Debriefing y la salud mental del personal sanitario

El debriefing, una herramienta psicológica estructurada, emerge como un enfoque necesario para el procesamiento de experiencias emocionales intensas, especialmente en el ámbito sanitario, debido a la sobrecarga laboral y la implicación personal en la intervención. Su objetivo primordial radica en facilitar la expresión y gestión de emociones, previniendo el desarrollo de trastornos psicológicos como el trastorno del estrés postraumático (TEPT).
Escrito por María del Mar Díez Simón, psicóloga y docente de INESALUD.
¿Qué es el debriefing?
El debriefing, basado en los principios de la intervención en crisis y la psicología del trauma, se apoya en la idea de que el procesamiento activo de experiencias estresantes puede prevenir la internalización de emociones negativas y la aparición de síntomas postraumáticos.
El debriefing, según Dyregrov (2002), se define como un procedimiento estructurado que permite a los individuos o grupos analizar y dar sentido a eventos estresantes o traumáticos. En el ámbito sanitario, esto implica procesar experiencias como la muerte de un paciente, situaciones de emergencia o interacciones difíciles con familiares.
Más recientemente Fernández-Ayuso (2023) afirma que el debriefing es una conversación estructurada, guiada por un facilitador (debriefer), con objetivos prestablecidos, cuya finalidad es analizar las acciones o comportamientos, así como los modelos mentales que las sustentan y de esta forma dar sentido a la vivencia, generar aprendizajes y realizar mejoras en las experiencias posteriores.
Objetivos del debriefing
Los principales objetivos del debriefing son:
- Facilitar la expresión emocional: Permitir que las personas compartan lo que sintieron durante el evento estresante ayuda a normalizar sus reacciones emocionales.
- Reducir el impacto psicológico: Procesar las emociones reduce la probabilidad de que se conviertan en síntomas más graves, como ansiedad o depresión, especialmente en profesionales expuestos a estrés crónico.
- Prevenir el estrés postraumático: La intervención temprana puede mitigar el riesgo de desarrollar TEPT tras un evento altamente estresante.
- Fomentar el apoyo grupal y la resiliencia: En entornos de trabajo o unidades expuestas a experiencias difíciles, compartir la vivencia fortalece el sentido de comunidad y ayuda a la recuperación.
- Identificar estrategias de afrontamiento: Desarrollar habilidades para gestionar el estrés y mejorar la toma de decisiones en situaciones futuras.
La facilitación en el debriefing
La facilitación se convierte en un proceso guiado por un facilitador, cuyo rol es necesario para optimizar el aprendizaje y la reflexión. Este facilitador debe poseer un conjunto de competencias diversas, que abarcan desde el dominio de técnicas de comunicación efectiva hasta la gestión emocional y el conocimiento pedagógico.
En primer lugar, debe contar con formación en comunicación, ya que el facilitador debe ser un experto en la escucha activa, el manejo de silencios, la observación aguda y la comprensión de los elementos de la comunicación verbal y no verbal. Además, debe ser capaz de manejar dinámicas grupales, fomentando la participación y el respeto entre los participantes, y resolver conflictos de manera constructiva.
El conocimiento de la metodología y los principios pedagógicos es igualmente importante, ya que el facilitador debe diseñar y ejecutar simulaciones realistas y adaptar su estilo de enseñanza a las necesidades de los participantes. La gestión emocional, tanto propia como de los participantes, es otra competencia clave, especialmente en situaciones de alta tensión.
Finalmente, el facilitador debe ser un observador atento y capaz de dirigir a los participantes hacia los objetivos de mediante preguntas reflexivas y retroalimentación constructiva.
Fases del debriefing
Siguiendo el modelo de Mitchell (1983), que señala el origen del estrés vivido en experiencias traumáticas emocionales que denominó CISD (Critical Incident Stress Debriefing), el proceso de debriefing suele seguir una estructura en varias fases que permiten una exploración progresiva de la experiencia vivida.
Existen diversos modelos, como Plus-Delta, De buen juicio, 3D Model, Diamond Debrief, PEARLS o TeamGAINS, que varían en su estructura y enfoque, pero comparten elementos comunes.
Independientemente del modelo utilizado, el proceso de facilitación se divide generalmente en tres fases principales: la fase pre-DBF, la fase intra-DBF y la fase post-DBF.
