Bebé prematuro: necesidades desde el nacimiento

El nacimiento de un bebé prematuro, es decir, aquel que llega al mundo antes de completar las 37 semanas de embarazo. Estos recién nacidos requieren una atención especializada desde el primer momento, ya que sus órganos y sistemas todavía no han madurado lo suficiente como para adaptarse de manera independiente a la vida extrauterina.

Escrito por Alba Gastón Guerrero, enfermera especialista en sexología y docente de INESALUD. 

Factores de riesgo y causas del nacimiento prematuro

Existen numerosos factores de riesgo que pueden influir en la aparición de un nacimiento prematuro. Algunos de ellos están relacionados con la salud materna, como la hipertensión, la diabetes o la presencia de infecciones durante el embarazo. Otras causas pueden ser gestaciones múltiples, alteraciones en el cuello uterino o en la estructura del útero, así como antecedentes de nacimientos prematuros. Otras causas que podemos encontrar están asociadas al estilo de vida de la madre el consumo de tabaco, alcohol o drogas, el estrés extremo y la desnutrición pueden aumentar el riesgo de que el bebé nazca antes de tiempo.

La edad gestacional al momento del nacimiento es un factor determinante en el pronóstico de estos recién nacidos. Cuanto menor sea el tiempo de gestación, mayores serán los problemas a los que el bebé se enfrentará. En este sentido, la ciencia y la tecnología han avanzado significativamente, permitiendo que cada vez más bebés prematuros sobrevivan y tengan un buen desarrollo a largo plazo.

Cuidados intensivos neonatales y atención especializada

Cuando un recién nacido prematuro requiere atención médica inmediata, es ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. Un equipo multidisciplinar se encarga de monitorizar constantes vitales como la frecuencia cardíaca, la respiración y la temperatura corporal, así como de garantizar que el bebé prematuro reciba la nutrición adecuada para favorecer su crecimiento.

Como hemos mencionado, es muy importante asegurar el mantenimiento de la temperatura corporal en un rango adecuado. Estos bebés prematuros tienen dificultades para mantener la temperatura debido a la falta de grasa subcutánea y a la inmadurez de su sistema termorregulador. La incubadora o el calentador radiante ayudan a crear un ambiente térmico estable, evitando la pérdida de calor y reduciendo el riesgo de hipotermia, una condición que puede desencadenar complicaciones metabólicas y aumentar la susceptibilidad a infecciones.

Problemas de salud asociados al nacimiento prematuro

Entre los problemas de salud podemos encontrar dificultades respiratorias debido a la deficiencia de surfactante pulmonar, una sustancia que permite que los pulmones se expandan y funcionen correctamente. En algunos casos, es necesario administrar surfactante exógeno y proporcionar soporte ventilatorio.

La persistencia del conducto arterioso es una alteración cardiovascular que no permite que un vaso sanguíneo que en los fetos conecta la arteria pulmonar con la aorta se cierre adecuadamente tras el nacimiento en los bebés que nacieron prematuramente.

Poniendo el foco en los trastornos digestivos, encontramos, entre ellos, la enterocolitis necrotizante, una afección intestinal grave que puede presentarse en los primeros días de vida y que requiere una intervención rápida para evitar complicaciones mayores.

En cuanto a los problemas neurológicos, los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de hemorragias cerebrales debido a la fragilidad de los vasos sanguíneos en el cerebro.

Por último, encontramos complicaciones oftalmológicas como la retinopatía del prematuro, una enfermedad que afecta el desarrollo de los vasos sanguíneos en la retina y que, en casos graves, puede comprometer la visión.

Importancia de la alimentación

La leche materna es considerada el mejor alimento para los recién nacidos, ya que no solo proporciona los nutrientes esenciales para su crecimiento, sino que también les confiere protección inmunológica, reduciendo el riesgo de infecciones y otras complicaciones.

En algunos casos, cuando el bebé necesita alimentación asistida, la leche materna puede administrarse mediante sonda nasogástrica o biberón. Además, en situaciones donde la madre no puede producir suficiente leche, se puede recurrir a bancos de leche materna donada, los cuales ofrecen una alternativa segura y beneficiosa.

Salud mental de los progenitores

La experiencia de tener un recién nacido prematuro en la UCIN puede generar altos niveles de ansiedad, estrés y depresión. La incertidumbre sobre la evolución del bebé, la prolongada hospitalización y la sensación de falta de control pueden afectar la salud mental de la familia.

Estudios han demostrado que las madres de bebés prematuros presentan mayores niveles de ansiedad y síntomas de depresión posparto en comparación con aquellas cuyos bebés nacen a término. El contacto piel con piel, conocido como método canguro, no solo beneficia al bebé en términos de regulación térmica y vinculación, sino que también ayuda a reducir el estrés en los padres.

Además, es responsabilidad del equipo sanitario proporcionar apoyo emocional a las familias, ofreciendo información clara, orientación psicológica y espacios para la expresión de emociones. Debemos fomentar la asistencia a grupos de apoyo y el acompañamiento tanto profesional como personal por parte de familia y red de vínculos afectivos.

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Hacia el alta hospitalaria y el seguimiento del recién nacido prematuro

La estancia en la UCI neonatal puede prolongarse varias semanas o incluso meses, dependiendo del grado de prematuridad y de las complicaciones asociadas. Para que un bebé prematuro pueda recibir el alta hospitalaria, debe alcanzar los siguientes objetivos genéricos: mantener la temperatura estable sin necesidad de incubadora, lograr una alimentación adecuada por vía oral y presentar una función respiratoria estable sin soporte.

El seguimiento posterior al alta hospitalaria comprenderá el requerimiento de controles periódicos para evaluar su crecimiento, desarrollo neurológico y estado de salud general.

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Referencias

Martins Castro, F., Johanson da Silva, L., Leite de Souza Ferreira Soares, R., Moreira Christoffel, M., & Conceição Rodrigues, E. D. (2015). El primer encuentro del padre con el bebé prematuro en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. Index de Enfermería, 24(1–2), 31–34. https://doi.org/10.4321/s1132-12962015000100007

Mira, A., & Bastías, R. (2023). Ser padres en una unidad de neonatología: una construcción desde las creencias y experiencias en este contexto. Cadernos Brasileiros de Terapia Ocupacional, 31, e3428. https://doi.org/10.1590/2526-8910.ctoao262734283