Virus del Papiloma Humano (VPH): Etiología y tratamiento

redactor

31/08/2024 11:30

31 August 2024 11:30

Te ayudamos a elegir tu formación, click aquí

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es uno de los patógenos más comunes en la población mundial. Se estima que un 80% de las personas activas sexualmente estarán en contacto con alguno de los tipos del virus en algún momento de su vida. Afecta tanto a hombres como a mujeres, y es responsable de una variedad de condiciones clínicas, desde verrugas benignas hasta el temido cáncer. En este artículo te contamos sobre este virus, sus tipos y prevención.

Escrito por Alba Gastón Guerrero, enfermera especialista en sexología y docente de INESALUD.

El VPH se transmite principalmente a través de relaciones sexuales, siendo muy fácil su propagación por el simple contacto de la piel de los genitales. Una vez que el virus entra en el cuerpo, infecta las células de la piel o las mucosas, donde puede permanecer latente o comenzar a replicarse.

La infección latente puede persistir durante años sin causar síntomas, pero la replicación viral activa puede llevar a la formación de verrugas o lesiones precancerosas. Hasta que las lesiones se producen, también puede transcurrir mucho tiempo.

¿Cuáles son los tipos de VPH?

Existen más de 200 tipos de VPH, que se clasifican en dos categorías principales: de bajo riesgo y de alto riesgo.

Los tipos de bajo riesgo, como el VPH-6 y VPH-11, generalmente causan verrugas genitales. Los tipos de alto riesgo, como el VPH-16, VPH-18, VPH-31 y VPH-45, están asociados con lesiones precancerosas, que pueden producir diferentes tipos de cáncer si no se tratan adecuadamente, como el cáncer cervical (que es el más común), anal, vaginal, de vulva u orofaríngeo.

La mayoría de las infecciones por VPH son asintomáticas, es por ello por lo que tiene una incidencia tan alta de transmisión, ya que, muchas veces, las personas afectadas son portadoras, pero no están diagnosticadas.

Este es el motivo por el cual es muy importante que se realicen las revisiones pertinentes para evitar la evolución de la infección en una enfermedad.

Tratamiento del Virus del Papiloma Humano

Cuando hablamos de tratamiento del virus del papiloma humano, debemos hablar antes de nada de la prevención primaria y, después, del tratamiento per se.

La vacunación es la estrategia más efectiva para prevenir la infección por VPH que existe en la actualidad. En el mercado, hay tres vacunas aprobadas:

Cervarix (Bivalente, solo protege contra los tipos 16 y 18)
Gardasil (Cuadrivalente, protege contra los tipos 6,11,16 y 18)
Gardasil 9 (Nonavalente, protege contra los tipos 6, 11, 16, 18, 31, 33, 45, 52, 58).

La última es la más completa hasta el momento y es la que se está administrando en nuestro país, regulada por las comunidades autónomas. La vacunación es más efectiva cuando se suministra antes del inicio de la actividad sexual, pero es útil y se recomienda a personas activas sexualmente en todas las edades. En el calendario vacunal infantil, según la CCAA de la que estemos hablando, la vacuna se administra solamente a niñas, pero hay algunas que están comenzando a introducir la vacuna en el calendario vacunal de los niños.

También se aplica de forma gratuita a personas portadoras del virus que cumplan unas condiciones especiales regidas por la comunidad autónoma correspondiente. Aun así, hay que aclarar que, aunque se recomienda el uso de la vacuna por parte de personas portadoras del virus, esta no va a curarlas, sino que protegerá de la posible infección de otras cepas.

El uso del preservativo o barreras protege de un 60-70% de la infección por VPH. Lo más adecuado para tener una protección más completa durante las relaciones sexuales es utilizar una barrera complementaria, pero, por desgracia, aún se tiene que investigar mucho más acerca de medidas de prevención en relaciones sexuales.

Las consecuencias sintomáticas de la infección por VPH tendrán un tratamiento específico y diferenciado dependiendo de cuáles sean sus características.

El tratamiento de las verrugas genitales incluye métodos tópicos y quirúrgicos. Entre los tratamientos tópicos se encuentran el ácido tricloroacético, el imiquimod y el podofilino. Los métodos quirúrgicos incluyen la crioterapia, la electrocoagulación, y la extirpación quirúrgica. La elección del tratamiento depende del tamaño, número y localización de las verrugas, así como de la preferencia de la persona afectada aconsejada por el equipo médico.

Las lesiones precancerosas (CIN1, CIN2 y CIN3), requieren un seguimiento más riguroso. El tratamiento actual demostrado con evidencia científica para tratar los dos primeros consiste en seguir unos hábitos de vida saludable con constancia y, en el CIN3, tratamiento con conización del cérvix.

Estos procedimientos tienen como objetivo eliminar las células anormales y reducir el riesgo de progresión a cáncer invasivo. Para que la evolución de la infección por VPH de alto riesgo llegue a un cáncer invasivo, suele tardar una media de 10 años.

Con las citologías estipuladas cada 2 años aproximadamente se detecta la infección en alguno de estos estadios con antelación, evitando que derive en consecuencias más graves. Una vez se ha diagnosticado el VPH de alto riesgo en alguna de estas etapas, se aumenta la frecuencia de citologías para prevenir el avance de la lesión.

Aunque el VPH se asocia más comúnmente a la mujer, también son propensos a padecer infecciones por este virus los hombres. Aparte de poder padecer un cáncer (anal, de pene u orofaríngeo) en caso de las infecciones de alto riesgo, también son víctimas de verugas y, por supuesto, vectores de transmisión del virus.

Por ello, la vacunación es igualmente importante en hombres para prevenir estas enfermedades. El tratamiento de las verrugas genitales y lesiones precancerosas sigue principios similares a los de las mujeres.

En consecuencia, las líneas de investigación de la prevención de transmisión de infecciones producidas por el VPH son muy importantes para continuar reduciendo el número de personas afectadas por las consecuencias de este, pues, aunque la vacuna y el preservativo ayudan mucho, no son suficientes.

Te recomendamos leer: Descubre el rol esencial de una matrona en la salud de la mujer