Nuevas soluciones frente al virus respiratorio sincitial en lactantes
La campaña contra la bronquiolitis llega este otoño con una (no) vacuna contra el virus respiratorio sincitial (VRS).
Escrito por Nerea Martín Pavón, química y docente del área de ciencias de INESALUD.
El VRS es un agente patógeno que a menudo pasa desapercibido entre nosotros, pero que tiene un impacto significativo en la salud de los más pequeños. En los últimos años, las cifras de casos graves de infección por virus respiratorio sincitial en bebés han sido motivo de creciente preocupación para padres, médicos y profesionales de la salud.
Las estadísticas revelan que el virus respiratorio sincitial es la principal causa de hospitalización en bebés menores de un año.
Síntomas de la infección por virus sincitial
Los síntomas del virus sincitial respiratorio suelen ser leves, como los de un resfriado. Normalmente, no van más allá de congestión nasal, tos, estornudos y falta de apetito. Pero es cierto que, en bebés, debido a su sistema inmunitario en desarrollo, es importante estar atentos a los signos tempranos de infección para garantizar un diagnóstico y tratamiento adecuados.
En los casos más graves de la infección, los síntomas son:
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Dificultad respiratoria. Uno de los signos más preocupantes es la dificultad para respirar. Los bebés pueden mostrar un aumento en la frecuencia respiratoria, retracciones en el pecho y respiración acelerada
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Sibilancias y silbidos. Se pueden escuchar ruidos respiratorios, como sibilancias y silbidos, que indican una obstrucción de las vías respiratorias.
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Coloración azulada en labios y uñas. La falta de oxígeno puede llevar a una coloración azulada en los labios y las uñas, lo que es un signo de emergencia y requiere atención médica inmediata.
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Fatiga. Los bebés pueden volverse extremadamente letárgicos y débiles debido a la falta de oxígeno.
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Infecciones del oído. Las infecciones del oído son una complicación común del VSR en bebés y pueden causar fiebre y malestar
Es fundamental recordar que, si se observan síntomas graves en un bebé, es esencial buscar atención médica de inmediato. Las infecciones graves por VSR pueden requerir hospitalización y cuidados especiales para garantizar la recuperación del bebé.
Prevención y tratamiento
Las medidas cotidianas de higiene que podemos tomar son la mejor forma de prevenir cualquier infección. Por poner un ejemplo, la Consejería de Salud de Andalucía ha publicado un decálogo de medidas preventivas, entre las que se encuentran:
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Dar lactancia materna, ya que la evidencia científica establece que es la mejor forma de potenciar el sistema inmunitario del bebé.
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Lavado de manos frecuente, porque es una vía de contacto con los menores.
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Limitar visitas y evitar aglomeraciones, sobre todo donde pueda haber personas enfermas. Y evitar con esto contactos como besos y abrazos.
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Limpiar y desinfectar superficies. Es importante mantener las superficies y juguetes limpios y desinfectados, ya que este virus puede sobrevivir hasta seis horas.
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Mantener un ambiente libre de humo, esto es crucial para evitar exponer al lactante a un ambiente tóxico, pero además es que el humo es un trasportador de microorganismos.
También existe en el mercado el medicamento Synagis (palivizumab), que está aprobado para prevenir la enfermedad por el VRS en niños menores de 24 meses que estén en alto riesgo de contraerla en forma grave.
En cuanto al tratamiento, no existe una cura específica para el VRS, por lo que es clave tener presente que la prevención es fundamental. La estrategia de tratamiento predominante se basa en la atención de soporte, que tiene como objetivo principal aliviar los síntomas y proporcionar el apoyo necesario para que el paciente se recupere.
Esto puede implicar desde el uso de medidas para aliviar la congestión nasal y la tos, administración de líquidos orales para mantener la hidratación y, en algunos casos, medicamentos para reducir la fiebre hasta la administración de oxígeno o incluso la ventilación mecánica, para casos más graves.
Nirsevimab: la (no) vacuna frente al virus respiratorio sincitial
Una vacuna sería la solución ideal para prevenir la infección por VRS, particularmente en los grupos de mayor riesgo, como los bebés prematuros y los recién nacidos. Sin embargo, el desarrollo de una vacuna contra este virus ha demostrado ser un desafío complejo, ya que los pacientes son lactantes con un sistema inmunitario sin desarrollar, por lo que la investigación se hace complicada.
A hoy, no existe una vacuna como tal, pero sí se ha desarrollado un anticuerpo monoclonal recombinante, que se va a administrar por parte de casi todas las comunidades autónomas en España, para los bebés menores de seis meses y los de hasta 24 meses de grupos de riesgo.
Un anticuerpo monoclonal es una proteína fabricada en laboratorio que actúa como cualquier anticuerpo producido de manera natural por el organismo humano. No es una vacuna, porque no se expone al sistema inmunitario al patógeno, pero el resultado a efectos prácticos es el mismo.
Según los datos preliminares de los distintos ensayos clínicos previos a su autorización por parte de las autoridades sanitarias, el Niversimab consigue reducir las hospitalizaciones en más del 80%.
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