Pequeños parásitos, grandes problemas ¿Cómo protegernos de las garrapatas?
Las garrapatas han vuelto a acaparar titulares este verano. Varios factores han contribuido a su proliferación: el aumento de las temperaturas, la mayor humedad en algunas zonas y la expansión de sus hábitats naturales. Por esto, el Ministerio de Sanidad ha incluido a las garrapatas en el Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de las Enfermedades Transmitidas por vectores, con el fin de aumentar la prevención y vigilancia.
En este artículo explicaremos por qué es importante protegerse frente a las picaduras de las garrapatas, tanto a nosotros/as mismos/as como a nuestras mascotas. A su vez, hablaremos de cómo proceder ante una mordedura de garrapata y cuáles son los signos de alerta para acudir a los servicios médicos.
Escrito por María Fernanda Ramírez, periodista especializada en salud y redactora de INESALUD.
Las garrapatas son artrópodos que se alimentan de sangre, por lo que inyectan saliva que puede contener una amplia variedad de patógenos. De hecho, se trata de ectoparásitos también. Es decir, son organismos que hospedan parásitos. Por esta razón, estas diminutas criaturas son capaces de transmitir enfermedades graves tanto a personas como a mascotas.
En humanos, pueden causar desde la conocida enfermedad de Lyme hasta infecciones más raras como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. En nuestras mascotas, las consecuencias pueden ser igualmente preocupantes: desde anemia y debilidad hasta enfermedades que afectan órganos vitales como el corazón y el sistema nervioso.
Por tal razón, es esencial tomar medidas preventivas para evitar los riesgos asociados a las picaduras de garrapatas.
Tipos de garrapatas y enfermedades transmitidas
Las garrapatas experimentan una metamorfosis completa, pasando por cuatro fases distintas en su ciclo de vida: huevo, larva, ninfa y adulto. En su estado larvario, son extremadamente pequeñas y difíciles de detectar a simple vista, porque pueden ser tan pequeñas como la cabeza de un alfiler. En su fase adulta, las hembras, repletas de sangre, pueden llegar a alcanzar un tamaño considerable, como del tamaño de una alubia. Así, pueden medir desde 3 milímetros hasta 1 centímetro
Las garrapatas se clasifican principalmente en dos grandes familias: las Argasidae (garrapatas blandas) y las Ixodidae (garrapatas duras). Aunque ambas se alimentan de sangre y pueden transmitir enfermedades, estos tipos de garrapatas presentan algunas diferencias clave:
Garrapatas blandas (Argasidae)
- Características: Tienen un cuerpo blando y flexible, sin el escudo dorsal duro que caracteriza a las garrapatas duras. Suelen ser de menor tamaño y pueden sobrevivir largos períodos sin alimentarse.
- Hábitat: Prefieren habitar en grietas y hendiduras de madrigueras, cuevas y construcciones humanas.
- Alimentación: Se alimentan de forma intermitente, pudiendo picar a su hospedador varias veces a lo largo de su vida.
- Enfermedades: Aunque pueden transmitir enfermedades como la fiebre recurrente, su importancia como vectores es menor en comparación con las garrapatas duras.
Garrapatas duras (Ixodidae)
- Características: Presentan un escudo dorsal duro y suelen ser de mayor tamaño que las garrapatas blandas.
- Hábitat: Se encuentran principalmente en zonas boscosas, pastizales y áreas con vegetación.
- Alimentación: Se alimentan de una sola vez, engrosando su cuerpo considerablemente durante la ingesta de sangre. Suelen estar en animales salvajes.
- Enfermedades: Son las principales responsables de la transmisión de enfermedades infecciosas a humanos y animales, como la enfermedad de Lyme, la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, babesiosis, la encefalitis transmitida por garrapatas y muchas otras.
Garrapatas y seres humanos o mascotas ¿cuál es el riesgo?
En España, según información del Ministerio de Sanidad, las enfermedades infecciosas transmitidas por garrapatas (EITG) más comunes son la fiebre botonosa o exantemática mediterránea, la enfermedad de Lyme y Debonel/Tibola. Otras enfermedades menos frecuentes incluyen la anaplasmosis humana y la babesiosis. Además, se han reportado casos esporádicos de tularemia y fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
En cuanto a las mascotas, las garrapatas representan una seria amenaza para su salud. Al alimentarse de su sangre, pueden transmitir diversas enfermedades como la ehrlichiosis, la babesiosis, la enfermedad de Lyme y la hepatozoonosis, causando síntomas como fiebre, letargo, pérdida de apetito, cojera y, en casos graves, incluso la muerte. Además de las enfermedades, las infestaciones severas pueden provocar anemia debido a la pérdida de sangre.
