Neuralink, de Elon Musk, anuncia su primera implantación de un chip cerebral
Neuralink, la empresa de neurotecnología del empresario Elon Musk, uno de los hombres más ricos del mundo, obtuvo a principios de 2023 la aprobación de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos para llevar a cabo pruebas de sus interfaces cerebro-máquina en seres humanos. Casi un año después, Musk ha anunciado que la empresa realizó, con éxito, su primer implante cerebral en una persona.
La aprobación de la FDA llegó después de enfrentar desafíos regulatorios, especialmente relacionados con la seguridad de la batería del dispositivo, el cual se cargará inalámbricamente, la invasividad de los cables cerebrales y la extracción segura del chip. A su vez, el dispositivo ya habría sido probado en simios.
La noticia no deja tranquila a la comunidad científica internacional, pues, de ser cierto este hito, se abren una serie de desafíos bioéticos por resolver. Aunque parezca una historia de ciencia ficción, no lo es. En este artículo te contamos el recorrido de Neuralink y cuáles han sido sus pasos para la implantación de chips en el cerebro humano.
Escrito por María Fernanda Ramírez Ramos, periodista especializada en salud y redactora de INESALUD.
Neuralink anunció el primer chip cerebral implantado en humanos
Aunque muchos/as reconozcamos a Elon Musk por ser un ejecutivo de Tesla o el dueño de X (Twitter), el empresario también es dueño de Neuralink, una empresa de desarrollo de dispositivos médicos que, puntualmente, está desarrollando un chip para implantar en el cerebro humano, el cual permitiría conectar la mente con dispositivos electrónicos.
Musk anunció en la primera semana de febrero que su compañía había logrado implantar con éxito este chip en una persona. Aseguró que identificaron resultados iniciales alentadores, manifestados en picos neuronales y/o impulsos nerviosos. Además, señaló que el paciente muestra una evolución satisfactoria en su proceso de recuperación.
De acuerdo con la empresa, la intensión es desarrollar mecanismos que ayuden a tratar afecciones neurológicas complejas, por ejemplo, para ayudar a recuperar las funciones del movimiento o la habilidad para comunicarse en pacientes con cuadriplejías.
La primera aplicación de Neuralink que Musk ha anunciado se llamará Telepathy. De acuerdo con el magnate, esta permitirá que las personas controlen en móvil, el computador o cualquier dispositivo solo con el pensamiento.
Diseño del chip de Neuralink
"Se utilizará el Robot R1 para colocar quirúrgicamente los hilos ultrafinos y flexibles del Implante N1 en una región del cerebro que controla la intención de movimiento. Una vez instalado, el Implante N1 es estéticamente invisible y está diseñado para registrar y transmitir las señales cerebrales de forma inalámbrica a una aplicación que decodifica la intención de movimiento", señala información de Neuralink respecto a la experimentación con humanos.
Pese a lo provechoso que podría resultar para personas con problemas neurológicos este tipo de desarrollos médicos, la noticia genera incomodidad en la comunidad científica y médica. No solo se trata de la desconfianza que hay sobre Musk, sino de las posibilidades que se abrirían con este tipo de dispositivos y los usos que podrían darse a largo plazo. Además, estas tecnologías cada vez avanzan a paso más veloz.
No es el primer implante cerebral ni el único
No obstante, es preciso señalar que no se trata de la primera ni la única compañía que está desarrollando este tipo de tecnologías. La empresa Synchron ya había anunciado en 2022 que realizaría el primer implante de un chip cerebral en el cerebro humano, con la intensión de desarrollar soluciones para las personas con parálisis severas. A su vez, la empresa Blackrock Neurotech, lleva más de dos décadas perfeccionando sus interfaces de conexión cerebro - computador.
De acuerdo con el informe Avances en neurociencia: aplicaciones e implicaciones éticas, de la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados de España, las neurotecnologías “permiten una conexión directa entre un dispositivo y el sistema nervioso (central y periférico) para registrar o modificar la actividad nerviosa. Combinan la neurociencia con otros avances en inteligencia artificial, robótica, o realidad virtual, para modular o medir diversos aspectos de la actividad cerebral, incluyendo la conciencia y el pensamiento”.
De hecho, hoy en día se realizan múltiples cirugías neurológicas que se valen de pequeños dispositivos para ayudar a regular o inhibir acciones cerebrales. Por ejemplo, se usan en casos de epilepsia, Parkinson o enfermedad de Tourette. No obstante, aún no están tan extendidos.
Sin embargo, la perspectiva de acceder y manipular directamente la actividad cerebral, y que con la mente se puedan controlar dispositivos, plantea cuestionamientos esenciales en torno a la privacidad, autonomía y seguridad de las personas.
Este avance tecnológico reabre la puerta a reflexiones éticas profundas, ya que la capacidad de interactuar con el cerebro podría afectar la intimidad de los pensamientos y probablemente la capacidad de decidir. En este contexto, surge la necesidad de establecer protocolos rigurosos que garanticen la seguridad de la información cerebral de cada persona.
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