mayoría de funciones corporales, el consumo de microplásticos plantea serios interrogantes.
Por otra parte, muchos compuestos químicos presentes en la fabricación de plásticos se han clasificado como disruptores endocrinos. Es decir, como sustancias que interfieren con en funcionamiento hormonal. Al respecto, un grupo de investigación de Dinamarca y Reino Unido publicó un estudio en la Revista Environment International, donde señala el peligro de sustancias como bisfenoles A, S, F, dioxinas policloradas y el ftalato DEHP (presentes en los plásticos) para el funcionamiento endocrino masculino. Estas sustancias se relacionaron con una disminución en la calidad del semen.
Diversas investigaciones sobre la inhalación de microplásticos y nanoplásticos revela problemas en los pulmones y en otras partes del sistema respiratorio, desde irritación hasta riesgo de cáncer en exposiciones prolongadas. También se han encontrado impactos en el desarrollo de los más pequeños por la contaminación atmosférica.
Un informe publicado por el Centro para el Derecho Ambiental Internacional (Center for International Environmental Law) sobre los microplásticos y sus peligros para la salud señala que están relacionados con desórdenes neurológicos, problemas hormonales, daños cardiovasculares, problemas respiratorios, infertilidad, desórdenes metabólicos y problemas inmunológicos.
En suma, la presencia generalizada de partículas de plástico en nuestro entorno, desde objetos cotidianos como las botellas de plástico hasta la contaminación de los océanos, plantea serias preocupaciones para la salud humana. La investigación continua sobre el impacto de los microplásticos en la salud es esencial para comprender completamente las implicaciones y para desarrollar estrategias efectivas que reduzcan la exposición a estos contaminantes.
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Referencias
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