- La fase pre-DBF se centra en la preparación del entorno, el establecimiento de objetivos y la definición de normas, creando un marco seguro y estructurado para la simulación.
- La fase intra-DBF implica la guía activa de la simulación, la observación atenta de los participantes y el apoyo durante la experiencia.
- Finalmente, la fase post-DBF se dedica a la reflexión sobre la experiencia, el análisis de los resultados y la extracción de aprendizajes significativos, permitiendo a los participantes consolidar sus conocimientos y aplicar lo aprendido en futuras situaciones.

El modelo Plus-Delta es un modelo simple para evaluar experiencias, enfocándose en lo positivo ("Plus") y las áreas de mejora ("Delta"). Ideal para retroalimentación rápida y mejora continua.
El modelo De buen juicio analiza la toma de decisiones, evaluando la calidad del juicio y explorando alternativas. Busca mejorar la toma de decisiones informadas y racionales.
El modelo 3D Model que estructura el debriefing en "Descripción", "Discusión" y "Destilación", permitiendo una reflexión completa y profunda. Facilita la integración de perspectivas y la consolidación de aprendizajes.
El modelo Diamond Debrief, cuyo nombre se origina por seguir una estructura en forma de diamante, explorando ampliamente la experiencia, centrándose en puntos clave y expandiéndose para integrar aprendizajes. Permite una reflexión profunda y estructurada.
También encontramos el modelo PEARLS, "Promoting Excellence And Reflective Learning in Simulation", es un enfoque estructurado para el debriefing en simulaciones de atención médica. Se centra en una conversación facilitada que permite entender el punto de vista del participante, y realizar una retroalimentación balanceada entre las fortalezas y las oportunidades de mejora.
Y, por último, el TeamGAINS este más centrado en el rendimiento del equipo, analiza los aspectos que contribuyeron al éxito o al fracaso del equipo. Desglosando el análisis en Goals (Metas), Analysis (Análisis), Information (Información), Lessons learned (Lecciones aprendidas), Summary (Resumen).
Beneficios del debriefing
El debriefing ofrece beneficios significativos para el personal sanitario, por ejemplo, ayuda a reducir el impacto negativo de eventos traumáticos y disminuye la probabilidad de desarrollar estrés postraumático.
Además, facilita la integración de la experiencia en la narrativa personal de manera saludable, promoviendo la expresión emocional y evitando su represión. Este proceso también ayuda a normalizar las respuestas emocionales después de una crisis y mejora la regulación emocional en situaciones similares.
En el ámbito grupal, fortalece el sentido de pertenencia, fomenta la comunicación efectiva y reduce el aislamiento emocional. En el contexto laboral, es especialmente beneficioso en profesiones de alta demanda emocional, como en la sanidad y las fuerzas de seguridad, ya que mejora el bienestar psicológico de los empleados, reduce el ausentismo y mejora el rendimiento.
¿Has participado en un proceso de debriefing? ¿Cómo ha sido tu experiencia? Comparte tu opinión en los comentarios.
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Referencias
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Cheng, A., Eppich, W., Kolbe, M., Meguerdichian, M., Bajaj, K., & Grant, V. (2020). A conceptual framework for the development of debriefing skills: A journey of discovery, growth, and maturity. Simulation in Healthcare, 15(1), 55–60
Costa Marcé, A. & Gracia Blanco, M. de. (2002). Crisis intervention in victims of traumatic events: when, how and what for? 15 (3), 373-387.
Dyregrov, A. (2002). Traumatic crisis intervention. Pavilion Publishing.
Fernández-Ayuso, D., Redondo, A. I., Jiménez-Jiménez, M., del Campo Cazallas, C., Fernández-Carnero, J., & Galán-Lominchar, M. (2024). Coaching: una propuesta innovadora para la mejora del debriefing en la simulación clínica. Educación Médica, 25(1), 100859.
Maestre, J. M., García-Camarero, T., Veiga, G., Holanda, M. S., Alonso, H., Fradejas, V., ... & Rojo, E. (2021). Guía práctica para el debriefing online: revisión exploratoria y análisis de cursos con simulación clínica a distancia. Educación Médica, 22(6), 330-339.
Mitchell, J. T. (1983). When disaster strikes: The critical incident stress debriefing process. Journal of emergency medical services (JEMS), 8(1), 36-39. 1