Conoce el herpes zóster: Una enfermedad viral que afecta la piel
El herpes zóster, comúnmente conocido como culebrilla, es una enfermedad viral que puede causar una erupción cutánea dolorosa. A pesar de ser una afección relativamente común, muchas personas desconocen sus causas, síntomas y tratamientos. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el herpes zóster, cómo afecta la piel y qué opciones existen para su manejo.
Escrito por María Fernanda Ramírez, periodista especializada en salud y redactora de INESALUD.
Qué es el herpes zóster y cómo afecta la piel
El herpes zóster es causado por la reactivación del virus varicela-zóster, el mismo virus que provoca la varicela. Después de que una persona ha tenido varicela, el virus permanece latente en el cuerpo, alojado en las raíces nerviosas. En algunos casos, especialmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados (debido a enfermedad o medicación) o a medida que envejecemos (inmunosenescencia), el virus puede reactivarse y causar herpes zóster.
Puntualmente, la reactivación del virus varicela-zóster (herpesvirus tipo 3) se produce en un ganglio de la raíz dorsal. El virus infecta a los ganglios nerviosos, de las zonas espinales o craneales.
Cuando el virus se reactiva, afecta los nervios y la piel, produciendo una erupción característica que suele aparecer en una sola zona del cuerpo. Por lo general, las úlceras dolorosas suelen aparecer encima de las fibras nerviosas que infecta.
¿Quién puede tener herpes zóster?
Cualquier persona que haya tenido varicela puede desarrollar esta enfermedad. Es decir que no implica el contacto con una persona con varicela. No obstante, las vesículas que aparecen con el herpes zóster sí pueden ser infecciosas. Es más frecuente en personas mayores de 50 años. No obstante, puede aparecer en cualquier edad.
De acuerdo con el Manual MSD para profesionales, el brote de herpes zóster suele aparecer solamente una vez en la vida. No obstante, hasta un 6% de los/as pacientes pueden experimentar otro brote.
Fases del herpes zóster
El herpes zóster suele pasar por varias fases:
- Fase prodrómica: Antes de que aparezca la erupción, la persona puede experimentar síntomas como dolor, ardor o picazón en la zona afectada.
- Fase eruptiva: Se desarrolla una erupción cutánea con pequeñas ampollas agrupadas que suelen seguir un patrón de nervio.
- Fase de costras: Las ampollas se secan y forman costras que eventualmente se caen.
Como mencionamos, el síntoma más característico del herpes zóster es una erupción cutánea dolorosa con ampollas. Sin embargo, el impacto en la piel puede variar de una persona a otra. Algunos pacientes pueden experimentar inflamación, sensibilidad y picazón.
- Neuralgia posherpética: Uno de los problemas más comunes asociados con el herpes zóster es la neuralgia posherpética. Este dolor persistente puede durar semanas, meses o incluso años después de que la erupción haya desaparecido.
Tratamiento del herpes zóster: Medicación y cuidados básicos
El tratamiento del herpes zóster se centra en aliviar los síntomas y acelerar la recuperación. Los medicamentos antivirales, como el aciclovir, famciclovir o valaciclovir) pueden ser efectivos si se administran en las primeras etapas de la enfermedad.
Además, los analgésicos y los medicamentos para aliviar la picazón son formulados para aliviar las molestias, así como la recomendación de aplicar compresas húmedas.
Por otra parte, el tratamiento del herpes zóster requiere de una interconsulta con oftalmología u otorrinolaringología, en caso de presentarse herpes zóster oftálmico o herpes zóster ótico. Estos se producen cuando se afectan a los nervios cercanos a los ojos o al nervio auditivo, respectivamente.
Vacunación y prevención del herpes zóster
La vacunación para el herpes zóster está recomendada para personas mayores de 65 años. No obstante, también puede aplicarse a personas mayores de 18 años que tengan alto riesgo de presentar herpes zóster. El Ministerio de Sanidad de España incluye las siguientes condiciones:
- Trasplante de progenitores hematopoyéticos.
- Trasplante de órgano sólido.
- Tratamiento con fármacos anti-JAK.
- Infección por VIH.
- Hemopatías malignas.
- Tumores sólidos en tratamiento con quimioterapia.
- Antecedente de dos o más episodios de herpes zóster
En España, la pauta de vacunación consiste en dos dosis que se aplican con un intervalo de 2 a 6 meses.
Cuidado de la piel después del herpes zóster: Consejos para minimizar cicatrices
- Tratamientos tópicos y medicamentos para aliviar el dolor y regenerar la piel: Cremas hidratantes, corticosteroides tópicos y analgésicos pueden ayudar a aliviar la piel y acelerar la cicatrización.
- Uso de cremas y gel antiviral para prevenir daños permanentes en la piel: Los productos antivirales pueden ayudar a prevenir la propagación del virus y reducir el riesgo de complicaciones.
- Cómo evitar la hipersensibilidad y el prurito durante la recuperación: Evitar rascarse, usar ropa suave y aplicar compresas frías pueden ayudar a reducir la picazón y la inflamación.
- Prevención de cicatrices queloides y atróficas después del herpes zóster: La protección solar y el uso de productos para cicatrices pueden ayudar a minimizar la aparición de cicatrices.
*La información proporcionada en este artículo tiene carácter informativo y no sustituye la consulta médica. Siempre consulta a un/a profesional sanitario para cualquier duda o problema relacionado con tu salud.
Formaciones
Enfermedades Infecciosas Virales (Titulación Universitaria + 8 Créditos ECTS)
Referencias
Kaye, K. M. (s/f). Herpes zóster. Manual MSD versión para profesionales. Recuperado el 24 de octubre de 2024, de https://www.msdmanuals.com/es/professional/enfermedades-infecciosas/virus-herpes/herpes-z%C3%B3ster?ruleredirectid=756
Ministerio de Sanidad - Gobierno de España. (s/f). Preguntas y respuestas HERPES ZÓSTER. Gob.es. Recuperado el 24 de octubre de 2024, de https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/vacunaciones/programasDeVacunacion/docs/Herpes_Zoster_Preguntasyrespuestas.pdf