La bestia en la bella: listado de ingredientes a evitar en tus cosméticos
Si te gusta cuidar de tu piel y tu cuerpo, seguramente eres de los que no escatima en gastos a la hora de escoger un cosmético apropiado. Normalmente, los criterios que suelen tenerse en cuenta para llevar a cabo esta elección están relacionados con nuestro tipo de piel (grasa, seca, mixta, atópica…), pero ¿es esto suficiente? ¡Te decimos que no! Por esto, te compartimos un listado de ingredientes a evitar en tus cosméticos.
Escrito por Miguel Ángel Aparicio Jiménez, biólogo y docente del área de sanidad de INESALUD.
Cuídate, pero pon atención a cómo lo haces. Si le preguntas al dependiente de la tienda o a la marca en cuestión si un producto es sano, lo más probable es que te digan que sí. Pero no es oro todo lo que reluce. Existen muchos compuestos presentes en los cosméticos que usamos normalmente que pueden tener efectos no deseados en nuestra salud.
Estos efectos están siendo documentados por la comunidad científica, pero parece que en algunas ocasiones, las compañías hacen oídos sordos y priorizan el beneficio económico por encima de cualquier otra cosa. En este post, te hablamos de algunos de los ingredientes tóxicos o compuestos que con más frecuencia podemos encontrar en los productos cosméticos o de higiene personal y cuyo efecto puede ser dudoso.
Parabenos y sus riesgos biológicos
Este tipo de compuestos han sido ampliamente utilizados en la industria cosmética debido a su fuerte acción antimicrobiana. En definitiva, son ésteres del ácido 4-hidroxibenzoico y son producidos de forma natural por las plantas y algunas bacterias. Sin embargo, en la industria se sintetizan de forma artificial.
La Unión Europea ya ha prohibido algunos de ellos, como el benzil-parabeno, el isobutil-parabeno, el fenil-parabeno y el metil-parabeno, entre otros muchos. A pesar de estos riesgos, estos compuestos continúan empleándose debido a su bajo coste y toxicidad marginal.
Los parabenos se han detectado en aguas fluviales, y su biodegradación conduce a la formación de su precursor, ya mencionado en el párrafo anterior. Este puede acumularse en los tejidos de animales acuáticos, entrando así además en la cadena trófica.
Se ha documentado que los parabenos actúan como disruptores endocrinos, alterando sobre todo el sistema reproductivo. Teniendo esto en cuenta, se les ha relacionado con el cáncer de mama en seres humanos.
Cloruro de benzalconio y sus efectos citotóxicos:
Del mismo modo que en el caso anterior, el cloruro de benzalconio hace las veces de agente antimicrobiano. Se trata de un detergente catiónico y surfactante. Aunque este compuesto se utiliza frecuentemente en una gran cantidad de cosméticos, diversos estudios tanto in vitro como in vivo han reportado efectos citotóxicos sobre células del epitelio de la córnea y la conjuntiva. Casi todos los estudios ligan este compuesto con daños en las mucosas y en los ojos.
1,4-Dioxano, sus usos e impacto en la salud:
El 1,4-dioxano es un solvente orgánico (éter) comúnmente empleado como agente emulsionante y como detergente. Por este motivo, este compuesto está presente en muchos productos de higiene personal como champús, lociones para bebés, gel de baño, pasta de dientes, entre otros muchos.
Se usa además para incrementar el efecto espuma en estos productos, minimizando el uso de otros compuestos más irritantes como el laurilsulfato de sodio. Al igual que ocurre con los parabenos, estos compuestos llegan fácilmente a los cauces de agua una vez se desechan.
Otra curiosidad sobre este compuesto es que no está listado en las etiquetas de los cosméticos, puesto que se produce a partir de la etoxilación durante el proceso de manufactura de otros componentes, como por ejemplo el polietilenglicol.
Se conoce que la exposición excesiva a este tipo de compuestos conduce, entre otras cuestiones, a desarrollar cáncer de piel, hepatocarcinoma y cáncer de mama. De cualquier modo, los ensayos in vivo hablan de exposición a elevadas concentraciones y por un periodo de tiempo prolongado, por lo que el efecto de la exposición a dosis más bajas a largo plazo no se conoce demasiado.
Siloxanos o siliconas:
Estos constituyen un grupo de compuestos de bajo peso molecular utilizados sobre todo en productos capilares. Normalmente, sirven para hidratar y generar sensación de suavidad. El problema de estos compuestos es que son bioacumulativos, y pueden ir a parar a los tejidos de la fauna acuática, entrando así en la cadena trófica.
El Ciclotetraxiloxano, por ejemplo, ha sido identificado como un potente disruptor endocrino. Del mismo modo que ocurre con los parabenos, puede interferir con la función hormonal normal, conduciendo a problemas de infertilidad.
Leer las etiquetas puede resultar vital…
Existen otras muchas sustancias químicas que pueden tener efectos perjudiciales y que se encuentran en la formulación de diversos cosméticos. Estos pueden ser cancerígenos, causar reacciones alérgicas, actuar como disruptores endocrinos, causar irritación en la piel o dañar el medio ambiente.
Entre otros productos, cabe mencionar al laurilsulfato de sodio, un tensioactivo que puede tener efectos irritantes al contacto con la piel y las mucosas; metales pesados; derivados del formaldehido; e incluso partículas de microplásticos que se usan como agentes abrasivos en jabones y pastas de dientes.
A lo que quiero llegar con todo esto es que antes de elegir cualquier cosmético, sería prudente revisar la lista de ingredientes cosméticos y comprobar si realmente son seguros para nuestra salud. Basta con realizar una pequeña búsqueda (por supuesto excluyendo todo el contenido sensacionalista). Asimismo, se han desarrollado algunas apps que identifican los componentes de los productos y alertan sobre sus posibles efectos.
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