Nueva combinación de inmunoterapia y fármacos inhibidores JAK muestra efectividad para tratar el cáncer
La inmunoterapia ha cambiado la forma cómo se trata el cáncer en los últimos años. No obstante, no todos los pacientes con cáncer responden bien a la inmunoterapia de inhibidores de punto de control, una de las terapias más utilizadas. Por esta razón, se han investigado nuevos métodos que aumenten la efectividad de la inmunoterapia.
Para mejorar la eficacia de estos tratamientos, los/as científicos/as han investigado si combinar estos inhibidores con otros fármacos o terapias puede mejorar la respuesta. En este contexto, dos estudios recientes han mostrado que la combinación de la inmunoterapia de inhibidores de punto de control combinado con medicamentos inhibidores de la janus quinasa (JAK) puede mejorar las respuestas de los/as pacientes al tratamiento. Puntualmente, se probó su efectividad en el tratamiento del cáncer de pulmón y en el linfoma de Hodgkin resistente a otros tratamientos.
Escrito por María Fernanda Ramírez, periodista especializada en salud y redactora de INESALUD.
¿Cómo funciona el tratamiento?
Los inhibidores de puntos de control inmunológico funcionan bloqueando ciertas proteínas en las células T que normalmente impiden que el sistema inmunológico ataque las células cancerosas. Sin embargo, los/as pacientes con inflamación crónica o inmunosupresión no parecen responder tan bien a este tratamiento.
Así, la resistencia que algunos/as pacientes desarrollan ante la inmunoterapia ha sido un interrogante que la ciencia lucha por resolver. La inflamación es una de las variantes claves. Y es que la inflamación es una parte importante del cáncer, ya que juega un papel dual.
Por un lado, es necesaria para que el sistema inmunológico pueda atacar y destruir las células cancerosas de manera efectiva. Por otro lado, si la inflamación dura demasiado tiempo, puede suprimir el sistema inmunológico y dificultar la lucha contra el cáncer.
Las citocinas, como el interferón (IFN), son proteínas que ayudan a regular la inflamación y la respuesta inmunitaria. Una exposición corta a estas citocinas puede mejorar la capacidad del cuerpo para combatir el cáncer. Sin embargo, si la exposición es prolongada, puede causar el efecto contrario y debilitar el sistema inmunológico.
Debido a esta naturaleza dual de la inflamación, es difícil aprovechar sus beneficios sin causar efectos negativos. Por lo tanto, se necesita una estrategia terapéutica que pueda equilibrar estos efectos opuestos de las citocinas. La terapia combinada de inmunoterapia de inhibidores de punto de control con la administración de fármacos inhibidores de las JAK parece dar respuesta a este enigma.
Cáncer de pulmón
En el primer estudio, publicado en la Revista Science, liderado por el investigador Divij Mathew, se investigó el uso de un inhibidor de JAK1 llamado itacitinib junto con el inhibidor de puntos de control pembrolizumab en pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas metastásico.
Los resultados mostraron que administrar itacitinib después del tratamiento con pembrolizumab mejoró la respuesta al tratamiento, logrando una mediana de supervivencia libre de progresión de casi 2 años. Esto es significativamente mayor que en estudios anteriores solo con inhibidores de puntos de control, donde la media era de 10 meses.
"Nuestros hallazgos sugieren que la inhibición de JAK puede apuntar a funciones inmunorreguladoras crónicas de la señalización de citocinas que contribuyen a la recaída durante la inmunoterapia contra el cáncer y es una estrategia que justifica una mayor investigación preclínica y clínica", señala el grupo de investigación.
Básicamente, esta estrategia de terapia combinada es una forma de conseguir que el cuerpo responda mejor a la inmunoterapia al reducir la inflamación. Aunque se requiere mayor investigación, se trata de resultados prometedores para continuar con el desarrollo de terapias combinadas.
Linfoma de Hodgkin
En el segundo estudio, liderado por Jaroslav Zak, se combinó el inhibidor de JAK1 y JAK2 llamado ruxolitinib con el inhibidor de puntos de control nivolumab en pacientes con linfoma de Hodgkin refractario recurrente.
Los resultados mostraron que administrar ruxolitinib 8 días antes de nivolumab mejoró la eficacia del tratamiento en pacientes que no habían respondido bien a la inmunoterapia previa. Entre los 19 pacientes del estudio, la supervivencia general a 2 años fue del 87%, mucho mejor que el 23.8% reportado en estudios previos con solo inhibidores de puntos de control.
A pesar de que se trata de un estudio pequeño, los resultados son muy alentadores. Con ellos demuestran que la inhibición de JAK es estimulante para los linfocitos y abren la posibilidad de que se estudie e implemente un nuevo tipo de tratamiento que combine la inmunoterapia de inhibidores de punto de control con los fármacos inhibidores de las JAK.
Formaciones relacionadas
Curso de Oncología: Cáncer de Pulmón (Titulación Universitaria + 8 Créditos ECTS)
Referencias
Mathew, D., Marmarelis, M. E., Foley, C., Bauml, J. M., Ye, D., Ghinnagow, R., Ngiow, S. F., Klapholz, M., Jun, S., Zhang, Z., Zorc, R., Davis, C. W., Diehn, M., Giles, J. R., Huang, A. C., Hwang, W.-T., Zhang, N. R., Schoenfeld, A. J., Carpenter, E. L., … Minn, A. J. (2024). Combined JAK inhibition and PD-1 immunotherapy for non–small cell lung cancer patients. Science (New York, N.Y.), 384(6702). https://doi.org/10.1126/science.adf1329
Zak, J., Pratumchai, I., Marro, B. S., Marquardt, K. L., Zavareh, R. B., Lairson, L. L., Oldstone, M. B. A., Varner, J. A., Hegerova, L., Cao, Q., Farooq, U., Kenkre, V. P., Bachanova, V., & Teijaro, J. R. (2024). JAK inhibition enhances checkpoint blockade immunotherapy in patients with Hodgkin lymphoma. Science (New York, N.Y.), 384(6702). https://doi.org/10.1126/science.ade8520