Conoce los síntomas del Helicobacter pylori, desde cansancio hasta gastritis crónica

¿Sabías que existe una bacteria, llamada Helicobacter pylori, que puede convertirse en un inquilino indeseable en tu estómago? Esta bacteria encuentra en la mucosa gástrica un hogar perfecto, donde se adhiere y prolifera. A pesar de su tamaño minúsculo, la Helicobacter pylori es capaz de provocar una serie de molestias y problemas digestivos, desde dolor abdominal, cansancio y náuseas hasta úlceras pépticas y, en algunos casos, incluso cáncer gástrico.

Escrito por María Fernanda Ramírez Ramos, periodista especializada en salud y redactora de INESALUD. 

El Helicobacter pylori es la causa más frecuente de gastritis crónica en el mundo. De hecho, se estima que la infección afecta a la mitad de la población mundial. Aun así, hay regiones más afectadas, debido a las condiciones sanitarias. 

El H. pylori es un microorganismo gramnegativo que tiene una forma de espiral y es capaz de crecer en un medio ácido. Es común que se adquiera en la infancia y se mantenga activa durante muchos años. Sin embargo, también puede ser adquirida en la edad adulta. Se suele transmitir por una mala higiene, de forma "fecal-oral" u "oral-oral".

¿Cómo se siente una persona que tiene Helicobacter?

La presencia de la bacteria Helicobacter pylori en el organismo puede manifestarse de diversas maneras, y no siempre se presenta con un cuadro clínico evidente porque puede ser asintomática. De hecho, se estima que hasta un 70% de las personas infectadas no experimentan síntomas perceptibles.

No obstante, también es una de las causas más usuales de dispepsia o indigestión, que puede confundirse con otras razones. Así, la sintomatología puede variar en intensidad y tipología. Algunos de los indicadores más comunes son:

• Molestias digestivas: Dolor o ardor en la zona abdominal, especialmente en la parte superior, indigestión, náuseas, vómitos, gases y distensión abdominal.
• Síntomas relacionados con la alimentación: Pérdida de apetito, saciedad precoz, intolerancia a ciertos alimentos y sensibilidad estomacal.
• Manifestaciones generales: Cansancio crónico, fatiga, pérdida de peso inexplicable, anemia ferropénica (por deficiencia de hierro) y, en algunos casos, mal aliento.

Aunque la relación con el cansancio no tiene mucha evidencia científica, sí hay factores que podrían explicarlo. Las deficiencias nutricionales, la inflamación crónica, las alteraciones en la microbiota y los molestos síntomas como el reflujo hacen que la persona tenga un malestar frecuente. 

¿Cómo son los síntomas de la bacteria Helicobacter pylori?

La infección por Helicobacter pylori se caracteriza por la colonización de la mucosa gástrica, la capa interna del estómago, por parte de esta bacteria. Esta colonización provoca una inflamación crónica del revestimiento gástrico, conocida como gastritis crónica, que puede desencadenar una serie de molestias y problemas digestivos.

Los síntomas de la infección por Helicobacter pylori pueden ser agudos o crónicos. Los síntomas agudos suelen ser más intensos y de corta duración, mientras que los crónicos pueden ser más leves pero persistentes en el tiempo.

No obstante, más allá de los síntomas evidentes, es fundamental conocer que esta infección está relacionada con mayor producción de gastrina, atrofia gástrica, disminución de ácidos, producción de amoniaco y producción de enzimas que afectan la mucosa. Estos factores tienen que ver con la aparición de úlceras y adenocarcinomas gástricos.

Por otra parte, recientes investigaciones señalan que cada vez hay más pruebas que sugieren que la infección por H. pylori puede desempeñar un papel en trastornos extraintestinales o tener síntomas de este tipo. 

¿Qué parte del cuerpo afecta el Helicobacter?

