La fisioterapia como aliada en el manejo de la esclerosis múltiple: mejorando la calidad de vida y la funcionalidad.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica y autoinmune del sistema nervioso central (SNC) que afecta principalmente a la sustancia blanca del cerebro y la médula espinal. Se caracteriza por la desmielinización y el daño a los nervios. La desmielinización se refiere a la pérdida o daño de la mielina, la sustancia que recubre y protege las fibras nerviosas, lo que interfiere con la transmisión eficiente de los impulsos nerviosos.
Artículo redactado por José Manuel López Martín, docente de INESALUD especializado en Fisioterapia y Readaptación Deportiva.
No se conoce la causa exacta de la EM, pero se cree que es el resultado de una interacción compleja entre factores genéticos y ambientales. El sistema inmunitario juega un papel importante en la EM, al producir una respuesta autoinmune atacando erróneamente la mielina, llevando a la formación de lesiones inflamatorias.
Diferentes tipos de esclerosis múltiple
Existen diferentes tipos de esclerosis múltiple (EM), que se clasifican principalmente según el patrón de evolución y la presencia o ausencia de brotes.
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Esclerosis múltiple recurrente-remitente (EMRR): Es el tipo más común, afecta aproximadamente al 85% de las personas con la enfermedad. Se caracteriza por episodios de brotes neurológicos seguidos de períodos de remisión parcial o completa. Durante los brotes, se pueden experimentar nuevos síntomas o un empeoramiento de los síntomas existentes.
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Esclerosis múltiple primaria progresiva (EMPP): Es menos común, afectando aproximadamente al 10% de las personas con EM. Los síntomas empeoran gradualmente desde el inicio de la enfermedad, sin la presencia de brotes definidos ni períodos de remisión.
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Esclerosis múltiple secundaria progresiva (EMSP): Se desarrolla en algunas personas con EMRR después de un período inicial de brotes y remisiones. Con el tiempo, los síntomas empeoran de manera progresiva sin períodos de remisión. La transición de la EMRR a la EMSP puede ocurrir después de varios años o décadas de haber sido diagnosticado.
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Esclerosis múltiple progresiva con brotes (EMPB): Muestra características tanto de la EMPP como de la EMRR. Los síntomas empeoran gradualmente con la progresión, pero también puede haber brotes superpuestos a la progresión continua. La EMPB es un tipo menos común y puede ser más difícil de tratar.
Síntomas y diagnóstico de la esclerosis múltiple.
Los síntomas pueden variar ampliamente y dependerán de las áreas específicas del sistema nervioso central que se vean afectadas. Entre los síntomas más comunes se incluyen problemas de movilidad, fatiga crónica, debilidad muscular, alteraciones visuales, problemas de equilibrio y coordinación, dificultades cognitivas y trastornos del habla.
El diagnóstico de la esclerosis múltiple puede ser complejo, ya que no existe una única prueba definitiva para confirmar la enfermedad. Los médicos se basan en la historia clínica del paciente, los síntomas presentados, los hallazgos neurológicos y los resultados de pruebas como resonancias magnéticas y análisis de líquido cefalorraquídeo. A través de un proceso de descarte y evaluación exhaustiva, se llega a un diagnóstico de esclerosis múltiple. Un diagnóstico temprano es fundamental para iniciar un tratamiento adecuado y controlar la progresión de la enfermedad.
Una vez que se ha realizado el diagnóstico, se pueden emplear diferentes enfoques de tratamiento para controlar los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad. La fisioterapia desempeña un papel clave en este enfoque de tratamiento y se centra en mejorar la movilidad, la funcionalidad y la calidad de vida de los pacientes con esclerosis múltiple.
Técnicas de fisioterapia en la esclerosis múltiple.
A continuación, se detallan algunas de las técnicas y enfoques utilizados en la fisioterapia para el tratamiento de la esclerosis múltiple:
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Ejercicio terapéutico: La realización de ejercicio es fundamental para mantener la funcionalidad física y prevenir la pérdida de fuerza y movilidad. Esto puede incluir ejercicios de fortalecimiento, estiramiento, equilibrio y coordinación.
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Entrenamiento de la marcha: La dificultad para caminar es uno de los síntomas más comunes en la esclerosis múltiple. El fisioterapeuta trabajará en mejorar la marcha y la estabilidad durante la locomoción. Se pueden utilizar técnicas como la corrección de la postura y la enseñanza de estrategias para superar los obstáculos.
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Terapia de movimiento y conciencia corporal: Este enfoque se centra en mejorar la coordinación y la conciencia corporal a través de técnicas como el método Feldenkrais o el método Bobath. Estas técnicas se basan en ayudar a reducir la espasticidad y mejorar la calidad del movimiento.
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Electroestimulación: Hay diferentes tipos de corrientes.
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Estimulación eléctrica (FES) utiliza impulsos eléctricos de baja intensidad para estimular los músculos y producir contracciones controladas.
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Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) ayuda a reducir el dolor, normalmente EM experimentan dolor crónico o espasticidad muscular.
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Estimulación magnética transcraneal (TMS) utiliza campos magnéticos para estimular áreas específicas del cerebro. Para mejorar la función motora, reducir la fatiga y modular la actividad cerebral anormal asociada con la enfermedad.
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Hidroterapia: La flotabilidad del agua reduce la carga en las articulaciones y permite el movimiento con mayor facilidad. Esto puede ser beneficioso para mejorar la fuerza, la resistencia y el equilibrio, así como para aliviar la espasticidad y mejorar la relajación muscular.
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Masaje neuromuscular: Dirigido específicamente a puntos gatillo y áreas de tensión muscular, utilizando técnicas de presión, amasamientos y técnicas de liberación miofascial. Utilizadas para aliviar el dolor y evitar espasticidad.
Beneficios de la fisioterapia en la esclerosis múltiple
La fisioterapia desempeña un papel crucial en el manejo de la esclerosis múltiple al abordar los síntomas motores y funcionales que afectan la calidad de vida de los pacientes.
Entre los diferentes beneficios podemos destacar:
- Mejora de la movilidad y la función física
- Reducción de la espasticidad
- Prevención de la debilidad muscular
- Mejora del equilibrio y la coordinación
- Alivio del dolor y la fatiga
- Promoción de la independencia y la autonomía
- Apoyo emocional y psicológico
- Mejorar la calidad de vida
Es importante destacar que el tratamiento fisioterapéutico debe ser personalizado y adaptado a las necesidades y capacidades de cada paciente. El fisioterapeuta trabajará en estrecha colaboración con el paciente para establecer metas realistas y desarrollar un plan de tratamiento individualizado.
Y tú, ¿cómo tratas la esclerosis múltiple?
Espero que este post te haya ayudado a conocer un poco más la esclerosis múltiple, los tipos que existen y los diferentes tipos de tratamientos que se pueden realizar. Y tú, ¿qué tipo de técnicas utilizas en pacientes de esclerosis múltiple?
Además, si estás interesado en conocer más acerca de esta formación u otras relacionadas con la salud ¡Tu fisioterapéutico una vez más, está aquí para ayudarte! Cuéntanos que tema te gustaría que tratemos en el próximo post, déjamelo en los comentarios.