¿Cómo es la terapia de reminiscencia?

Terapia de reminiscencia

La terapia de reminiscencia es una de las intervenciones psicosociales más efectivas para personas mayores que presentan deterioro cognitivo. Consiste en revivir experiencias significativas del pasado, estimulando recuerdos personales que evocan emociones positivas y reforzando así su identidad y bienestar emocional. 


Escrito por Cristina Molina Gallego, psicóloga y docente del área de psicología de INESALUD. 


¿En qué consiste la terapia de reminiscencia? 

La reminiscencia es una de las intervenciones psicosociales más eficaces para personas mayores con deterioro cognitivo, consistente en rememorar eventos de la historia personal del sujeto mediante la estimulación de los recuerdos con significado personal y que susciten sentimientos positivos. 

La terapia de reminiscencia se basa en el principio de que evocar recuerdos, compartir experiencias y reflexionar sobre momentos pasados puede generar beneficios terapéuticos. A menudo, esta técnica se utiliza con personas de la tercera edad, ya que se cree que recordar eventos significativos del pasado puede ayudar a mantener un sentido de continuidad e identidad, al tiempo que se estimulan las habilidades cognitivas. Sin embargo, también ha demostrado ser efectiva en otros grupos, como personas con demencia, trastornos afectivos o aquellos que experimentan problemas de adaptación emocional. 

Este tipo de terapia puede ser estructurada o no estructurada. En la reminiscencia estructurada, el terapeuta guía las sesiones de manera planificada, orientando la conversación hacia recuerdos relacionados con ciertos temas, como la infancia, el matrimonio, la vida laboral, entre otros. En la reminiscencia no estructurada, la conversación fluye de manera más libre, permitiendo que el paciente dirija el rumbo de los recuerdos que desea explorar. 

Objetivos de la terapia de reminiscencia 

El principal objetivo de la terapia de reminiscencia es mejorar el bienestar emocional de la persona. Al recordar y compartir experiencias significativas, las personas mayores o pacientes que atraviesan procesos difíciles pueden reinterpretar su historia personal y, en algunos casos, encontrarle nuevos significados. Esto tiene varios propósitos: 

  1. Mejorar la autoestima y el sentido de identidad: Recordar experiencias pasadas donde la persona se sintió valorada o logró algo relevante puede reforzar su autoestima y sentido de valor personal, especialmente en momentos donde la enfermedad, la vejez o la soledad puedan afectar estos sentimientos. 

  1. Estimular las habilidades cognitivas: La evocación de recuerdos implica el uso de habilidades cognitivas, como la memoria, la atención y la organización de información. En personas con demencia o enfermedades cognitivas, la terapia de reminiscencia puede contribuir a ralentizar el deterioro cognitivo o mantener sus capacidades durante más tiempo. 

  1. Fomentar la conexión social: Compartir recuerdos con otras personas, ya sea en sesiones grupales o con familiares, promueve la interacción social, reduce la soledad y genera un sentimiento de pertenencia y comunidad. 

  1. Resolver conflictos emocionales no resueltos: Algunas personas pueden tener recuerdos dolorosos o difíciles del pasado. Al traer estos recuerdos al presente en un ambiente seguro y terapéutico, la terapia de reminiscencia ofrece la oportunidad de procesar y reconciliar emociones no resueltas. 

Entre los beneficios de este tipo de terapia, resaltamos:  

  1. Mejora del estado de ánimo: Diversos estudios han mostrado que la terapia de reminiscencia puede ayudar a reducir síntomas de depresión y ansiedad en personas mayores, especialmente en aquellos que sufren de soledad o aislamiento social. Recordar momentos felices o logros pasados puede tener un efecto positivo sobre el estado de ánimo y la satisfacción con la vida. 

  1. Reducción del estrés y la ansiedad: Al evocar recuerdos de situaciones pasadas donde la persona tuvo éxito al enfrentar desafíos, la terapia de reminiscencia puede ayudar a desarrollar una mayor resiliencia y una actitud más positiva frente a las dificultades actuales. 

  1. Mejoría en la función cognitiva: Aunque no cura la demencia, la terapia de reminiscencia puede ayudar a las personas con demencia a mejorar la función cognitiva, especialmente en términos de memoria episódica, al reforzar recuerdos a través de la repetición y la reflexión. 

  1. Fortalecimiento de las relaciones familiares: La terapia de reminiscencia también puede ser utilizada en un contexto familiar. En este caso, se invita a los miembros de la familia a participar en las sesiones, lo que puede ayudar a fortalecer las relaciones intergeneracionales, fomentar la empatía y mejorar la comprensión mutua. 

Por otro lado, la terapia de reminiscencia se aplica de diversas maneras, dependiendo del grupo de pacientes y el contexto. Algunas de las formas más comunes de aplicación incluyen: 

  • Terapia individual: En un entorno clínico, un terapeuta puede guiar al paciente a través de la evocación de recuerdos específicos. Se pueden utilizar fotos antiguas, objetos significativos, música o aromas que evoquen recuerdos del pasado. 

  • Terapia grupal: La reminiscencia grupal permite que varias personas compartan sus recuerdos en un entorno social. Este formato es particularmente beneficioso para personas mayores en residencias o centros de día, ya que fomenta la interacción social y la construcción de nuevas relaciones. 

  • Terapia familiar: La terapia de reminiscencia también puede incluir a miembros de la familia, ayudando a los seres queridos a comprender mejor la historia personal del paciente y a fortalecer las conexiones emocionales. 

Numerosos estudios han investigado los efectos de la terapia de reminiscencia en personas mayores, especialmente aquellas con demencia o depresión. Se confirma que esta terapia puede mejorar significativamente el bienestar emocional, reducir los síntomas depresivos y mejorar la satisfacción con la vida. Además, se ha encontrado que las intervenciones grupales de reminiscencia pueden fomentar el apoyo social y mejorar la calidad de vida general. 

Por ejemplo, en personas con demencia, la terapia de reminiscencia ha demostrado ser una herramienta valiosa para mantener la identidad personal y las habilidades cognitivas. Aunque no es una cura, puede ser parte de un enfoque integral para el manejo de la enfermedad. 

En definitiva, la terapia de reminiscencia es una técnica terapéutica que conecta el pasado con el presente para mejorar el bienestar emocional y cognitivo. A través de la evocación de recuerdos, esta terapia ofrece a las personas una oportunidad de reflexionar sobre sus vidas, fortalecer su sentido de identidad y fomentar conexiones sociales significativas. Aunque sus beneficios son más evidentes en personas mayores, su desarrollo la hace aplicable en una amplia gama de contextos terapéuticos. 

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Bibliografía 

González-Arévalo, K. A. (s/f). Terapia de reminiscencia y sus efectos en los pacientes mayores con demencia. Viguera.com. Recuperado el 2 de octubre de 2024, de https://www.viguera.com/sepg/pdf/revista/0503/503_0101_0111.pdf 

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