El principal objetivo de la bacteria Helicobacter pylori es el revestimiento del estómago, donde se adhiere y prolifera. La inflamación crónica que produce la bacteria en esta zona puede derivar en diversas complicaciones, como:

• Úlceras pépticas: Son lesiones dolorosas que se forman en la mucosa gástrica o en la primera parte del intestino delgado (duodeno).
• Cáncer gástrico: Aunque la relación no está del todo clara, la infección por Helicobacter pylori se considera un factor de riesgo importante para el desarrollo de este tipo de cáncer.

Factores de riesgo y prevención:

La infección por Helicobacter pylori se transmite principalmente a través del contacto con agua o alimentos contaminados, así como por contacto directo con la saliva o vómito de una persona infectada. Los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de contraer la infección incluyen:

• Vivir en condiciones de hacinamiento o con saneamiento deficiente.
• Beber agua no potable.
• Comer alimentos que no se han lavado o cocinado adecuadamente.
• No lavarse las manos correctamente después de ir al baño o antes de comer.

La prevención de la infección por Helicobacter pylori se basa en la adopción de medidas higiénicas adecuadas, como:

• Beber agua limpia o purificada.
• Lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y después de ir al baño.
• Evitar compartir alimentos o utensilios con personas infectadas.
• Cocinar bien los alimentos, especialmente la carne y los huevos.
• Lavar bien las frutas y verduras.

Tratamiento

La infección por Helicobacter pylori se trata generalmente con antibióticos, que se administran en combinación durante 1-2 semanas. No obstante, se pueden administrar tratamientos de mayor tiempo o en diversos periodos de tiempo. Esto sucede porque ha habido un aumento de la resistencia a los antibióticos de esta bacteria, que está generando desafíos en la farmacovigilancia. 

En algunos casos, también se pueden recetar medicamentos para reducir la acidez estomacal y aliviar los síntomas. Por otra parte, la pregunta sobre cuál es el mejor probiótico para el Helicobacter pylori es muy común entre los/as pacientes. No obstante, si bien los probióticos pueden ser beneficiosos para la salud digestiva en general, no existe un "mejor probiótico" específico para la infección por Helicobacter pylori.

Finalmente, es preciso señalar que la tasa de erradicación de la bacteria con el tratamiento adecuado es alta, de alrededor del 80-90%. Sin embargo, es importante seguir las instrucciones del médico cuidadosamente y completar el tratamiento completo, incluso si los síntomas desaparecen antes de tiempo, para evitar que la infección reaparezca.

Por lo general, las pruebas que se realizan para detectar el Helicobacter pylori son la prueba de aliento con urea, los análisis de sangre, la prueba de antígeno en las heces y las endoscopias con biopsias, donde además se puede visualizar si hay úlceras. 

Formaciones que te recomendamos 

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Referencias

Elbehiry, A., Marzouk, E., Aldubaib, M., Abalkhail, A., Anagreyyah, S., Anajirih, N., Almuzaini, A. M., Rawway, M., Alfadhel, A., Draz, A., & Abu-Okail, A. (2023). Helicobacter pylori infection: Current status and future prospects on diagnostic, therapeutic and control challenges. Antibiotics (Basel, Switzerland), 12(2), 191. https://doi.org/10.3390/antibiotics12020191

Malfertheiner, P., Camargo, M. C., El-Omar, E., Liou, J.-M., Peek, R., Schulz, C., Smith, S. I., & Suerbaum, S. (2023). Helicobacter pylori infection. Nature Reviews. Disease Primers, 9(1), 1–24. https://doi.org/10.1038/s41572-023-00431-8

Vakil, N. (s/f). Infección por Helicobacter pylori. Manual MSD versión para profesionales. Recuperado el 10 de mayo de 2024, de https://www.msdmanuals.com/es-es/professional/trastornos-gastrointestinales/gastritis-y-enfermedad-ulcerosa-p%C3%A9ptica/infecci%C3%B3n-por-helicobacter-pylori