¿Cómo prevenir la obesidad infantil?
En la actualidad, la obesidad infantil se ha convertido en un desafío de salud pública que demanda nuestra atención urgente. Es esencial entender sus causas y consecuencias para tomar medidas efectivas. En este artículo, exploraremos en profundidad la obesidad infantil, analizando sus factores de riesgo, el impacto en la salud a corto y largo plazo, y las estrategias fundamentales para prevenir y combatir este grave problema.
Escrito por Paula Crespo Escobar. Coordinadora y Profesora del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Europea Miguel de Cervantes UEMC.
La obesidad se considera una enfermedad crónica, multiorgánica, que no solo afecta a la grasa corporal, y con un componente metabólico e inflamatorio importante. Además, tal y como ha señalado en varias ocasiones la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad está muy relacionada con factores ambientales como la alimentación y el ejercicio físico, y asociada a mayor riesgo de morbimortalidad y patologías como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, fertilidad, hipertensión, hígado graso no alcohólico, o algunos tipos de cánceres.
En cuanto al impacto y cifras de la obesidad, el último Informe Regional Europeo de Obesidad 2022, publicado por la OMS, ya hablaba del sobrepeso y obesidad en términos pandémicos y epidémicos en toda Europa. Algunos datos a destacar del informe:
-
En Europa: el 59% de los adultos y casi 1 de cada 3 niños (29% de niños y 27% de niñas) tienen sobrepeso o viven con obesidad, lo que cuesta un 7% del PIB cada año, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
-
La prevalencia de la obesidad en adultos en la Región de Europa es más alta que en cualquier otra región de la OMS, excepto en América que todavía hay más obesidad.
-
El sobrepeso y la obesidad se encuentran entre las principales causas de muerte y discapacidad en la Región de Europa, con estimaciones recientes que sugieren que causan más de 1,2 millones de muertes al año, lo que corresponde a más del 13 % de la mortalidad total en la Región.
-
Este informe habla, por primera vez, de la importancia que tiene el llamado “ambiente obesogénico”, considerado como el ambiente que nos rodea y los estímulos que recibimos que nos predisponen al sobrepeso y obesidad. Este fomenta malos hábitos alimentarios, malas elecciones alimentarias y prácticas de sedentarismo que desencadenan o agravan el problema.
Y, ¿qué pasa en nuestro país? En adultos, según la última Encuesta Nacional de Salud publicada, casi un 20% de la población española mayor de 18 años, sufre obesidad, y hasta un tercio (37%) sufre sobrepeso, siendo más frecuente en hombres que en mujeres, en ambos casos. Esto significa que las cifras de obesidad, se han triplicado desde 1975, año en el que se empezaron a registrar datos epidemiológicos.
En los más pequeños, los datos de obesidad infantil tampoco mejoran mucho, según el último informe del estudio ALADINO (Estudio de Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España) el 23,3% de los niños españoles entre 6 y 9 años presentaba sobrepeso y un 17,3% presentaba obesidad.
Teniendo en cuenta que, en la mayoría de casos, la obesidad es una enfermedad que se puede prevenir, poner el foco en la infancia debería ser algo prioritario para los gobiernos de los países Europeos. Porque prevenirlo desde edades tempranas, evitaría las cifras de obesidad en adultos que tenemos.
¿Qué podemos hacer para prevenir la obesidad infantil?
De manera general y a nivel individual, podemos hablar de las siguientes medidas:
-
Mantener unos buenos hábitos nutricionales, fomentando el consumo de alimentos naturales y limitando el de azúcar libre y ultraprocesados (bollería, refrescos, dulces, zumos, precocinados…)
-
Limitar el tiempo delante de las pantallas electrónicas y promover la realización de actividad física y el contacto con la naturaleza.
-
Cuidar la higiene del sueño y mantener unos buenos patrones de sueño, así como un total de horas de descanso adecuadas.
-
Implicar a la familia: todos tenemos que cuidar la alimentación. No podemos querer que los hijos coman bien, si no tienen un buen ejemplo en los padres.
-
Acudir a un nutricionista especializado en el caso de necesitar una intervención más personalizada.
Y a nivel global, ¿qué se podría hacer para lograr esta prevención de la obesidad infantil? El informe citado hace hincapié en medidas que se pueden llevar a cabo en los diferentes países y por los diferentes gobiernos para crear políticas de salud pública que aborden el problema. Alguna de las medidas que resalta son:
-
Implementación de medidas fiscales: como la tasa de bebidas azucaradas o bajar el IVA de alimentos saludables.
-
Restricción de la comercialización y publicidad de alimentos poco saludables dirigidos a niños.
-
Mejorar el acceso a servicios de nutrición y control de la obesidad en atención primaria, como parte de la cobertura universal de salud.
-
Intervenciones eficaces en las escuelas, como incluir educación nutricional en el curriculum académico de las escuelas.
-
Mejorar y crear entornos que mejoren la accesibilidad y asequibilidad de alimentos saludables y oportunidades para la actividad física en el entorno donde viven las personas
Como se puede comprobar, todavía queda mucho por hacer en el campo de la obesidad. Si te interesan los temas relacionados con la nutrición, te invitamos a consultar nuestro catálogo formativo. En INESALUD encontrarás cursos para especializarte en el área de tu preferencia, siempre con el soporte de docentes altamente cualificados.