¿Cómo protegerse del cloro de las piscinas en verano y cuidar la salud?

El verano es sinónimo de sol, playa y piscina para muchas personas. Sin embargo, el cloro, una sustancia química fundamental para mantener el agua limpia y desinfectada, puede tener efectos negativos en nuestra salud, especialmente en la piel, el cabello y las vías respiratorias. En este artículo te explicaremos cómo protegerte del cloro y disfrutar al máximo de tus baños, sin poner en riesgo tu salud. 

Escrito por María Fernanda Ramírez, periodista especializada en salud y redactora de INESALUD. 

El cloro gaseoso (Cl₂), en su estado puro, es un potente oxidante y altamente irritante para los tejidos. Sin embargo, al disolverse en agua, reacciona formando ácido hipocloroso (HOCl) y anión hipoclorito (OCl⁻). Estos compuestos químicas son las responsables de la acción desinfectante del cloro en las piscinas, pues se encargan de oxidar y destruir los gérmenes o microorganismos patógenos.

A pesar de su eficacia para la limpieza de las piscinas, tanto el cloro gaseoso como sus derivados pueden causar irritación en ojos, piel y vías respiratorias, especialmente en altas concentraciones o en exposiciones prolongadas. Además, la sensibilidad individual a estos compuestos puede variar significativamente y algunas personas pueden ser más sensibles.

Efectos negativos del cloro en la salud

El exceso de cloro en las piscinas puede provocar diversos problemas de salud, por lo que es importante conocer sobre estrategias de prevención y reacciones o síntomas ante los cuáles estar alerta. 

En la piel y cabello

El cloro, al ser un agente oxidante fuerte, interactúa con los lípidos de la piel, que son esenciales para mantener la barrera cutánea y la hidratación. Estos son algunos de los efectos más comunes:

• Deshidratación: El cloro elimina los aceites naturales de la piel, lo que favorece la deshidratación y sequedad de la piel. Lo mismo sucede con el cuero cabelludo y la melena, pues el cloro tiende a dejar el cabello seco.
• Irritación y enrojecimiento: La piel puede presentar enrojecimiento, picazón y sensación de tirantez debido a la inflamación causada por el cloro. Si a esto se suma una sobreexposición solar, las consecuencias o síntomas son más evidentes.
• Aumento de la permeabilidad cutánea: Al dañar la barrera cutánea, la piel se vuelve más susceptible a la penetración de sustancias irritantes y alérgenos.
• Exacerbación de enfermedades cutáneas: En personas con enfermedades cutáneas como eczema o psoriasis, el cloro puede empeorar los síntomas y provocar brotes. De hecho, la National Psoriasis Foundation recomienda a quienes tienen psoriasis optar por baños en el mar o agua salada, más que en piscinas con cloro. 
• Mayor susceptibilidad a infecciones: Una piel seca y dañada es más propensa a sufrir infecciones bacterianas o fúngicas.

En el sistema respiratorio 

Asimismo, el cloro es dañino para el sistema respiratorio, especialmente si tragamos agua de la piscina o si pasamos mucho tiempo cerca de ella. Algunas personas pueden desarrollar síntomas asmáticos o problemas respiratorios más graves si tienen predisposición o alguna enfermedad respiratoria.

Una investigación publicada en la Revista Respiratory Research encontró que el cloro genera una biorreacción  en los pulmones de los nadadores que genera una irritación en las mucosas de las vías respiratorias. Esto sucedía especialmente en piscinas cubiertas, donde los gases del cloro se concentraban en el ambiente, a diferencia de las piscina al aire libre.

Aunque la temporada de piscina está llena de diversión, es necesario tomar precauciones para proteger la salud de adultos y niños.

En los ojos

El cloro, al ser un agente químico fuerte, puede causar diversas irritaciones oculares cuando entra en contacto con los ojos. 

