Delitos contra la fauna silvestre: una amenaza para nuestro futuro
En el corazón de los bosques y las selvas habita una riqueza inigualable: la fauna silvestre. Sin embargo, esta maravillosa diversidad de vida se encuentra bajo una amenaza implacable. Los delitos contra la fauna silvestre, como la caza furtiva y el tráfico ilegal de especies, han desencadenado una crisis de proporciones alarmantes. En este artículo, exploraremos la magnitud de este problema y el impacto devastador que está teniendo en nuestras especies más preciadas.
Escrito por Francisco Javier Gutiérrez Pecharromán - Director de Investigación de la Universidad Europea Miguel de Cervantes
Imagina que estás paseando por el campo y te encuentras con un cadáver de un buitre leonado. Tiene espuma en el pico y las garras encogidas. Te acercas y ves que tiene una marca en el ala que indica que formaba parte de un programa de conservación. Te preguntas quién habrá sido capaz de envenenar a este animal, uno de los carroñeros más importantes de nuestro ecosistema. Te preguntas cuántos casos como este habrá al año, y si alguien los investiga y los castiga.
Los buitres leonados son solo una de las muchas especies silvestres que sufren los efectos de los crímenes cometidos por el ser humano contra la naturaleza. Estos crímenes son acciones ilegales que atentan contra la vida, la integridad o el hábitat de los animales silvestres, especialmente aquellos que están protegidos por las leyes porque son especies únicas, vulnerables o en peligro de desaparecer.
Estos crímenes tienen un impacto devastador en la biodiversidad, que es la variedad de vida que existe en el planeta y que es esencial para su equilibrio y bienestar. Además, estos crímenes pueden estar vinculados con otras actividades delictivas, como el narcotráfico o las mafias.
Las causas de los crímenes contra la fauna silvestre
¿Qué lleva a alguien a cometer un crimen contra la fauna silvestre? ¿Qué factores influyen en su decisión? ¿Qué consecuencias tiene para él y para los demás? Estas son algunas de las preguntas que nos podemos hacer al intentar comprender las causas de estos crímenes. Algunas de las causas más habituales son:
-
El uso de veneno en el campo, que se usa para eliminar a los animales que se consideran una amenaza para la caza o el ganado, pero que afecta a muchas otras especies, tanto salvajes como domésticas. El veneno es un método barato, fácil y eficaz, pero también indiscriminado, cruel e ilegal.
-
La caza y pesca ilegales, que se realizan sin cumplir las normas legales sobre especies, temporadas, lugares o medios autorizados, pueden suponer una explotación excesiva de los recursos naturales. La caza y pesca ilegales responden a motivaciones diversas, como el lucro, el ocio, el reto o la tradición.
-
El uso o tenencia de métodos ilegales de captura, como trampas, lazos, redes o armas prohibidas, que provocan un gran dolor a los animales y pueden causarles heridas irreparables o la muerte. Estos métodos ilegales se emplean por ignorancia, por costumbre o por falta de medios legales.
-
El tráfico de especies, que consiste en la captura, transporte, comercio o tenencia ilegal de animales silvestres o sus partes, con fines decorativos, alimenticios, medicinales o de investigación. El tráfico de especies es una actividad muy lucrativa y clandestina, que implica a redes internacionales y locales.
-
La introducción o liberación de especies no autóctonas, que puede modificar el equilibrio biológico y competir o depredar a las especies nativas. Esta introducción o liberación puede ser intencionada o accidental, por motivos estéticos, comerciales o ecológicos.
La tendencia de los crímenes contra la fauna silvestre
¿Estamos ante un problema puntual o estructural? ¿Hay más o menos crímenes contra la fauna silvestre ahora que antes? ¿Qué factores influyen en su evolución? Estas son algunas de las preguntas que nos podemos hacer al intentar analizar la tendencia de estos crímenes.
Según un informe de WWF España, las autoridades públicas recopilaron un total de 4.902 casos de crímenes cometidos contra especies protegidas de fauna entre 2015 y 2020, que supusieron la muerte de al menos 8.784 animales.
No obstante, estos datos son solo una parte del problema, pues la mayoría de casos no se detectan: por ejemplo, se calcula que solo uno de estos crímenes (el uso de veneno en el campo) supone la muerte de alrededor de 10.000 animales cada año, y que solo se descubren entre el 10 y el 15 % de los casos de envenenamiento. El motivo es la gran extensión del territorio a vigilar, sumado a la falta de medios humanos y materiales para su control e investigación.
¿Qué podemos hacer para evitar o reducir los crímenes contra la fauna silvestre? ¿Qué medidas se han tomado o se podrían tomar? ¿Qué papel juega cada actor en este proceso? Estas son algunas de las preguntas que nos podemos hacer al intentar proponer soluciones a estos crímenes. Para luchar contra los crímenes contra la fauna silvestre en España se necesita una acción coordinada y eficaz por parte de todos los agentes implicados: administraciones públicas, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, autoridades judiciales, organizaciones conservacionistas y ciudadanía. Algunas de las posibles soluciones son:
-
Mejorar el marco legal y normativo que regula la protección de las especies silvestres y su hábitat, así como su aplicación y cumplimiento efectivo. Es necesario actualizar y armonizar las leyes y normas que regulan esta materia, así como dotarlas de recursos suficientes para su ejecución y sanción.
-
Aumentar los recursos humanos y materiales a las unidades policiales especializadas en medio ambiente y a los agentes forestales y medioambientales. Estos profesionales son los encargados de vigilar, investigar y denunciar los crímenes contra la fauna silvestre, por lo que necesitan más medios y formación para realizar su labor.
-
Promover el uso de tecnologías innovadoras para la detección y prevención de los crímenes contra la fauna silvestre, como el uso de dispositivos GPS en proyectos de conservación de la fauna, el desarrollo de patrullas caninas o el uso de drones. Estas tecnologías pueden facilitar el seguimiento, la localización y la identificación de los animales afectados por estos crímenes, así como disuadir o alertar a los posibles infractores.
-
Concienciar e informar a la población sobre la importancia de respetar y cuidar la fauna silvestre y su hábitat, así como de denunciar cualquier indicio o sospecha de delito. Es fundamental sensibilizar e implicar a la sociedad en la defensa y conservación de la naturaleza, así como fomentar una cultura de la legalidad y la responsabilidad ambiental.
-
Implicar y colaborar con los sectores sociales y económicos relacionados con la fauna silvestre, como los cazadores, los ganaderos, los propietarios de fincas o los comerciantes de animales, para fomentar buenas prácticas y evitar conductas ilegales o irresponsables. Estos sectores pueden ser aliados o enemigos en la lucha contra los crímenes contra la fauna silvestre, por lo que es necesario establecer canales de diálogo, cooperación y educación con ellos.
Si te interesa el mundo de la protección animal y la veterinaria, te invitamos a visitar nuestra oferta formativa en esta área. ¡En INESALUD tenemos múltiples cursos relacionados con el bienestar animal!