Psicología basada en la evidencia: ciencia para tu bienestar
La Psicología Basada en la Evidencia (PBE) es un enfoque que busca elevar los estándares de la práctica clínica. Este modelo, que surgió en el ámbito médico, es ahora clave en la psicología y busca garantizar que las intervenciones sean seguras, efectivas y respaldadas por pruebas empíricas sólidas.
En este artículo, exploraremos en qué consiste la PBE, cómo se clasifica la evidencia en psicoterapia, sus componentes y cómo se aplica en la práctica clínica, además de examinar algunas intervenciones comunes basadas en este enfoque.
Escrito por Cristina Molina Gallego, psicóloga y docente del área de psicología de INESALUD.
¿En qué consiste la psicología basada en la evidencia?
La PBE es una práctica orientada a la toma de decisiones clínicas que combina la investigación científica actualizada con el conocimiento y la experiencia del profesional. En psicología, este modelo responde a la necesidad de fundamentar los tratamientos en datos objetivos y verificables, evitando el uso de terapias sin respaldo empírico.
Según la Asociación Americana de Psicología (APA), más de 80 tipos de psicoterapia han sido estudiados y clasificados en función de la cantidad y calidad de la evidencia científica disponible. Si quiere más información sobre las indicaciones de la APA sobre evidencia científica consulta aquí.
Clasificación de los niveles de evidencia
Para facilitar la elección de intervenciones basadas en evidencia, la psicología utiliza un sistema que clasifica los estudios en función de su rigor científico, desde aquellas con pruebas más sólidas hasta las de menor respaldo.
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Estudios Experimentales: Los ensayos controlados aleatorizados son considerados la fuente más sólida de evidencia, ya que controlan variables externas y permiten establecer relaciones causales. Por ejemplo, estudio que evalúa la eficacia de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) en comparación con un placebo para tratar la depresión en adultos. Los participantes serían aleatorizados en dos grupos: uno recibe TCC y el otro un placebo (por ejemplo, una lista de espera). La comparación de los resultados en ambos grupos muestra la eficacia de la TCC.
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Revisiones Sistemáticas y Metaanálisis: Agrupan y analizan estudios experimentales de alta calidad para ofrecer una visión general confiable sobre la efectividad de una intervención.
Por ejemplo, una revisión sistemática que analiza la efectividad de diferentes terapias psicológicas para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT). El estudio revisa y sintetiza los resultados de todos los ensayos clínicos relevantes publicados sobre el tema, siguiendo un protocolo riguroso para la selección de estudios.
- Estudios Cuasi-experimentales: Aunque no tienen el mismo rigor que los estudios experimentales, proporcionan valiosa información sobre la efectividad de tratamientos en contextos menos controlados.
Por ejemplo, un metaanálisis que revisa estudios cuasi-experimentales sobre los efectos de las intervenciones en el aula para mejorar el comportamiento prosocial en niños. Este metaanálisis incluiría estudios donde los participantes no fueron asignados aleatoriamente a las condiciones, pero aún se investigan las relaciones causales entre la intervención y los resultados de comportamiento.
- Estudios Correlacionales, Descriptivos y Cualitativos: Ofrecen una comprensión preliminar de fenómenos psicológicos, y, aunque no establecen causalidad, son útiles para futuras investigaciones experimentales.
Por ejemplo, un estudio que investiga la relación entre los niveles de ansiedad y la autoestima en adolescentes. Se recopilan datos a través de cuestionarios y analizan si existe una correlación entre ambas variables, sin intervenir o manipular ninguna de ellas.
Componentes fundamentales de la PBE
La práctica de la PBE se apoya en tres pilares principales que aseguran una atención centrada en el bienestar y las necesidades del paciente:
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Evidencia Científica: La base de la PBE es aplicar los hallazgos de investigaciones rigurosas. El objetivo es evitar que teorías y modelos sin respaldo empírico tengan el mismo peso que aquellos sustentados científicamente. Esto garantiza que solo las prácticas validadas se utilicen, proporcionando una base sólida para la intervención clínica.
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Experticia Clínica: La experiencia profesional es fundamental para interpretar y aplicar la evidencia científica. La habilidad del profesional para identificar y adaptar los tratamientos a cada caso individual, evaluando el contexto y las características del paciente. Además, el principio de parsimonia sugiere que, entre varios tratamientos efectivos, se debe elegir el más sencillo o de menor duración siempre que sea posible.
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Valores y Preferencias: La PBE no solo considera el conocimiento científico, sino también las preferencias, valores y contexto del consultante. Esto permite una intervención personalizada, asegurando que las decisiones se adapten a la realidad y necesidades de cada persona. Sin embargo, la PBE no debe ser confundida con una “terapia a la carta”; el tratamiento debe responder a una base científica y, al mismo tiempo, adaptarse a las particularidades de cada persona.
Aplicación de la PBE en la práctica clínica
Implementar la PBE en el contexto clínico requiere un proceso sistemático que se estructura en varias fases:
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Formulación de Preguntas Clínicas Relevantes: Definir preguntas que orienten la búsqueda de evidencia y aclaren las necesidades del caso.
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Búsqueda y Evaluación de la Evidencia: Localizar y evaluar la calidad de los estudios disponibles, verificando su validez y aplicabilidad.
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Aplicación de la Evidencia: Integrar los hallazgos de la investigación con la experiencia clínica y las preferencias del paciente para desarrollar un plan de tratamiento efectivo y adaptado.
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Evaluación de los Resultados: Realizar un seguimiento para evaluar la efectividad de la intervención y hacer ajustes según la evolución y respuesta del paciente.
Ejemplos de intervenciones basadas en evidencia
Algunas intervenciones psicológicas han demostrado consistentemente su efectividad en diversos estudios y son consideradas tratamientos de primera línea para varios trastornos:
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Una de las más investigadas y efectivas, la TCC ha demostrado ser eficaz para el tratamiento de trastornos de ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental. Su enfoque en identificar y modificar pensamientos y comportamientos negativos permite a los pacientes desarrollar habilidades para afrontar sus dificultades.
- Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): Esta terapia se centra en la aceptación de emociones y pensamientos difíciles, combinada con el compromiso de actuar según los valores personales. Ha mostrado buenos resultados en el tratamiento de ansiedad, depresión y dolor crónico.
- Terapia Dialéctico-Conductual (DBT): Originalmente desarrollada para el Trastorno Límite de la Personalidad, la DBT combina técnicas de TCC con prácticas de aceptación y mindfulness, y ha demostrado ser eficaz en mejorar el control emocional y reducir conductas autolesivas.
- Terapia Interpersonal (IPT): Utilizada principalmente para la depresión, esta terapia se enfoca en mejorar las relaciones interpersonales y abordar problemas que contribuyen al malestar emocional, ayudando a los pacientes a desarrollar habilidades para resolver conflictos y mejorar su red de apoyo.
Para profundizar que es un problema psicológico y cuando pedir ayuda, consulta nuestro post Señales de un problema psicológico: ¿Cuándo pedir ayuda?
El futuro de la Psicología Basada en la Evidencia
La Psicología Basada en la Evidencia representa un avance significativo en la práctica clínica al asegurar que las intervenciones se fundamenten en pruebas sólidas, actualizadas y adaptadas a las necesidades individuales de cada persona..
Para los profesionales, la PBE es un recordatorio de la importancia de mantenerse actualizados y de adoptar una actitud crítica y analítica hacia las intervenciones psicológicas. para los consultantes y usuarios, representa la seguridad de recibir tratamientos confiables, eficaces y alineados con sus valores y circunstancias.
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Referencias bibliográficas
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