Un nuevo dispositivo promete mejorar la monitorización de trasplante de órganos
La Universidad Northwestern ha desarrollado el primer dispositivo electrónico para el monitoreo continuo de la salud de los órganos trasplantados en tiempo real y de manera continua. Los resultados arrojan esperanza para aumentar el éxito de los trasplantes de órganos.
Escrito por María Fernanda Ramírez Ramos, periodista especializada en salud y redactora de INESALUD.
Este dispositivo revolucionario se implanta directamente en el órgano trasplantado y tiene la capacidad de detectar irregularidades en la temperatura, que suelen estar relacionadas con la inflamación y otras respuestas del cuerpo ante el rechazo del trasplante.
En caso de detectar alguna anomalía, el dispositivo alerta al paciente o al médico mediante la transmisión de datos de forma inalámbrica a un dispositivo electrónico, como su propio teléfono móvil.
Las pruebas fueron llevadas a cabo en un trasplante de riñón en animales. Uno de los hallazgos más relevantes es que el dispositivo fue capaz de detectar las señales de advertencia del rechazo hasta tres semanas antes que los métodos que se utilizan en la actualidad para el seguimiento del trasplante. Los resultados fueron publicados en la Revista Science.
Rechazo de órganos y monitoreo: un desafío para la salud
El trasplante de órganos ha avanzado mucho en los últimos años. En 2021 se realizaron 144.302 trasplantes de órganos en el mundo, según cifras de Statista. En el caso de España, en 2022 se efectuaron 5.383, según las cifras reportadas por la Moncloa. No obstante, hay una crisis de escasez de órganos en múltiples países.
Por otra parte, un desafío constante es el rechazo a los órganos. El cuerpo puede rechazar un órgano trasplantado debido a que su sistema inmunológico identifica el órgano como un invasor y lo ataca, intentando eliminarlo para protegerse a sí mismo. Esto puede suceder incluso cuando se han efectuado estudios para intentar traspasar órganos compatibles con la persona para que su cuerpo las asimile.
"El rechazo puede ocurrir en cualquier momento después de un trasplante: inmediatamente después del trasplante o años después. A menudo es silencioso y es posible que los pacientes no experimenten síntomas", señalaron las y los autores del estudio, en un comunicado de prensa de Nortwestern.
En este contexto, es fundamental que los/as médicos/as puedan conocer cuanto antes si el cuerpo está rechazando el órgano. Esto permite intervenciones tempranas, que aumenten las probabilidades de preservar el órgano trasplantado y el bienestar del paciente.
Normalmente, se usan medicamentos inmunosupresores como tratamiento para prevenir o tratar el rechazo a los órganos. No obstante, estos medicamentos también tienen sus riesgos. Por esta razón, es importante que los/as médicos/as puedan tener más datos para tomar decisiones informadas más precisas.
Asimismo, uno de los autores, el nefrólogo Lorenzo Gallon, señaló que un dispositivo que monitoree los órganos también puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los/as pacientes debido a la ansiedad y temor constante que puede sentir alguien tras recibir un trasplante de órganos, al no saber si el cuerpo está rechazando o no el órgano.
De forma tradicional, el monitoreo al trasplante de órganos se realiza mediante marcadores en sangre. No obstante, es común que se presenten falsos negativos/positivos. De forma adicional, se ejecuta un monitoreo con biopsias, pero se trata de un procedimiento invasivo, que es incómodo y puede generar riesgos.
En contraste, el dispositivo desarrollado permitirá monitorear el trasplante de órganos mediante análisis de cambios en la temperatura. De acuerdo con la investigación, la temperatura es un marcador que se puede detectar antes que los análisis de sangre. Además, se puede monitorear de forma continua, estableciendo patrones.
Aún faltan pruebas para implementarlo
Aunque los resultados de esta investigación son prometedores y esperanzadores, aún faltan pruebas para que sean una realidad aplicable a humanos. Por ahora, el dispositivo electrónico ha sido probado en animales pequeños. Los y las investigadoras están trabajando en el desarrollo de pruebas en animales más grandes.
A su vez, el equipo afirmó que otro desafío es evaluar formas de recargar la batería del dispositivo, para que pueda durar toda la vida.
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