No obstante, es preciso señalar que no todas las garrapatas son portadoras de enfermedades. De hecho, la mayoría de las mordeduras de las garrapatas son inofensivas. Por lo tanto, es mejor prevenir, pero, si se presenta una picadura, no hay que entrar en pánico.
¿Cuándo acudir a los servicios de salud?
Saber cuándo acudir al/a médico/a por picadura de garrapata es fundamental para tratar oportunamente una posible enfermedad. Si después de una picadura de garrapata se presentan síntomas como fiebre, dolor de cabeza, fatiga, erupción cutánea, dolor muscular o articular, es esencial consultar a un/a médico/a. Incluso si no se presentan síntomas, es recomendable guardar la garrapata en un recipiente hermético y mostrársela al médico/a.
Recuerda que los síntomas de las enfermedades transmitidas por garrapatas pueden aparecer semanas o incluso meses después de la picadura. Los niños, las personas mayores y aquellos con sistemas inmunológicos debilitados son especialmente vulnerables.
¿Cuándo debe visitarse al veterinario?
Ante la sospecha de una picadura de garrapata, es recomendable acudir al veterinario. También se debe prestar atención a los siguientes síntomas:
- Fiebre: Un aumento de la temperatura corporal es uno de los signos más comunes de infección.
- Letargo: Pérdida de energía y apatía.
- Cojera: Dificultad para caminar.
- Hinchazón de ganglios linfáticos.
- Pérdida de apetito.
Prevención, la mejor opción
Como las garrapatas se encuentran en el campo especialmente, hay que seguir unas recomendaciones cuando se visitan zonas de riesgo. El Ministerio de Sanidad de España recomienda:
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Vístete adecuadamente: Usa ropa de manga larga y pantalones largos. Mete la camisa dentro del pantalón y los pantalones dentro de los calcetines para crear una barrera protectora.
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Calzado adecuado: Evita las sandalias y opta por botas cerradas con calcetines que cubran bien la parte inferior de los pantalones.
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Colores claros: Elige ropa de colores claros para facilitar la detección de cualquier garrapata que se haya adherido a tu vestimenta.
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Mantén la distancia: Camina por el centro de los senderos y evita el contacto directo con la vegetación alta.
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Evita el suelo: No te sientes directamente en el suelo, especialmente en áreas con hierba alta o vegetación.
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Repelentes efectivos: Utiliza repelentes de insectos autorizados, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante. El Ministerio ofrece una lista con los biocidas y repelentes para las garrapatas autorizados, pues no todos los repelentes de insectos funcionan con las garrapatas.
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Revisiones periódicas: Tras pasar tiempo al aire libre, revisa tu cuerpo y ropa en busca de garrapatas, prestando especial atención a las zonas donde la piel es más fina y húmeda, como detrás de las orejas, el cuello, las axilas, la cintura y detrás de las rodillas.
Tratamiento preventivo de las garrapatas en perros o gatos
La prevención es la mejor arma contra las garrapatas. Existen en el mercado una amplia variedad de productos para proteger a nuestras mascotas:
- Collares antiparasitarios: Liberan sustancias repelentes de forma gradual.
- Pipetas: Se aplican directamente sobre la piel del animal.
- Comprimidos masticables: Fáciles de administrar y con una eficacia prolongada.
Es fundamental consultar con un veterinario para elegir el producto más adecuado para cada perro, teniendo en cuenta su peso, edad y posibles alergias. Asimismo, es preciso consultar con el o la veterinaria, pues tampoco es beneficioso hacer una sobremedicación o exceso de exposición química a nuestras mascotas.
Asimismo, si realizas senderismo o vas al campo, es conveniente revisar la superficie de la piel de tu perro después de los paseos para detectar si no tiene garrapatas agarradas a su piel.
¿Cómo quitar una garrapata?
Utiliza pinzas de punta fina para sujetar la garrapata lo más cerca posible de la piel y tirar suavemente hacia arriba, con un movimiento firme y constante. Nunca aplastes la garrapata, ya que podrías provocar que libere más saliva y bacterias en la herida.
Y ¿qué hacer después de quitar una garrapata? Limpia la zona de la picadura con agua y jabón.
Recuerda que la prevención y el cuidado son fundamentales para evitar cualquiera de las enfermedades transmitidas por garrapatas. Asimismo, ante cualquier síntoma es recomendable asistir a los servicios de salud para atender a tiempo la posible enfermedad.
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Ministerio de Sanidad. (s/f). Recomendaciones para prevenir ENFERMEDADES por PICADURA DE GARRAPATAS. Gob.es. Recuperado el 29 de julio de 2024, de https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/enfermedadesEmergentes/Crimea_Congo/docs/PREVENCION_PICADURAS_GARRAPATAS_2020_web.pdf
Tick factsheets. (2017, junio 17). European Centre for Disease Prevention and Control. https://www.ecdc.europa.eu/en/disease-vectors/facts/tick-factsheets