¿Pueden los crucigramas y ejercicios mentales frenar el deterioro cognitivo?
¿Si te dijeran que hay un ejercicio o una app para mejorar tus habilidades cognitivas, la usarías con regularidad? ¿Quién no quisiera tener una mejor memoria o ser más "inteligente"? Bajo estas premisas, muchas personas realizan retos mentales, como crucigramas, sudokus o juegos. Pero, ¿realmente funcionan para evitar el deterioro cognitivo? ¡En este artículo te lo contamos!
La búsqueda de estrategias para mantener un cerebro sano y activo a medida que envejecemos es un tema de creciente interés. Entre las diversas opciones que se exploran, los ejercicios mentales y los pasatiempos como los crucigramas han cobrado especial relevancia. ¿Pero existe evidencia científica que respalde estos beneficios?
Resolver crucigramas es un pasatiempo popular que muchas personas disfrutan por su capacidad de estimular la mente y proporcionar un desafío mental. Si bien es cierto que estas actividades pueden ser entretenidas y ayudar a mantener la mente activa, es importante abordar con cautela las afirmaciones que sugieren que los crucigramas tienen el poder de prevenir o retrasar el deterioro cognitivo.
Si bien algunos estudios han encontrado correlaciones positivas entre realizar ejercicios mentales y ciertas funciones cognitivas, como la memoria y la atención, es crucial destacar que la correlación no implica causalidad. En general, se puede decir que no hay una evidencia concluyente o no hay suficientes pruebas.
Otros factores, como el nivel educativo, la salud general, la actividad social y la genética, también pueden influir significativamente en la salud cognitiva. Por lo tanto, atribuir los beneficios cognitivos exclusivamente a los juegos mentales o crucigramas sería una simplificación excesiva.
Entonces, ¿deberíamos dejar de resolver crucigramas o resolver retos?
¡No, en absoluto! Los crucigramas y otros juegos mentales pueden ser una forma divertida y accesible de mantener la mente activa y estimulada. Sin embargo, es importante tener expectativas realistas. Si bien estos pasatiempos pueden ofrecer beneficios cognitivos, no deben considerarse como una panacea para prevenir enfermedades como el Alzheimer o la demencia.
El ejercicio cognitivo, en el envejecimiento o frente a enfermedades neurodegenerativas, debe combinarse con una aproximación nutricional, farmacológica y de hábitos.
El cerebro necesita entrenamiento
Al igual que los músculos del cuerpo se fortalecen con el ejercicio, el cerebro también requiere estimulación constante para mantener sus funciones cognitivas en óptimas condiciones. Los ejercicios mentales, que incluyen actividades como resolver rompecabezas, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento musical, desafían al cerebro a formar nuevas conexiones neuronales.
Un ensayo, realizado durante 78 semanas con personas con deterioro cognitivo leve, evaluó la eficacia de un entrenamiento intensivo de 12 semanas con crucigramas y juegos informáticos. El entrenamiento en crucigramas computarizado en el hogar se asoció con una mejora de la cognición en comparación con los juegos computarizados.
No obstante, este y otros estudios similares, señalan siempre la necesidad de una evaluación más exhaustiva. Si bien los crucigramas son populares, existen muchas otras actividades que pueden contribuir a la salud cognitiva. La lectura, escribir, jugar ajedrez o realizar cálculos mentales son algunas opciones adicionales. Lo importante es elegir actividades que sean placenteras y que representen un desafío adecuado para cada individuo.
Por otra parte, un estudio longitudinal que evalúo los datos de 14 años de 1.962 personas encontró que las personas que tenían frecuencias de lectura más alta, tenían menos probabilidades de deterioro cognitivo. "Las actividades de lectura frecuentes se asociaron con un menor riesgo de deterioro cognitivo en adultos mayores en todos los niveles educativos a largo plazo", fue la conclusión del estudio.
Por otra parte, el bilingüismo o aprendizaje de idiomas es una de las actividades que más ha mostrado resultados positivos frente a la estimulación cognitiva. Se ha demostrado que ayuda a fortalecer la capacidad de atención y la memoria.
La importancia de un estilo de vida saludable
Si bien los ejercicios mentales pueden ser beneficiosos, es fundamental recordar que forman parte de un estilo de vida saludable más amplio. Una dieta equilibrada, ejercicio físico regular, descanso adecuado y relaciones sociales enriquecedoras también contribuyen a mantener un cerebro sano.
La comunidad científica continúa investigando los efectos de los ejercicios mentales en el deterioro cognitivo. Si bien los resultados son diversos, se necesitan más estudios a largo plazo para establecer conclusiones definitivas.
Referencias
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