Conoce el ciclo experiencia de Terapia Gestalt e identifica tus bloqueos

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¿Sabías que la terapia Gestalt identifica y trata los bloqueos emocionales? ¿Quieres aprender como la terapia Gestalt te guía para reconocer y superar las resistencias que te impiden vivir plenamente? En este post, te explicaremos en qué consiste el ciclo de satisfacción de necesidades, también conocido como el ciclo de la experiencia. Este es uno de los temas centrales de la terapia Gestalt, junto con el "Darse cuenta", la "Responsabilidad" y el "Aquí y ahora". 


Escrito por María del Mar Díez Simón, psicóloga y docente de INESALUD. 


¿Qué es el Ciclo de satisfacción de necesidades en la terapia Gestalt? 

En terapia Gestalt, el "Ciclo de la experiencia" es fundamental para entender nuestra propia conciencia y las relaciones interpersonales. Este ciclo refleja cómo una persona se conecta consigo misma y con su entorno, y cómo maneja el origen y la satisfacción de sus necesidades. 

El ciclo se recorre en ocho etapas o procesos observables, según el modelo de Héctor Salama. En cada uno de ellos puede haber un bloqueo o resistencia, que puede ser “creadora” o “patológica” según la dualidad gestáltica. 

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Las fases del ciclo de satisfacción de necesidades 

Ya decía Erving Polster que "La terapia Gestalt es una forma de mirar el mundo con ojos nuevos, de ver las cosas como realmente son y de aceptarlas sin juzgarlas." Y en esta forma de ver el mundo pueden surgir estos ocho bloqueos gestálticos. 

Reposo

En primer lugar, tenemos el reposo, este es el equilibrio inicial, un espacio de vacío fértil donde surgen nuevas experiencias; por otro lado, aquí puede surgir el bloqueo de la retención, que impide la asimilación de la experiencia. 

Desensibilización 

Posteriormente, aparece la sensación como la identificación interna de una nueva necesidad, en este caso el bloqueo es la desensibilización, una negación del contacto sensorial, que puede llevar a evitar las sensaciones y el malestar. 

Proyección

Llegamos a la formación de la figura en la que se aprecia una diferenciación clara de lo que se necesita satisfacer, su bloqueo. Uno de los más importantes es la proyección, donde se atribuyen a otras cualidades propias, evitando así enfrentar la realidad interna. Este mecanismo es contrario a la introyección, ya que se trata de hacer responsable al ambiente de lo que se originó en uno mismo. Es una rasgo, actitud, sentimiento o conducta que perteneciéndole al sujeto se lo atribuye a otro, lo que le impide sanar sus bloqueos y relacionarse de forma poco adaptativa.  

Introyección

En este camino es el momento de la movilización de la energía donde la persona acumula la energía necesaria para satisfacer la necesidad. En este caso otro de los bloqueos más recurrentes en terapia es la introyección, la incorporación de ideas o creencias externas sin asimilarlas, como normas familiares no adaptadas.

El proceso psicológico implica conceptos, patrones de conducta, valores morales, éticos e incluso políticos, todos estos aspectos deben ser digeridos para convertirse en propios, en nuestras partes integradas, para formar parte de nuestra personalidad. Si aceptamos sin críticas, sin análisis las palabras de otros, ya sea por deber o una falsa buena educación, esas normas se transformarán en introyectos que limitarán nuestra experiencia, nuestro contacto.  

Retroflexión

Llegamos a la acción, al movimiento hacia la satisfacción de la necesidad. Su bloqueo es la retroflexión, donde la energía se usa contra uno mismo en lugar de hacia el cambio deseado. Significa “volverse hacia uno mismo”, en este caso la persona se hace así misma lo que le gustaría hacer a otros, es una lucha consigo misma, ya que no puede luchar contra otras personas. 

Deflexión

En la fase de pre-contacto: se localiza la fuente de satisfacción y acercamiento a ella. Su bloqueo es la deflexión que consiste en evitar y enfriar el contacto significativo. Por ejemplo, usando la risa en situaciones serias, con la desgana o aburrimiento, o mediante conversaciones superficiales o distantes. El resultado es una desconexión de la experiencia.  

Confluencia

En el contacto con la experiencia, se experimenta la unión con el objeto relacional, ya sea experiencia, persona, pensamiento, emoción, etc. Su bloqueo es la confluencia, donde no se distingue entre uno mismo y el entorno, impidiendo un verdadero contacto. Esto es natural en la primera infancia, pero puede ser perjudicial en dinámicas familiares, relaciones adultas y relaciones de pareja donde no hay separación entre sus miembros. Es el momento de recordar la llamada oración de la Gestalt:

“Yo hago mis cosas y tú haces las tuyas. En muchas de las cosas que hago, tú tienes mucho que ver, Y en muchas de tus cosas yo he contribuido. Yo puedo ser yo contigo mientras tú puedas ser tú conmigo. Yo seré yo mientras tú seas tú” 

Fijación

Y por último, viene el post-contacto con la desenergización tras la satisfacción de la necesidad y asimilación de la experiencia, buscando el reposo para comenzar un nuevo ciclo. Su resistencia es la fijación, que impide la retirada del contacto y genera conductas rígidas. 

Como profesionales o consultantes es necesario valorar y tomar conciencia de qué mecanismos de defensa y cuáles bloqueos están presentes para trabajar en las necesidades vitales y autorregulación organísmica porque estos mecanismos nos interrumpen, nos limitan y nos impiden ser auténticos.   

Dudas sobre la terapia Gestalt 

Por último, en ocasiones la terapia Gestalt ha generado dudas sobre su validez. Sin embargo, desde la propia Asociación Española de Terapia Gestalt se ha informado que la terapia Gestalt podría quedar excluida del listado de terapias en evaluación, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Sanidad. Es decir, podemos considerarla una terapia válida, efectiva. Al respecto, el Ministerio de Sanidad afirma que la terapia Gestalt es un sistema integral que incluye aspectos psicológicos, cognitivo-conductuales y humanistas, por lo que se considera una escuela integrada en las corrientes psicoanalíticas y humanistas, y destierra la idea de considerarla una práctica pseudoterapéutica. 

La Terapia Gestalt es una terapia de contacto, según Fritz Perls, creador de la terapia Gestalt junto a su esposa Laura Posner. Es una toma de conciencia desde la experiencia donde el terapeuta parte de que la persona que más sabe del tema es el propio consultante y él se limita a guiar, orientar y acompañar en su desarrollo emocional y en sus dificultades. 

Formaciones que te recomendamos

Curso en Terapia de Aceptación y Compromiso 

Curso en Autoestima

Referencias 

Martín, Á., & Vázquez, C. (2009). Cuando me encuentro con el Capitán Garfio...(No) me engancho . Editorial Desclée de Brouwer. 

Martín, Á., & de la Rosa, C. R. (2011). Manual práctico de psicoterapia Gestalt. Desclée de Brouwer. 

Moreau, A., & Pedro Aguado saiz. (1999). Ejercicios y técnicas creativas de gestalterapia. Sirio. 

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