El uso de auriculares y su impacto en la salud auditiva

En la actualidad, el uso de auriculares se ha convertido en una práctica cotidiana para millones de personas en todo el mundo. Ya sea para escuchar música, atender reuniones virtuales, ver contenido multimedia o simplemente aislarse del ruido externo, los auriculares representan una herramienta indispensable en el contexto tecnológico moderno. Sin embargo, su utilización prolongada y, especialmente, a volúmenes elevados, conlleva serios riesgos para la salud auditiva, un aspecto frecuentemente subestimado por la población general.
Escrito por Cristina Romero Sánchez, logopeda y docente de educación, colaboradora del blog de INESALUD.
Panorama global de la pérdida auditiva
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.500 millones de personas en el mundo presentan algún grado de pérdida auditiva, y se estima que cerca de 700 millones necesitarán servicios de rehabilitación auditiva en los próximos años. Esta cifra va en aumento debido a diversos factores, entre ellos la exposición prolongada a sonidos de alta intensidad, un fenómeno al que contribuyen directamente los dispositivos de audio personales como los auriculares.
La pérdida de audición inducida por ruido (NIHL, por sus siglas en inglés: Noise-Induced Hearing Loss) es una forma prevenible de daño auditivo que puede ser irreversible. Se produce cuando las células ciliadas del oído interno, responsables de convertir las vibraciones sonoras en señales eléctricas que el cerebro puede interpretar, se deterioran por la sobreexposición al sonido. Este daño puede generarse incluso después de exposiciones breves a ruidos de alta intensidad, pero su efecto es acumulativo y se agrava con el tiempo.
Cómo afectan los auriculares a la capacidad auditiva
El diseño de los auriculares permite que el sonido llegue directamente al canal auditivo, a menudo sin la atenuación natural que proporcionan los altavoces convencionales. Esta cercanía al tímpano y al órgano de Corti incrementa significativamente el riesgo de daño si no se controlan adecuadamente el volumen y el tiempo de exposición.
El nivel seguro recomendado para escuchar sonidos a través de auriculares es de no más de 85 decibelios (dB) durante un máximo de 8 horas al día. No obstante, muchos dispositivos pueden alcanzar niveles superiores a los 100 dB, especialmente cuando se utilizan en ambientes ruidosos y el usuario tiende a aumentar el volumen para compensar.
Estudios recientes indican que los adolescentes y adultos jóvenes, entre los principales usuarios de auriculares, son un grupo particularmente vulnerable. Se calcula que más del 50% de las personas entre 12 y 35 años están expuestas a niveles de sonido perjudiciales a través de dispositivos de audio personales. Esto pone en riesgo su capacidad auditiva futura y, por ende, su calidad de vida.

Signos tempranos de pérdida auditiva inducida por auriculares
La pérdida auditiva no siempre se manifiesta de manera inmediata. A menudo es progresiva y silenciosa, lo que dificulta su detección en fases iniciales. Algunos signos de advertencia incluyen:
- Zumbidos o acúfenos tras el uso de auriculares.
- Necesidad de subir el volumen constantemente.
- Dificultad para entender conversaciones en ambientes ruidosos.
- Percepción de que los sonidos están apagados o lejanos.
- Fatiga auditiva tras largos periodos de escucha.
Estos síntomas pueden indicar daño coclear incipiente y deben ser motivo para acudir a una evaluación audiológica especializada.
Repercusiones de la pérdida auditiva en la calidad de vida
La importancia de la salud auditiva va más allá de la mera capacidad para oír. La pérdida de audición, especialmente cuando no es tratada adecuadamente, puede tener un impacto profundo en la calidad de vida de las personas. Se ha vinculado con:
- Aislamiento social.
- Dificultades en el rendimiento académico y laboral.
- Mayor riesgo de trastornos como depresión y ansiedad.
- Deterioro cognitivo en adultos mayores.
De hecho, la OMS ha señalado que la pérdida auditiva no tratada es uno de los factores de riesgo modificables más relevantes en el desarrollo de demencia en la tercera edad. Por lo tanto, proteger la audición desde edades tempranas es crucial para preservar no solo la salud auditiva, sino también la salud mental y social en general.
Buenas prácticas para un uso seguro de auriculares
Para reducir los riesgos asociados al uso de auriculares, es fundamental adoptar una serie de medidas preventivas basadas en evidencia científica. Entre ellas destacan:
- Regla 60/60: No utilizar más del 60% del volumen máximo del dispositivo durante más de 60 minutos continuos.
- Preferencia por auriculares con cancelación activa de ruido: Estos dispositivos permiten escuchar a menor volumen incluso en ambientes ruidosos.
- Descansos auditivos regulares: Hacer pausas cada hora para permitir que el oído se recupere de la estimulación acústica.
- Elección de auriculares supraaurales en lugar de intraurales: Los auriculares que cubren la oreja ejercen menos presión acústica directa sobre el canal auditivo.
- Uso de aplicaciones de control de volumen: Algunos dispositivos ofrecen alertas o limitadores de volumen que ayudan a mantener niveles auditivos seguros.
- Evaluaciones auditivas periódicas: Especialmente en personas que utilizan auriculares de forma habitual, se recomienda realizar controles audiométricos anuales.
El papel de la concienciación pública
A pesar de la creciente evidencia sobre los riesgos, la concienciación pública sobre el impacto del uso de auriculares sigue siendo limitada. Campañas de salud pública impulsadas por organizaciones como la Organización Mundial de la Salud han comenzado a enfatizar la importancia de la salud auditiva, pero aún se requiere una mayor integración del mensaje preventivo en entornos educativos, laborales y sanitarios.
Iniciativas como el programa "Make Listening Safe" de la OMS buscan establecer estándares de seguridad para dispositivos de audio personales, promover el diseño de entornos sonoros saludables y educar a la población sobre el uso responsable de tecnología auditiva.
En un mundo cada vez más conectado, donde el uso de auriculares se ha normalizado para millones de personas, es fundamental adoptar una perspectiva crítica y basada en evidencia sobre su impacto en la capacidad auditiva. La pérdida auditiva inducida por ruido es prevenible, pero requiere una combinación de educación, regulación y responsabilidad individual.
Proteger la salud auditiva no solo implica evitar daños al oído, sino también preservar la calidad de vida a largo plazo. La tecnología puede ser una aliada si se utiliza de forma consciente. En este sentido, escuchar con moderación, elegir dispositivos adecuados y acudir a revisiones audiológicas regulares son acciones clave para seguir disfrutando del sonido sin sacrificar el bienestar auditivo.
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Referencias
Socha, V. Z. J., Lanzziano, S. L. A., Peñaloza, M. A. P., Navarro, Y. P. R., Pantoja, M. F. R., Peñaloza, E. Y. S., & Cataño, M. G. V. (2019). Uso de auriculares musicales y el conocimiento de los efectos en la salud. Revista Científica Signos Fónicos, 5(2), 97-150.
Dehankar, R. et al. (2022). Impact on Hearing Due to Prolonged Use of Audio Devices: A Literature Review. PubMed.
World Health Organization. (2019). Safe listening devices and systems: a WHO-ITU standard.
World Health Organization. (2022). WHO releases new standard to tackle rising threat of hearing loss.