• Irritación directa: El cloro es un irritante químico que puede causar enrojecimiento, picor y ardor en la conjuntiva, la membrana transparente que cubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados.
• Deshidratación: El cloro puede deshidratar la superficie ocular, lo que provoca una sensación de sequedad y malestar.
• Conjuntivitis: En casos más severos, la exposición al cloro puede desencadenar conjuntivitis, una inflamación de la conjuntiva que puede ser causada por una reacción alérgica o una infección.

¡Guía para protegerte del cloro este verano

Antes de entrar en la piscina:

• Hidrata tu piel: Aplica una crema hidratante con al menos 30 minutos de antelación para crear una barrera protectora.
• Protege tu cabello: Si tienes el cabello teñido o seco, aplícale un aceite natural como el de coco o el de argán para evitar que el cloro lo dañe. Asimismo, puedes usar tratamientos especiales para mantenerlo hidratado en verano.
• Utiliza gafas de natación: Las gafas de natación protegerán tus ojos del cloro y evitarán que se irriten.
• Hidrátate adecuadamente: Bebe abundante agua antes, durante y después del baño para mantener tu cuerpo hidratado.
• Aplicar protector solar: En verano, y cuando se disfruta de una piscina en esta temporada, es fundamental proteger la piel de los daños solares. Por eso, debes aplicar protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, resistente al agua y reaplicarlo cada dos horas, especialmente después de nadar. Esto te ayudará a prevenir quemaduras solares y, combinado con otras medidas, a minimizar los efectos del cloro en tu piel.

Durante el baño:

• Limita el tiempo de exposición: No pases demasiado tiempo en la piscina, especialmente si notas alguna molestia. Si tienes hijos/as procura que también limitar el tiempo de baño en la piscina y revisa sus ojos, piel o si presentan tos.
• Evita tragar agua: Es importante evitar tragar agua de la piscina para prevenir problemas respiratorios.

Después del baño:

• Dúchate con abundante agua: Enjuágate con agua tibia y jabón para eliminar los restos de cloro. Nunca vuelvas a vestirte sin bañarte o solo con la ligera ducha de la piscina. 
• Hidrata tu piel: Aplica una crema hidratante para contrarrestar los efectos resecadores del cloro.
• Cuida tu cabello: Utiliza un champú y acondicionador específicos para cabello dañado por el cloro.

Presta atención a las cantidades de cloro 

Si eres el/la propietario/a de la piscina, es fundamental que sigas las instrucciones establecidas y uses un cloro que cumpla con las regulaciones vigentes. Por ejemplo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) consideran seguro agregar una concentración de cloro de al menos 1 parte por millón (ppm) al agua de la piscina (y 3 ppm en los jacuzzis). En España, la normativa establece que la cantidad de cloro en la piscina debe estar entre 0,4 y 1,5 gramos por cada metro cúbico.

Si notas un olor muy fuerte a cloro en la piscina, es posible que haya un exceso de esta sustancia. En este caso, es mejor evitar bañarse.

El cloro es una sustancia química necesaria para mantener las piscinas limpias, pero es importante tomar precauciones para proteger nuestra salud. Siguiendo estos consejos podrás disfrutar de tus baños sin preocuparte por los efectos negativos del cloro en tu piel y cabello, y vías respiratorias.

Formaciones que te sugerimos

Máster en Enfermería Dermoestética + 60 Créditos ECTS 

Dermatología Pediátrica (Titulación Universitaria + 8 Créditos ECTS) 

Referencias 

Taking care of your skin in summer. (s/f). Psoriasis.org. Recuperado el 29 de julio de 2024, de https://www.psoriasis.org/advance/taking-care-of-your-skin-in-summer/

Swinarew, A. S., Stanula, A. J., Gabor, J., Raif, P., Paluch, J., Karpiński, J., Kubik, K., Okła, H., Ostrowski, A., Tkacz, E., Skoczyński, S., Waśkiewicz, Z., Rosemann, T., Nikolaidis, P. T., & Knechtle, B. (2020). The influence of chlorine in indoor swimming pools on the composition of breathing phase of professional swimmers. Respiratory Research, 21(1). https://doi.org/10.1186/s12931-020-01350-y